Dolor y gloria para el converso Tchouaméni: el frustrado Casemiro del Real Madrid se reivindica como central

La lista de requisitos para jugar en el Real Madrid es tan amplia como podamos imaginar. Pero hay una característica que ha ido ganando enteros: la polivalencia. Es una virtud que aparece en casi todas las presentaciones. Para algunos, sinónimo de indefinición, pero en el conjunto blanco es la clave del éxito. Lo han demostrado Camavinga, Valverde, Carvajal y ha hecho lo mismo Tchouaméni como pivote reconvertido a central, donde se ha reivindicado. Ha taponado la sangría en esta posición. El Real Madrid no ha perdido y él ha ganado confianza en sí mismo en una fase decisiva.

En su caso, el cambio de denominación ha sido una oportunidad para reivindicarse, mientras que los otros ejemplos comentados era una prueba de valor añadido. Tchouaméni es el quinto fichaje más caro de la historia del Real Madrid, que pagó 80 millones al Mónaco por él en el verano de 2022. Era el cuarto hasta la llegada de Bellingham. A pesar de sus 21 años, el importe exigía un rendimiento más inmediato.

El partido de la NBA y el apoyo de Kroos

La carga aumentó con la marcha ese mismo verano de Casemiro, ancla del Real Madrid. El francés arrancó con buenas sensaciones su primer curso, movido, como la mayoría, por el Mundial de Qatar. Tras esta cita se estancó, hasta el punto de que Camavinga, con el que debería formar un doble pivote de futuro, le adelantó en el acompañamiento a Kroos y Modric.

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Cayó lesionado, se perdió la Supercopa y por el camino se dejó el favor de la grada. Mientras se estaba recuperando y su equipo se jugaba pasar de ronda en la Copa, él se fue a París a ver un partido de la NBA. Estuvo rápido para disculparse, pero ya había retrocedido un escalón. A día de hoy nadie duda de que, sobre todo gracias a virtudes como la recuperación o la energía, sea un jugador con un valor potencial de 80 millones. Sus desconexiones en la salida de balón le restaron valor.

Todo, a pesar de que Kroos, que está cuajando una de sus mejores temporadas con el Real Madrid, haya potenciado sus virtudes. Porque, como se ha cansado de repetir Carlo Ancelotti, hay un Tchouaméni con Kroos y otro sin él. Pese a ello, su fichaje se pone como ejemplo en Europa. "Necesitamos un técnico que potencie a nuestros jóvenes como ha hecho el Real Madrid con Camavinga o Tchouaméni", aseguraba Max Eberl, nuevo director general del Bayern.

La oportunidad tras la lesión de Alaba

El nombre del francés apareció en la rueda de prensa de Ancelotti. "Tengo dudas con la pareja que formará. Rüdiger vuelve, pero Nacho ya está disponible. Tiene la misma oportunidad que los otros (Tchouaméni) de empezar. La clave es que tengo jugadores con mucha calidad que tienen vocación de aprender", destacó Carletto, quien tras la lesión de Alaba en diciembre sentó en el diván al Aurélien para convencerle de que él sería el central.

Como sucedió en el mercado de verano con la figura de delantero, el Real Madrid hizo de la necesidad virtud. No fue al mercado pese a tener como lesionados de larga duración a Militao y Alaba. Rüdiger también cayó en combate temporalmente y la sanción de Nacho obligó a una pareja inédita en el eje de la zaga formada por Tchouaméni y Carvajal. Fue ante el Girona en un duelo que prácticamente decidió la Liga, con 4-0 a favor del Real Madrid.

En los nueve partidos en los que el mediocentro ha ejercido en algún momento de central, hasta en siete el Real Madrid ha terminado sin encajar. En total, tres goles en contra, dos frente al Valencia, donde Tchouaméni vivió su peor momento como central. Se cayó fortuitamente encima de Diakhaby, que sufrió una lesión espantosa. Tal es su gravedad que los especialistas médicos consideran que lo primero es que vuelva a andar con comodidad.

El drama con Diakhaby y los consejos de Camavinga

Algunos le recriminaron que pusiera antes un mensaje quejándose de la actuación de Gil Manzano, que preocupándose por el jugador del Valencia. Sin embargo, en la previa Carlo Ancelotti aseguró que Tchouaméni había hablado con él personalmente. "Todos hemos estado cerca de Mouctar. Las lesiones son bastante frecuentes, pero creo que va a volver bien. Le deseamos lo mejor", dijo el italiano.

Por su parte, Camavinga habló de la conversión de Tchouaméni, un proceso por el que él ya pasó: “Me río mucho porque yo estaba en la misma situación de lateral. Siempre le digo que las cosas empiezan así”. El proceso de Aurélien para ser defensa se inició en octubre. Su primer partido en esta posición lo jugó en la jornada 9, ante Osasuna. Para prepararse usó unas gafas de realidad virtual con las que adaptarse a los movimientos que exige esta demarcación.

Ha sido la práctica la que he permitido ir ganando automatismos que, en contextos de partidos rápidos como los que propone el RB Leipzig, son más fáciles de poner en práctica. En la ida contra el equipo alemán arrancó dubitativo ante atacantes muy móviles, pero acabó siendo el hombre de jerarquía de la zaga, dando instrucciones y supliendo el vacío de un Nacho al que ha llegado a superar en la rotación.

De la crítica al elogio del Tchouaméni central

Frente al Valencia, el capitán acabó saliendo al final del encuentro. No fue de la partida por molestias que, según Ancelotti, justificaron su suplencia de inicio. No obstante, el bajón de Nacho ha coincidido con la adaptación de un Tchouaméni que gana el 76% de los duelos aéreos y que comete pocas faltas. La inseguridad de una posición a la que está menos acostumbrado le hace estar más concentrado. Cuando juega de pivote lo hace más relajado, también a sabiendas de compartir parcela con Kroos.

Atrás le ofrece este seguro Rüdiger, que le ha convencido de que ser central es una gran oportunidad para él. Así como un modo de combatir las opiniones que afirman que no es un jugador para el Real Madrid. "Tchouaméni merece más banquillo que Modric. Todavía no sé qué hace bien o en qué destaca", dijo de él Álvaro Benito, exfutbolista y comentarista en Movistar+. Unas declaraciones muy comentadas que el francés ha combatido con los elogios de los que le conocen, como el español Robert Moreno. El exseleccionador español y actual entrenador del Sochi ruso fue el gran valedor de su fichaje por el Mónaco en 2020.

"Las condiciones las tiene. Solo ha de mirar a Mascherano en el Barça para saber que puede llegar a ser en uno de los mejores centrales del Real Madrid. Para un futbolista de su talento, fuerza física y mental, jugar más atrás casi que le facilita las cosas, ya que ve todo el fútbol de cara", analizó para 'EFE' Moreno. Y hasta el padre de Aurélien, "quien se rió mucho al verme de central ante Osasuna", ve a su hijo como un defensa aprovechable. Un converso forzado, pero que ha pasado con nota el examen infalible de versatilidad y fortaleza mental para saber si efectivamente uno está capacitado para vestir la camiseta blanca.