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El adiós entre lágrimas del último gran capitán del Eldense

Iván Forte se despide de la afición del Deportivo rodeado de su familia, entre aplausos y sin poder contener la emoción de poner fin a una etapa profesional en la que asegura haber "vivido un sueño"

Iván Forte no puede contener las emoción durante su despedida como capitán del Eldense.

Iván Forte no puede contener las emoción durante su despedida como capitán del Eldense. / CDE

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Mañana complicada. Las piernas pesan más de lo habitual, más que en los partidos grandes. En esos, siempre hay otro más, el siguiente. En el de esta mañana en el Nuevo Pepico Amat, no. El de este día 12 de julio es el último. Sin rivales, sin rituales en el túnel de camino al campo, sin olor hierba recién regada, sin escuchar la leve punción de los tacos al caminar. En una sala de prensa llena, rodeado de buenos recuerdos, de amigos, de la propia familia. Así se ha ido Iván Forte, el último gran capitán del Eldense, el tipo calmado que ha liderado tres ascensos como guía, como ejemplo de profesionalidad y compañerismo, por eso le ha costado tanto decirse frente al espejo "hasta aquí he llegado, ya está".

El centrocampista se marcha del equipo de su ciudad después de haber hecho realidad "un sueño" que se antojaba imposible antes de que él regresara, el de meter al Deportivo, un club manchado por la sombra de los amaños hace seis temporadas, desahuciado, dejado al borde de la bancarrota por sus anteriores gestores, en el exquisito club de franquicias representadas en el fútbol profesional. Pascual Pérez ha cimentado sobre la fortaleza emocional de Forte un proyecto que le debe mucho a ese reencuentro de personalidades porque, aunque ahora todo es brillo y oropel, hubo días, y no tan lejanos, en los que tocó echar mano del carácter conciliador del eterno capitán.

Inquieto, con la voz agitada y el pensamiento moviéndose a toda velocidad, incontenible, Iván Forte acertó a "dar las gracias a la directiva y, en especial, al director deportivo Manu Guill, por creer en mí" antes de romperse, de dejarse atrapar por una emoción súbita, abrumadora, real. "También quiero agradecer a todos mis compañeros y al cuerpo técnico porque sin ellos todo esto no habría sido posible", subrayó.

Iván Forte y Cristian López, entrenando al margen del grupo.

Iván Forte y Cristian López, entrenando al margen del grupo. / CDE

El futbolista, que se despide del Eldense con 37 años, bromeó recordando que, cuando llegó al Eldense en 2020, "solo pensaba en que iba a jugar en el equipo que soñaba jugar desde niño, nada más". "Desde que mis padres me apuntaron con 6 o 7 años, es el único equipo con el que he jugado en todas las categorías inferiores", remarcó mientras sustanció el respaldo familiar desde que empezó a jugar con la pelota en el colegio.

Forte y sus 181 centímetros de altura, flaquearon al mencionar la conversación mantenida con su hija a propósito de su salida del club: "Cuando le dije a mi niña que no iba a continuar siendo jugador del Eldense, me respondió llorando que eso no podía ser porque era el capitán y que el equipo me necesitaba".

El centrocampista alicantino admitió con semblante amable que "todo tiene un principio y un final y mi final ha llegado". "Me voy sabiendo que el Eldense está en buenas manos", observando a Manu Guill antes de cerrar su intervención con los ojos llenos de lágrimas y recibiendo un aplauso generoso de la sala al grito de "¡Aúpa Deportivo!".

Iván Forte aprovechó su despedida para recordar que "el club ha querido en todo momento que siguiera" y aclaró que todavía se siente con fuerzas para seguir jugando, aunque a otro nivel, y que su deseo ahora es "encontrar un proyecto en el que puede aportar y ayudar".

"Cuando firmé con el Eldense, supe que entraba a formar parte de un proyecto muy ambicioso, pero nunca imaginé que podía serlo tanto. Nunca había logrado un ascenso antes pese a jugar varias promociones, y aquí he conseguido tres consecutivos", se congratuló el último gran capitán del Deportivo.

Sobre el decisivo tanto que anotó hace un año ante el Sestao River en la final de la promoción de ascenso a Primera RFEF, Forte indicó que "ese gol lo metimos todos, yo solamente pasaba por ahí". "Ver al Eldense en Segunda División es un sueño para cualquiera", reiteró antes de recordar cada uno de los tres hitos logrados por el equipo en las últimas campañas.

"Los tres ascensos son diferentes. En el primero solo valía subir y se vivió un poco menos. El del año pasado a Primera RFEF fue todo. Tuvimos un año complicado y poder dedicar a mi mujer ese ascenso fue mucho para mí. En este último éxito he tenido menos protagonismo, pero ha servido para hacer realidad el sueño que tengo desde niño", enfatizó el capitán, que, por culpa de las lesiones, no ha gozado de la regularidad (y la notoriedad táctica) de los dos cursos anteriores. Solo diez partidos, apenas cien minutos sobre el césped, suficientes para aupar, desde su rol de buen líder, a una entidad con más de un siglo de vida a Segunda División seis décadas después.