Estrella del mediofondo español

Atletismo: Adel Mechaal, el campeón que nunca se rinde

Batió Mechaal en el campeonato de España a los dos atletas más jóvenes que le acompañan en este resurgir del 'milqui' español: Katir (25 años) y Mario García Romo (24)

Mechaal, en el podio de Torrent, junto a Mario García, a su derecha, y Mo Katir, a su izquierda.

Mechaal, en el podio de Torrent, junto a Mario García, a su derecha, y Mo Katir, a su izquierda. / RFEA

José Carlos Sorribes

Vida de monje en el CAR de Sierra Nevada para entrenar en altitud y afinar la puesta a punto. El 19 de agosto, por la tarde, empiezan las series de calificación del Mundial de Budapest. Este es el plan que le espera a Adel Mechaal (Puerto Capaz, 1990) tras su brillante título de campeón de España de 1.500 metros, este fin de semana en Torrent (Valencia). Lo hizo en un soberbio mano a mano con Mo Katir que acabó con récord de los campeonatos (3.33.44), batiendo la marca de un tal Fermín Cacho de hace 32 años. 

El de Torrent es el cuarto título español que acumula el atleta de Palamós, nacido en Marruecos, y el más importante de todos por los rivales a los que se enfrentó, como él mismo explicó tras la carrera. Batió Mechaal a los dos atletas más jóvenes que le acompañan en este resurgir del 'milqui' español: Katir (25 años) y Mario García Romo (24). Los dos ya han bajado de 3.30;tienen el segundo (Katir, 3.28.76) y el sexto (García, 3.29.19) de los mejores registros de 2023.

Ese sub-3.30 es una tarea aún pendiente para Mechaal, cuya mejor marca es de 3.30.77, que consiguió cuando fue quinto en la final de los JJOO de Tokio. Tiempo al tiempo. Porque ha demostrado siempre una sobrada ambición en su carrera desde el día en que dejó de ser el lateral derecho del Palamós para volcarse en el atletismo. 

Nacionalizado en 2013

En la Associació Atlètica Palamós, Josep Carballude fue el entrenador que empezó a pulir el ímpetu de un atleta que llegó al Baix Empordà con su familia a los 5 años (su padre lo hizo unos años antes) y que, abandonada la banda del campo de fútbol, pronto sobresalió en las pruebas de medio fondo. Mechaal destacó tanto que se agilizaron los trámites para que obtuviera la nacionalización española en 2013.

Eran los tiempos en que aún se dedicaba a tiempo parcial al atletismo, ya que había ganado una plaza como funcionario en el ayuntamiento de Calonge, a menos de 10 km de Palamós, como conserje por las tardes del polideportivo municipal. Que Mechaal iba muy en serio quedó claro en el Campeonato de España de 2015 en Castellón cuando dobló, con victoria, en 1.500 y 5.000, algo que no había sucedido desde hacía 70 años, y a cargo de un pionero de leyenda como fue Gregorio Rojo.

El salto de verdad llegó cuando entró en el grupo de trabajo de Antonio Serrano, un técnico que nunca ahorra elogios para su pupilo. Mechaal se fue así haciendo un nombre en el atletismo español, aunque no siempre por su poderosa zancada y carácter competitivo. Se vio envuelto en un conflicto alrededor del dopaje y el TAS atendió sus explicaciones en julio de 2017 sobre tres controles que la agencia española había considerado que se había saltado, por lo que le había sancionado durante 15 meses.

Respeto y éxitos

A partir de ahí, la carrera de Mechaal ganó altura de forma progresiva y también fue quitándose de encima la etiqueta polémica que también le acompañó por sus preferencias por Cataluña o España en plena ebullición del ‘procés’. Se ganó el respeto de todos tanto por los éxitos deportivos (medallas de oro en 3.000 de Belgrado 2017, plata en Estambul 2023 y bronce en Torun 2021 en Europeos de pista cubierta, y su condición de finalista de 1.500 en el Mundial de Londres 2017 y los JJOO de 2021 o el récord de Europa bajo techo de 3.000) como por su discurso directo y sincero que igual le llevó a emocionarse con el recuerdo de su madre enferma de leucemia en Tokio o a despotricar de la federación española durante el Mundial de Belgrado en pista cubierta del pasado año.

Mechaal, tras ganar la medalla de plata en 3.000 el pasado mes de marzo.

Mechaal, tras ganar la medalla de plata en 3.000 el pasado mes de marzo. / ERDEM SAHI / EFE

Me han jodido seis meses de trabajo. He dormido 20 horas en los últimos seis días y así es imposible rendir a estos niveles”, explicó por el trajín de un viaje de Estambul a Madrid y luego a Belgrado, vía Múnich. En la capital turca residía entonces por su matrimonio con la atleta Emine Hatun. Y cuando habla de "rendir a estos niveles" siempre aparece el nombre del noruego Jakob Ingebrigtsen, el tirano del mediofondo. "Está a otro nivel y hace lo que quiere. Cambia la cadencia en los últimos 100 metros y se va sin remedio", explicaba sobre el noruego en el reciente mitin de Barcelona.

No por ello dejará de intentarlo en Budapest. Adel Mechaal nunca se rinde. Como se vio el domingo bajo un sol abrasador en Torrent.