Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea estuvieron de acuerdo ayer en que se multe a los países con desequilibrios macroeconómicos preocupantes, como el desempleo excesivo, pero sólo cuando los afectados ignoren repetidamente las recomendaciones europeas para remediarlos.

La Comisión Europea, que propuso incluir el paro como uno de los diez parámetros para detectar esos desequilibrios, se comprometió a ponerlo en relación con otros criterios y a tener en cuenta su posible persistencia y la capacidad de la economía afectada para realizar ajustes. Bruselas aceptó además que cualquier análisis tendrá que considerar las circunstancias específicas de cada estado miembro y hacerse con perspectiva y además ser parte de una evaluación completa, con lo que la concreción del seguimiento comunitario en sanciones económicas resultará remota en la práctica.

La inclusión del paro excesivo como criterio para imponer sanciones resulta especialmente preocupante para países como España, que presenta una tasa de desempleo del 21,52 % , lo que supone 4.978.300 personas desempleadas, según la última Encuesta de Población Activa (EPA).

No obstante, la propia vicepresidenta económica del Gobierno español, Elena Salgado, insistió ayer, en que España ya está corrigiendo los desequilibrios de su economía, por lo que no espera recibir sanciones. De lo contrario, la multa podría ascender hasta los mil millones de euros.

En este sentido, además del desempleo, se tendrán en cuenta las desviaciones en el balance por cuenta corriente, posiciones netas de inversión internacional, cuotas de mercado de las exportaciones, costes nominales unitarios, tasas de intercambio efectivas, deuda del sector privado, flujo de crédito en el sector privado, precios de la vivienda y deuda pública. Los niveles de superávit excesivo también serán considerados, pero no llevarán en ningún caso a sanciones, como reclamaba Alemania.

Las sanciones, de llegar a imponerse, equivaldrán al 0,1 % del PIB del país infractor, por debajo del 0,2 % previsto para desviaciones de los umbrales de déficit y deuda previstos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (el 3 % y el 60 % del PIB, respectivamente), otro de los brazos de la nueva legislación europea para reforzar la gobernanza económica.

Vigilancia sobre Italia

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, comentó que el primer ejemplo de la gobernanza económica reforzada lo constituye la misión de supervisión que el Ejecutivo de la UE mandó ayer a Italia para comprobar que se ponen en marcha las medidas económicas prometidas por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el pasado 26 de octubre. Al respecto, los mercados siguieron mostrando ayer su desconfianza en las cuentas públicas italianas y su prima de riesgo batió un nuevo récord, al alcanzar los 500 puntos básicos, lo que sitúa los intereses de sus bonos a diez años en el 6,8%, muy cerca del 7% que está considerado como el umbral para solicitar un rescate externo.

Por otra parte, los Veintisiete también decidieron adoptar medidas para evitar que las nuevas exigencias de capital de las grandes entidades provoquen una nueva caída del crédito. Así se evitará que las entidades reduzcan bruscamente sus activos (cuanto menos préstamos tienen concedidos menos capital necesitan) para alcanzar los nuevos mínimos.

Mientras en este capítulo hubo acuerdo, no se logró sobre la imposición de una tasa a las transacciones financieras en la UE. Alemania y Francia lideraron el grupo de países a favor de esta medida, entre los que también se encuentra España, pero otros como Reino Unido reiteraron su oposición.

La eurozona exige a Grecia que ponga por escrito su compromiso

Los países de la eurozona exigieron ayer que el nuevo Gobierno de unidad nacional de Grecia y los líderes de los dos principales partidos políticos ratifiquen por escrito que aplicarán los ajustes exigidos a cambio del rescate de la UE por considerar que se ha roto la confianza tras el anuncio fallido de un referéndum por parte del ex primer ministro, George Papandreu. "Pensamos que el anuncio unilateral del referéndum fue una ruptura de confianza por parte de Grecia con sus socios europeos", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, tras la reunión de los ministros de Economía de la UE. "Es esencial restaurar el contrato social entre Grecia y el resto de la eurozona", aseguró. ep bruselas