Desde la Gran Manzana

La princesa prometida

Tiempo muerto de Monclova en el Pedro Ferrándiz.

Tiempo muerto de Monclova en el Pedro Ferrándiz. / Jose Navarro

Mar Galindo

Mar Galindo

Quienes crecimos en los ochenta y los noventa sabemos que, para asaltar un castillo rodeado de guardias, se necesitan tres cosas: la destreza con las armas de un espadachín español como Íñigo Montoya, la fuerza de un gigante como Fezzik y la inteligencia y determinación del pirata Roberts, que no es sino el valiente Westley tratando de liberar a su amada Buttercup. En efecto, «La princesa prometida» nos enseñó que no hay misiones imposibles si cuentas con los aliados adecuados; que uno puede regresar a la vida aun cuando lo dan por muerto si su motivación para vivir es el amor verdadero. Valiosas lecciones que conviene no olvidar en el asedio a Almansa y su castillo de este sábado.

El conjunto manchego se halla en una situación muy delicada, con ocho victorias y veinte derrotas, a un paso del descenso. Un triunfo contra HLA Alicante, absolutamente necesario para sobrevivir en la categoría, llenaría de moral a equipo y afición. Históricamente, el CB Almansa con Afanion nunca ha conseguido doblegar a los alicantinos. Van ya cinco temporadas de enfrentamientos que nos han dejado finales de infarto con palmeos decisivos en el último instante para mayor y absoluta gloria lucentina. Así que el sábado, la necesidad y el deseo de revertir la tendencia histórica convertirán la Bombonera en un fortín como el castillo del príncipe Humperdinck.

Habrá combates de esgrima entre nuestros primeros espadas (Blaylock, Rakocevic, Steinarsson) y la resistencia almanseña. Peleas cuerpo a cuerpo entre Matulionis, Gatell y Parrado contra Aranitovic, Costa o Díaz, y batallas de ingenio para que los sistemas de juego del HLA Alicante neutralicen a los de Tino Ugidos. Destreza, fuerza e inteligencia son los tres ingredientes esenciales para seguir sumando cuando solo quedan seis jornadas para que finalice la liga regular y se definan tanto el ascenso directo a la ACB como los ocho que se enfrentarán en el playoff. El equipo alicantino puede conseguir el factor cancha si no falla en esa lucha por su particular princesa prometida, así que este fin de semana nos espera otra ración de aventuras, héroes enmascarados, pantanos de fuego, milagrosos magos, villanos de seis dedos, venganzas pendientes, duelos a espada y todo aquello que deseen. Confío en que el entrenador del Lucentum vaya ensayando las palabras mágicas: «Hola, me llamo Rafa Monclova. Somos el HLA Alicante. Prepárate a perder».