Paso a paso, el nuevo presidente de Fundesem, Cayetano Sánchez Butrón, va quemando etapas en la hoja de ruta que se marcó para relanzar la escuela de negocios. Tras formalizar el acuerdo para refinanciar la deuda de 1,2 millones que el centro mantenía con el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y pactar un calendario de pagos por los 87.000 euros que también debía a la Cámara de Comercio de Alicante, el siguiente punto en la lista era abordar el relevo en la dirección del centro, que durante los últimos seis años ha ejercido el consultor Miguel Rosique, a través de una vicepresidencia ejecutiva.
La salida de Rosique estaba decidida desde el momento en que la Conselleria de Economía, que dirige Rafa Climent, exigió su relevo como condición para acceder a refinanciar la deuda -con el pretexto de que la escuela necesitaba un nuevo impulso- y el propio Sánchez Butrón la había confirmado públicamente el pasado mes de mayo, en la firma del citado acuerdo. Sin embargo, no fue hasta ayer cuando el también abogado aceptó formalmente la renuncia presentada por Rosique, lo que supondrá su salida de la escuela de negocios a mediados del próximo mes, cuando finalice el curso.
Aunque Fundesem tenía hasta agosto para acordar la marcha de Rosique, los hechos se han precipitado ante el deseo del nuevo presidente de abordar en el consejo rector de la próxima semana la nueva estructura de funcionamiento del centro formativo. De manera inmediata, lo que se hará será repartir las funciones directas que ejercía en el día a día Rosique para que la escuela siga funcionando con normalidad, para lo que no se descarta alguna incorporación externa. No obstante, lo que sería propiamente el nombramiento de un nuevo director general, si finalmente se opta por mantener esta figura, como todo apunta, se dejaría para más adelante. El siguiente paso sería la redacción de un plan estratégico, tal y como ya avanzó este diario, para tenerlo preparado a lo largo de septiembre.
Sánchez Butrón agradeció ayer «a Miguel Rosique y todo su equipo» el «esfuerzo» realizado en estos años por sacar a flote el centro y reconoció, en conversación con este diario, que el consultor, que llegó a la vicepresidencia de Fundesem en el año 2013, en plena crisis, no lo había tenido «nada fácil». «Está claro que habrá tenido aciertos y errores, pero me gustaría quedarme con los primeros», señaló, sin querer entrar en más valoraciones.
Defensa de su gestión
Por su parte, Miguel Rosique rechazó comentar los motivos que han llevado al Consell a exigir su marcha y se limitó a reivindicar la gestión que ha realizado al frente de la escuela de negocios en este tiempo. «Cuando llegué la caja estaba a cero, la escuela no tenía ningún patrimonio y había unas pérdidas de 1,5 millones de euros que hemos conseguido reducir a poco más de 100.000 euros en el último ejercicio», aseguró el consultor, que también señaló que «la escuela ha pasado cuatro bolas de partido en este tiempo y las hemos logrado salvar todas». Eso sí, pidió a los empresarios que mantengan su implicación con la escuela y que la sigan «apoyando» porque «el partido todavía no ha acabado» y hay que garantizar el futuro del centro.
Del mismo modo, señaló que, si la escuela ha sobrevivido en este tiempo, «ha sido gracias a la confianza de los alumnos», ya que, según dijo, Fundesem no ha recibido ayudas públicas. Miguel Rosique seguirá vinculado a la escuela de negocios alicantina como miembro protector de la misma, y falta por ver si como profesor.
