Agricultores franceses vertieron ayer decenas de toneladas de melocotones, nectarinas y albaricoques delante de un supermercado de la ciudad de Perpiñán para protestar contra el aprovisionamiento con productos españoles a los que culpan de hundir los precios.

Según la emisora de radio France Bleu Rousillon, la acción comenzó hacia las cinco de la madrugada cuando una veintena de agricultores lanzaron la carga delante de una tienda de la marca Leader Price que se encuentra en las proximidades del mercado mayorista de Saint Charles, a las afueras de la ciudad.

Uno de los participantes en la protesta, citado en la página internet del diario L'Indépendant de Perpiñán, denunció la llegada de género desde España sin que se haya fijado un precio previamente.

«Los camiones -explicó- salen del lugar de producción y la negociación se hace mientras circulan», lo que tiene como consecuencia que los importadores acumulan mercancía, «paralizan el mercado», proponen precios muy bajos, y eso acaba por convencer a los distribuidores franceses, que les compran, en detrimento de la producción local.

En declaraciones al periódico, sindicalistas agrícolas franceses acusaron a los grupos de distribución de afirmar que sólo comercializan fruta nacional, pero en la práctica venden la española, sobre todo en las tiendas alejadas de las áreas de cultivo, donde creen que no tendrán controles de verificación.

Y se quejaron de que «nuestra producción nacional se queda en los árboles o en las cámaras frigoríficas». No es la primera vez que se producen este tipo de protestas en Francia, donde, en otras ocasiones, se han llegado a parar camiones con fruta española para impedir su distribución.