Fútbol

El último servicio de Paños

La guardameta alicantina disputa como titular y gana la Copa de la Reina con el Barcelona, un partido especial para ella que sirve como cumbre a una trayectoria de éxitos como culé

Sandra Paños, junto a Alexia Putellas, tras ganar la Copa de la Reina

Sandra Paños, junto a Alexia Putellas, tras ganar la Copa de la Reina / FC Barcelona

David Marín

David Marín

A la temporada aún le quedan varios partidos, entre ellos una apasionante final de Champions League en la que el Barça afrontará su principal reto del año, la corona europea, única competición en la que tiene rivalidad de tú a tú. En España, el equipo femenino que entrena Jonatan Giráldez no tiene oposición, desde hace tiempo. Las azulgranas han forjado una generación legendaria con una serie de nombres que iniciaron un camino que ahora continúan otras. Entre esos nombres, el de una alicantina.

Sandra Paños disputó como titular el que, salvo giro de guion inesperado, será su último gran partido defendiendo la portería del Barça. Una vez cedida la titularidad a su heredera, Cata Coll, la guardameta criada futbolísticamente en el Sporting Plaza de Argel recibió el premio y reconocimiento a toda una trayectoria en forma de un partido con título en juego, aunque en el que las culés mostrando una superioridad sideral con sus oponentes.

El palmarés de Paños como azulgrana lo dice todo del ciclo del que ha formado parte junto a las Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Mapi León, Patri Guijarro, Salma Paralluelo y compañía. No todas estaban cuando ella llegó y se puso los guantes, pero se marcha sabiendo que aquellas primeras piedras ahora son un edificio que impresiona, por calidad, competitividad, voracidad ganadora y, además, trascendencia social. Estas futbolistas son algo más que deportistas. El tiempo dirá si el campo que están construyendo sirve a futuras generaciones de niñas para no sufrir las adversidades que ellan han tenido que aguantar, siendo jóvenes y adultas.

Cinco ligas, dos Champions League, seis Copas de la Reina, cuatro Supercopas de España y un buen número de premios individuales (cuatro trofeos Zamora a la guardameta menos goleada de la liga española, una nominación a mejor portera de la Champions, cinco inclusiones en el mejor equipo de la máxima competición continental y un galardón a la mejor cancerbera del mundo) adornan la galería de trofeos de Paños como azulgrana. En la estantería hay hueco para uno más, la Champions League de esta temporada, cuya final enfrenta a Barça y Olympique de Lyon, los dos grandes transatlánticos del fútbol femenino, el próximo 25 de mayo.

En 2015, hace casi una década, Paños cambió de ciudad, pero mantuvo los colores azul y grana que le han acompañado durante toda su trayectoria en la élite, aunque nunca los haya podido lucir por el hecho de ser portera.

Del Levante, donde había militado entre 2010 y 2015, pasó al Barcelona. Un Barça completamente distinto al actual. Una primera piedra de la megaconstrucción que es actualmente. Sandra Paños ya había destacado como granota y en las categorías inferiores de la selección y la entidad azulgrana la elegía como su apuesta para la portería de un proyecto que aspiraba a lo máximo.

Toda una vida de azulgrana

Esa era la aspiración porque la realidad en 2015 era muy diferente a la de 2024. El Barça había ganado cuatro ligas consecutivas, pero el muro de Europa era infranqueable. Wolfsburgo, PSG y Lyon devolvían a las catalanas a la dura realidad de aquellos momentos, incluida una goleada (1-4) en la primera final europea de su historia. El cambio se produjo en 2021, levantando al fin la ansiada Champions con la alicantina como titular, arrollando al Chelsea por 4-0 en Gotemburgo.

Paños, con sus compañeras detrás, levanta el título de la Copa de la Reina

Paños, con sus compañeras detrás, levanta el título de la Copa de la Reina / EFE

Dos años después llegó el segundo título europeo, con Paños como capitana y una espectacular remontada al Wolfsburgo, de 0-2 a 3-2. Aquel fue el cénit en la carrera de la alicantina. Se quedó sin participar en el Mundial ganado por la selección por formar parte de «Las 15» y contempló como, precisamente en ese torneo, su suplente en el Barça, la joven Cata Coll, se presentó al mundo cuando nadie lo esperaba.

Tuvo que ver por la tele aquel momento histórico y le tocó vivir junto a sus compañeras la posterior polémica y cambios en torno a la Federación y la selección femenina. En el Barça perdió protagonismo y se marchará a su nuevo destino, aún por conocer, con categoría de leyenda, con 250 partidos disputados defendiendo su portería y su escudo. Aquella niña que soñaba junto a sus compañeros de equipo ser portera lo consiguió. Y en el mejor equipo del mundo.

Ahora le toca seguir disfrutando de su pasión. Sin el rojo y el grana que le han acompañado durante toda su carrera en clubes, pero con los guantes puestos. Esos siempre formarán parte de ella. En el Barça. En la selección. En el Levante. En el Sporting de Argel. Y allá donde vaya.

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