Entrevista

Jorge Garbajosa, sobre Luis Rubiales: "En mi casa hago lo que me da la gana, pero en mi cargo mi comportamiento tiene que ser intachable"

"La elección de Elisa Aguilar como presidenta de la FEB es una consecuencia de una entidad que lleva siendo moderna e igualitaria muchos años", defiende el anterior máximo dirigente de la federación

Jorge Garbajosa.

Jorge Garbajosa.

Antonio Lorca

Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, 1977) lo ha sido todo en el mundo del baloncesto. Como jugador, jugó en algunos de los mejores equipos de España, como el Madrid, el Unicaja de Málaga o el Baskonia; pasó por las ligas italiana y rusa; y tuvo una exitosa experiencia en la NBA, la mejor liga del mundo, en las filas de los Toronto Raptors. Una vez que dejó el baloncesto, renunció a los banquillos y se orientó a la gestión deportiva. También en esta faceta ha alcanzado la excelencia, presidiendo la Federación Española de Baloncesto (FEB) desde 2016 hasta el pasado 17 de agosto, cuando dejó el cargo para centrarse en su nueva faceta, nada menos que presidente de FIBA Europa, órgano que coordina a 52 federaciones nacionales. A pesar de todo, el madrileño tuvo tiempo de atender la invitación del Alimerka Oviedo Baloncesto para que diera una charla a su club de empresas en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo y para atender a La Nueva España, del grupo Prensa Ibérica,.

¿Cómo están siendo sus comienzos como presidente de FIBA Europa?

Interesantes. Está siendo muy intenso todo, pasas de combinar los dos puestos (FEB y FIBA Europa) por un tiempo, hasta el 17 de agosto, luego llegó un Mundial que nos ha exigido mucho; donde tuve el honor de salir elegido vicepresidente de la Federación Mundial y donde aprovechamos para hacer toda la puesta en marcha de todo el programo de los próximos cuatro años, volvimos, fuimos a la Intercontinental, volvimos, nos encontramos con la situación de Israel ahora mismo… Sin un minuto, con situaciones muy duras, como es la de Israel, o como es la de Rusia y Ucrania. Y luego la parte bonita de estar aprendiendo, de estar descubriendo una nueva forma de trabajar, con unas competencias diferentes, con una visión más global y menos específica, pero con el mismo objetivo de siempre, que es intentar aportar y hacer crecer al sector, primero en España durante 7 años y ahora de manera más global en toda Europa, sobre todo focalizados, como se suele decir, en los que más necesidad de desarrollo tienen. Alemania, España, Italia, Grecia, por supuesto que cuentan con todo el apoyo de FIBA Europa, pero nos focalizamos en países pequeños, o no tan pequeños, pero sí con necesidad de desarrollo. Siempre digo que para que crezca cada uno de los miembros de una familia tiene que crecer la familia en su globalidad.

¿Cómo afecta al deporte en una situación internacional tan complicada? ¿Qué tiene que hacer un dirigente deportivo al respecto?

Te afecta como ciudadano, como persona, conoces gente en los países y en las zonas afectadas, dejas eso al margen y te pones a trabajar con tu deporte, que se ve afectado de manera muy seria, porque lógicamente cuando hay una situación de guerra como hay en estos dos países, tanto en Ucrania como en Israel, no se pueden disputar actividades deportivas, pero la actividad tiene que continuar, aunque la seguridad de las personas está por encima de la actividad deportiva, del negocio del deporte. Asumir la responsabilidad de permitir jugar para mí sería muy sencillo, que jueguen y si pasa algo es bajo su responsabilidad; pero creo que no es ser responsable. Lo que hacemos todo el equipo de seguridad de FIBA y FIBA Europa es estar pendientes del desarrollo de la situación en los dos territorios, intentando tomar la decisión más responsable. Queremos que haya actividad deportiva, queremos que los equipos en este caso de Israel puedan competir, pero necesitamos tener las máximas garantías de seguridad al margen de ideas políticas, nosotros no somos políticos, somos gestores del deporte, y procuramos que tanto los equipos de los países en conflicto como los rivales contra los que se enfrenten, y las ciudades donde se celebren los partidos, tengan las máximas garantías de seguridad.

¿Qué le gustaría conseguir como presidente de FIBA Europa?

Hay una cosa muy específica y muy concreta, y una más global.

¿La primera?

Lo primero que me gustaría haber hecho cuando acabe mi mandato es haber ayudado a encontrar un orden en la pirámide deportiva de las competiciones tanto de clubes como de selecciones nacionales en Europa, a través de un gran convenio con la Euroliga, pero no solo con la Euroliga; ese ha sido un caballo de batalla los últimos veintitantos años. Pero creo que hace falta una coordinación con la Unión de Ligas Europeas, con Tomas van den Spiegel, su presidente, tengo muy buena relación, y nosotros en ese potencial acuerdo, esperemos que posible acuerdo, queremos que se respete el valor de las ligas domésticas, de las ligas nacionales, estructurar toda esa pirámide deportiva tanto a nivel competiciones de selecciones nacionales, de clubes, pero también a nivel de intereses comerciales, patrocinadores, derechos de televisión. Eso no es trabajo de un día. Poner de acuerdo a muchísimas partes es complicado.

¿La segunda?

A nivel más global, que el baloncesto crezca. La Alemania campeona de mundo es muy potente a nivel económico y deportivo. España, Francia, Italia, Grecia, Turquía son países muy desarrollados, que tenemos que seguir apoyándolos, pero sobre todo hay un núcleo de países medianos, o pequeños, los llamo pequeños porque su denominación es “small countries”, no es una falta de respeto, hablamos de Rumanía, Bulgaria, Bosnia, Montenegro, Macedonia del Norte, pero también hablamos de Andorra, de San Marino, de Gibraltar, que son países que necesitan mucho apoyo de FIBA Europa; lo dije en campaña y vamos a empezar a partir del 1 de enero, de manera excepcional vamos a financiar bajo proyectos específicos de desarrollo, no como subvención ordinaria, a los diez países con un número de licencias hasta un límite que propongan el crecimiento, el fomento del baloncesto femenino, selecciones nacionales, generación de talento, vamos a hacer una ayuda directa por primera vez en la historia FIBA Europa a este tipo de proyectos porque creo que son fundamentales.

¿Qué valoración hace de sus siete años en la FEB?

Me voy con la conciencia muy tranquila, orgulloso de algunas cosas, de otras ahora con la perspectiva del tiempo dices… pero claro, tomar decisiones es lo más difícil del mundo, con la perspectiva del tiempo dices en esto acertamos, en esto me equivoqué, porque cuando acertamos lo hacemos en grupo y cuando te equivocas lo haces tú solo, al menos así lo entiendo yo, pero con la conciencia tranquila de que siempre he buscado el mejorar el bien global. A día de hoy, mirando con perspectiva, con cierta modestia, la LEB Oro es mucho mejor liga que hace siete años, la Liga Femenina Endesa también, el 3 contra 3 ha crecido mucho en nuestro país, que estaba en pañales, somos campeones de mundo masculino, campeones de Europa masculino, subcampeones de Europa femenino, hemos ganado medallas olímpicas, tenemos patrocinadores que llevan 10, 12 ó 13 años en la FEB.

¿Qué opinión tiene de la actuación de Luis Rubiales tras la final del Mundial femenino?

Yo aquí me salgo incluso del discurso masculino y femenino, al margen del tema del beso famoso y demás, va en nuestro cargo y es nuestra responsabilidad que nuestro comportamiento sea modélico. Luego tú tienes tus cabreos, tus euforias, tus momentos de esparcimiento, de irte a tomar una copa con tus allegados porque has perdido y estás hundido; siempre digo que las personas estamos muy por debajo de las organizaciones, nosotros pasamos, nos vamos, llegamos, pero las organizaciones se quedan. Un dirigente, aparte de la gestión transparente y demás, tiene la obligación de ser modélico en su comportamiento, sobre todo en el público, en privado también, por supuesto, pero porque está representado a una organización que, en el caso de la FEB, tiene cien años de historia, no te representas a ti mismo, yo siempre lo digo, me llamo Jorge Garbajosa FEB, ahora me llamo Jorge Garabajos FIBA Europa; en mi casa, con mi gente, con mis amigos, hago lo que me da la gana, pero cuando estoy ejerciendo mi cargo mi comportamiento tiene que ser intachable.

Se ha destacado mucho que una mujer, Elisa Aguilar, se ponga al frente de la FEB.

-La elección de Elisa yo prefiero entenderla como que se ha elegido a la persona que se creía más capacitada para el cargo y que no se ha mirado su género, para mí es lo más importante. No tenía que ser una mujer porque es un símbolo de modernidad, no, había que tener a la persona más preparada, y la FEB es lo suficientemente madura y desarrollada para el género no tenerlo en cuenta para nada a la hora de elegir a la persona; para mí ese es el mensaje, no que sea una mujer, sino que no ha habido ningún impedimento para que sea una mujer. Vivimos en una sociedad igualitaria.

¿La FEB Es un ejemplo de igualdad?

Tenemos la liga femenina más importante de Europa, una selección modelo en cuanto a la igualdad, la FEB lleva mucho tiempo ejerciendo la igualdad, como ahora está tan en boga, hace muchos años que la selección femenina viaja igual que la masculina, los mismos tipos de aviones, de clase dentro del avión, los mismos tipos de hoteles, tres fisioterapeutas, los entrenadores que el seleccionador de turno decida. Las primas por estar en la selección eran exactamente igual. La elección de Elisa yo creo que es una consecuencia más que un inicio de una Federación moderna, que lo lleva siendo muchos años.

¿Está orgulloso del nivel actual de la LEB Oro?

Sí, pero consciente de que queda mucho por hacer. Creo que los pasos que se han dado han sido muy potentes, de verdad, hemos pasado una pandemia que a competiciones más fuertes se las ha llevado por delante y la LEB Oro ha salido reforzada. Cuando tomas una decisión llevarte la competición a una aplicación televisiva, sabes que va a haber ruido, cuando haces un cambio de sistema de competición, con una Final a 4 para decidir el segundo ascenso, ya sabes que va a haber ruido, pero los resultados mandan. Lo que habla es de las audiencias que suben, de una mayor afección de los aficionados locales a su equipo que compite en la LEB Oro, de una mayor difusión de la visibilidad de los equipos fuera de sus comunidades autónomas, el nivel deportivo es obvio. ¿Se podía haber hecho más? Seguro; ¿Nos hemos equivocado? Seguro; ¿Queda un montón por hacer? No cabe duda, pero que la competición es objetivamente mucho mejor que hace siete años eso no lo duda nadie.

¿Fue determinante regularizar los ascensos y descensos a la ACB?

Sí, pero importante para el ecosistema baloncesto, por supuesto el gran beneficiado es la LEB Oro, pero no solo. Yo me meto en la casa que no ha sido mía, y que nunca será mía seguramente, que es la Liga ACB; estoy convencido de que la ACB, a pesar de para que el equipo que tenga que descender es un trauma deportivo, pero es que eso es la competición, cuando un club si lo hace bien no tiene premio y si lo hace mal no tiene castigo, llamémoslo así, ¿para qué competimos? Es una competición que pierde el interés del espectador porque no sabe para qué lo está viendo al margen del show. El show está muy bien, pero en Europa, en España, vivimos el deporte desde la pasión, y la pasión es la competición, y si la competición no tiene premio o no tiene castigo no tiene mucho sentido. Los equipos tienen un componente aspiracional, una zanahoria que seguir que hace que crezca la inversión, el profesionalismo, la ambición y el nivel. Es tan sencillo como eso. Esos ascensos bloqueados tantos años han hecho daño y creo que desbloquearlos no solo ha sido bueno para la LEB sino que ha sido bueno para la ACB y para el resto de competición de abajo.

¿Por qué hay pocos jugadores españoles en la ACB si hay tantos éxitos a nivel de selecciones?

Como FEB, tienes que defender a los jugadores españoles, sí, y a los clubes, y a los árbitros, y a los entrenadores, no solo a los jugadores, la FEB tiene que defender o potenciar a todos sus estamentos. Dicho esto, quiero que haya más jugadores españoles, en la Liga ACB y en la LEB Oro, de hecho en Oro lo incentivamos; a partir de ahí, hay una cosa muy curiosa que debemos analizar, está claro que un 29% de jugadores nacionales no es suficiente, pero a la vez España es campeona del Mundo, te lo dice alguien que ha ido a jugar fuera; España de fútbol fue campeona del mundo cuando David Silva, David Villa y Fernando Torres jugaban en la Premier League. ¿Me gustaría que hubiera más jugadores españoles? Sí ¿Hay que trabajar para que haya más jugadores españoles? Sí. A la vez, salir fuera, al jugador, sea del país que sea, le da un plus de competitividad, de visión, de conocer otra liga, un rival con el que te puedes enfrentar. Yo aquí huyo de un discurso simple.

La nacionalización de Lorenzo Brown fue muy criticada.

Yo sabía que iba a haber lío, no soy tan naif, pero tienes que tomar decisiones. Y ganar ese Eurobasket cuánto ha supuesto para el baloncesto español, en cuanto a licencias, en cuanto a crecimiento, en cuanto a patrocinio, en cuanto a poder desarrollar, en cuanto a aficionados que se han enganchado a una historia épica, más allá del deporte en sí del baloncesto. No es que le quita el puesto a un español. No es verdad, lo siento pero no es verdad, porque si no hubiera estado él hubiera estado Nicola Mirotic u otro. ¿Quién decide qué jugador tiene derecho a nacionalizarse o no? Un jugador que desea estar o un jugador que ha pasado tres años y no tiene esa ilusión por estar, o sí, y qué supone para un país ganar una competición como el Eurobasket.

El Mundial femenino sub-19 tuvo a la asturiana Iyana Martín como gran estrella. ¿Qué opina de ella?

Estoy absolutamente, deportivamente, enamorado de Iyana (Martín) por su capacidad para competir, su talento, su compromiso, sus ganas de aprender, el tipo de persona que es, y yo creo que es ese tipo de jugadoras que va mucho más allá de la enorme jugadora que es y que va a ser; creo que por su personalidad se va a convertir en muy poquito, si no lo es ya, en un referente. Y para el desarrollo del baloncesto en una región, en una comunidad, es clave tener esos referentes. Hay que fomentar la base, pero la base tiene que tener ese componente de ídolo, de referencia, e Iyana es uno de ellos. Aquí ha habido jugadores, me acuerdo de Saúl Blanco, que era de aquí, el chaval tiene que tener un componente o bien de un club o bien de un deportista.

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