Champions League

Fermín es la razón de ser del Barça

El equipo de Xavi Hernández aclara su clasificación tras vencer con muchos apuros al Shakhtar y firmar su tercer triunfo consecutivo

Fermín posibilitó el gol inaugural, marcó el segundo y vio cómo le anulaban el tercero de su equipo

Francisco Cabezas

Podemos pasarnos toda la vida esperando sin darnos cuenta de que lo bueno llega de repente, sin que nadie te advierta del impacto. No puede haber emoción más pura y poderosa que la inesperada.

Fermín López era alguien para sus padres, que amontonan fotografías de su niño rubito en su casa de El Campillo junto a los retratos de boda y trofeos infantiles que la cordura no debía convertir en adultos. Pero Fermín López, hasta hace un suspiro, no era nadie para la industria del fútbol. Sólo era un adolescente que jugaba en el Linares, quizá condenado a ganarse la vida en campos donde no hay purpurina, sino supervivencia.

Ver al pequeño Fermín correr por Montjuïc con las medias bajadas mientras arrastra a este contradictorio Barça adolescente por Europa debe emocionar, y emociona, a un barcelonismo a menudo tan falto de que alguien reivindique su razón de ser. 

El Barça de verdad

Ahora que los presidentes vivos del Barcelona dicen haberse unido tras un mantel y unos espirituosos para enfrentarse a las presuntas fuerzas del mal que acechan al club tras la sombra de los pagos a Negreira, y mientras el club continúa vendiéndose a pedazos a bancos y fondos de inversión de todo tipo, el socio, que poco puede pintar ya, tiene derecho a agarrarse con fuerza a los gemelos de Fermín. Porque el Barça de verdad, no el de la propaganda, es el que brota en las literas de La Masia.

Permitió Fermín que el Barça enhebrara su tercer triunfo en la Champions, esta vez frente a un Shakhtar ucraniano digno de elogio, y aclarando así el equipo de Xavi Hernández que esta vez sí llegará a las eliminatorias. El centrocampista de 20 años protagonizó las acciones más peligrosas de su equipo, aunque el primer gol lo firmara Ferran Torres, que pudo dedicar el tanto a su abuela, recién fallecida.

Si bien Fermín había amanecido en el microclima de Montjuïc con un disparo flojito, extrañamente tímido, ya había insinuado que, como interior, se hartaría a atacar los espacios permitidos por los volantes ucranianos a su espalda. En su segunda incursión, Fermín ya mostró la determinación que le caracteriza desde su alumbramiento en la gira de Estados Unidos frente al Real Madrid. Atacó un fabuloso pase de Gündogan, controló con el pecho, y soltó un latigazo con la izquierda que hizo rebotar la pelota en el palo. Ferran Torres estuvo atento para rematar la faena, aunque para ello tuviera que intervenir el VAR para negar un fuera de juego.

El pie de Iñigo

El 2-0 ya se lo quedó Fermín. Iñigo Martínez, cuyo pie se adapta de fábula a este Barça, rompió primero líneas para que Ferran Torres hiciera llega la jugada a Fermín. Y éste, desatado, rompió a Azarovi con la cadera para, inmediatamente después, convertir su pie en un martillo. El balón volvió a golpear el palo, pero esta vez no hubo burla del destino, sino un giro sin otro destino que la red.

El Barça, con el clásico a tres días, se relajó entonces. Incluso más. João Félix, que rozó el gol en el segundo tiempo con un testarazo en vuelo, comenzó a turbarse hasta que acabó lastimado, con los músculos haciéndole la puñeta en la antesala del partido contra el Real Madrid. Cancelo, mientras, se perdió en su caos. Y el Shakhtar, que advirtió las estepas, recortó distancias mientras Oriol Romeu se mostraba incapaz de perseguir al goleador Sudakov.

Cae João Félix

Pero ya en la noche cerrada, con el Shakhtar acercándose al empate y con la hinchada preguntándose sobre el estado de João Félix, Fermín continuaba reclamando la atención. Porque venía de rematar otra vez al palo. Y porque incluso el árbitro le negó un gol después de que el VAR apreciara que había comenzado a correr en fuera de juego.

No llegó a tiempo al empate el esforzado equipo ucraniano mientras un tipo de melena bárbara y barba minera negaba con la cabeza en el banquillo. El fútbol, en realidad, son los recuerdos de una vida. Por eso la cabeza me llevó a la diminuta barra de la coctelería Boadas. Allí donde el barman, además de escuchar los lamentos del periodista, preparaba un cóctel con vodka y pepino al que tuvo a bien bautizar como Chygrynskiy. Aquello no tenía nada de cachondeo por aquel tipo de apellido juguetón, sino de homenaje a los incomprendidos de la noche. Chygrynskiy, de quien Guardiola se enamoró y desenamoró con la velocidad con la que asaltamos la cama en verano, volvió a Barcelona con años (casi 37) y experiencia suficientes como para haber entendido por fin que en la vida también ganan los que parecen condenados a perder. ¿O no, Fermín?

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2 - FC Barcelona: Ter Stegen; Joao Cancelo, Araujo, Iñigo Martínez (Christensen, min.82), Marcos Alonso (Balde, min.70); Oriol Romeu, Gündogan, Fermín López (Marc Casadó, min.82); Lamine Yamal, Ferran Torres y Joao Félix (Marc Guiu, min75).

1 - Shakhtar Donetsk: Riznyk; Konoplia, Bondar, Matviyenko, Azarov; Stepanenko (Eguinaldo, min.90+2), Bondarenko, Sudakov; Zubkov, Sikan (Kelsy, min.70) y Kryskiv.

Goles: 1-0: Ferran Torres, min.28. 2-0: Fermín López, min.36. 2-1: Sudakov, min.62.

Árbitro: Ivan Kruzliak (SLV). Mostró tarjeta amarilla a Ferran Torres (min.43), Konoplia (min.72), Balde (min.75) y Bondar (min.87).

Incidencias: Partido del Grupo H de Liga de Campeones disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys, ante 41.409 espectadores.