Una experiencia traumática

Las víctimas del Alhama de Murcia se pronuncian tras la sanción: "Nos hemos sentido solas y desprotegidas por parte de la Liga F"

Desde el primer instante en que se hizo pública su situación, el vestuario se volvió un infierno

Una experiencia traumática.

Una experiencia traumática. / EPC

Laia Bonals

Han pasado ocho meses desde que cinco jugadoras del Alhama de Murcia alzaran la voz y denunciaran a El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica, el trato vejatorio y irrespetuoso por parte de su entrenador, Randri García. Ahora, tras las resoluciones favorables de Inspección de Trabajo y de la Federación Española, cuentan a este medio cómo han vivido todo el proceso.

Desde el primer instante en que se hizo pública su situación, el vestuario se volvió un infierno. Ni sus compañeras ni el cuerpo técnico las apoyó. "Viajamos a Bilbao justo cuando saltó la noticia. Imagínate, ese viaje y en el hotel con el equipo totalmente apartadas. Teníamos en contra las compañeras. Fue horrible", cuenta Noelia Gil. "Mis compañeras decidieron creer a este hombre y a su mujer a pies juntillas y a mí no me quisieron escuchar. Nosotras no hemos dicho que este hombre sea un violador ni que haya acoso sexual, no hemos denunciado eso", añade mientras recalca los hechos vividos.

Tratamiento psicológico

Las vejaciones y el maltrato psicológico denunciado, además de ser ratificado por excompañeras de vestuario, también han quedado demostrados. "El 68% de la plantilla" sufrió ese tipo de comportamiento "con reiteración en el tiempo", como recogen la investigación de Inspección de Trabajo y la realizada por la Federación.

"Yo lo he pasado bastante mal. Me ha afectado mucho, de hecho todavía tengo la baja y sufro un trastorno de alimentación", relata Erica. "Cuando recibimos la resolución me sentí aliviada. Han sido momentos muy difíciles, yo lo llevo pasando muy mal con ello muchos años. Ya no solo por mí, sino con cada compañera a la que también veía que trataba así. Yo llevaba ya siete temporadas en el Alhama, imagínate. Tienes la esperanza de que en algún momento cambie o que las cosas cambien, pero al final no fue así", añade la futbolista, que sigue recibiendo tratamiento psicológico para gestionar lo sucedido. 

"Fue horrible. Yo no lo he pasado peor en mi puta vida"

Noelia Gil

"Yo no me pedí la baja porque me negaba a que él se quedara tan pancho riéndose todo el día ahí y yo me tuviera que ir, como siempre le pasa a las víctimas. Una mierda. Yo dije: aunque me muera, aunque me cueste visitas de psicólogo, yo me quedo aquí. Fue horrible. Yo no lo he pasado peor en mi puta vida. Y sobre todo lo malo de todo no era Randi, porque es Randi y mira, me la suda, lo peor de todo fue la decepción de mis compañeras", reconoce Noelia Gil.

"Miedos y desconfianzas"

El trato recibido por parte del técnico ha marcado a todas las futbolistas que han hablado con este medio. Ya sean exjugadoras del equipo, como Nazaret Segura, como las que en su momento dijeron basta en el vestuario. Ahora, algunas de ellas están en otros equipos, pero siguen arrastrando las consecuencias de todo lo vivido. "Todo lo que he pasado me está pasando factura ahora en el nuevo club en el que estoy. Tienes automatismos, no confías en ti, tienes que recuperar tu esencia, tu confianza. He estado en un sitio donde me han quitado mi forma de vivir. Nunca iba tranquila, siempre con miedo y preocupación, intentando tener las mínimas consecuencias posibles", añade una de ellas.

"Cuando vienes de una situación tan difícil, tan complicada, ni tú sabes quién eres y cuando llegas a un sitio y ves que te tratan bien, hasta es complicado porque parece que ni te lo crees. Obviamente, yo por dentro llevo mi proceso, mis miedos y mis desconfianzas. Mis cositas en la cabeza, pero poco a poco me encuentro bien y me encuentro mejor. Voy viendo a la Andrea que era antes de esto", añade en el mismo sentido Andrea Carid, que milita ahora en el Alavés.

Agradecimiento a FUTPRO

Además del abandono por parte de las que eran sus compañeras, las denunciantes se han sentido solas por partes de las instituciones, sobre todo por la Liga F, quien, a día de hoy, no ha emitido un solo comunicado respecto al caso. "Si me paro a pensar en las instituciones, por supuesto que me he sentido sola. Yo no he sentido el apoyo de absolutamente nadie más allá de FUTPRO, ni de otros sindicatos que tanto se jactan de defender a las jugadoras. Me parece que dejan un poco que desear", reclama Carid. Todas las víctimas agradecen a FUTPRO, sindicato mayoritario en el fútbol femenino, que luchara por ellas y las defendiera en un momento tan complicado.

"Nosotras siempre esperamos que cuando esta información se pone en conocimiento de la Liga F saliese un comunicado. Hubiéramos entendido que fuera sin posicionarse, pero al menos uno como políticamente correcto de decir: 'oye, hemos sido conocedores esta información, bla bla bla, desde la Liga queremos condenar los actos que atentan contra los derechos de las mujeres...' Y no. Nos hemos sentido desprotegidas", relata Noelia Gil. "La Liga F fue la primera en hacer un comunicado cuando pasó lo de Jenni en el Mundial, y vale, me parece bien. Pero ¿y nosotras? ¿Dónde quedamos nosotras? Ha sido una decepción muy grande", añade.

"No nos lo callemos"

Siempre se mantuvo una unión entre ellas que las ayudó a mantenerse firmes e intentar gestionar todo lo que se les vino encima. Todas coinciden en que dar el paso de denunciar es muy complicado, que además de ser valiente, hay que tener gente alrededor que te crea y te sostenga. "Pero vale la pena denunciar. Me parece que es muy difícil y tampoco voy a romantizar ahora el hecho de que salgamos y hablemos. Hay que verse en la situación y lo mucho que ahoga para tener el coraje y el apoyo. Pero yo animo a cualquier persona que por desgracia esté en una situación así, que salga y lo hable. Si no tiene a nadie, que me escriba a mí, que buscaré la manera de ponerme en contacto con quien sea. Pero que sobre todo que no nos lo callemos, que no sigamos permitiendo este tipo de actitudes. No nos las merecemos por mucho que nos hagan creer que sí. Hablar, aunque sea difícil, es la solución", reivindica Carid.

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El caso Alhama, que destapó El Periódico de Cataluña el 17 de abril, ha llegado ahora a su fin. Randi García, entrenador del Alhama de Murcia ha sido inhabilitado durante dos años por parte de la RFEF, así como Tamara García, directora deportiva y mujer del entrenador, también ha sido inhabilitada durante un año. El club deberá pagar una multa económica de 6.001€.

"La sanción me parece bien, pero no sé si es suficiente. Porque una vez pasen los dos años, ¿qué? ¿Va a volver a ser igual? ¿Habrá cambiado? Eso no se sabe", se preguntan las víctimas.