Anticiparse a la demanda y detectar las nuevas tendencias suele ser una vía bastante segura de tener éxito en el mundo empresarial, y el sector de la sanidad privada no es una excepción. Es el caso del Instituto Bernabeu, que está recogiendo los frutos de su decisión de especializarse en tratamientos de fertilidad para mujeres de edades avanzadas -en línea con el retraso generalizado que ha experimentado el acceso a la maternidad-, y, en casos de especial dificultad, que suelen llegar tras varios intentos fracasados en otros centros. El resultado es que las tres clínicas que el grupo tiene en la provincia elevaron su facturación hasta los 15,32 millones de euros el año pasado, lo que supone un 21% más que en el ejercicio anterior y hasta un 52% más que en 2015, cuando la compañía decidió unificar en una sola sociedad estos tres centros.
Así consta en las cuentas anuales que acaba de depositar la mercantil Instituto Bernabeu SL, a las que habría que sumar los ingresos de las clínicas que el grupo posee en Madrid, Cartagena, Albacete o la recién inaugurada de Palma de Mallorca, que se gestionan a través de sociedades independientes. En este sentido, el propio Rafael Bernabeu reconocía ayer el importante incremento de la actividad que ha registrado el grupo, que atribuyó a un mayor grado de conocimiento del mismo por parte de las posibles pacientes interesadas en tratamientos de fertilidad, pero también a su apuesta por el segmento de mujeres que quieren ser madres a una edad tardía o con casos complicados. Según sus propios datos, esta especialización ha llevado a que la edad media de sus pacientes haya pasado en apenas una década de los 31,5 a algo más de 40 años.
Del mismo modo, cada vez es mayor el porcentaje de parejas o mujeres foráneas que recurren a sus tratamientos. Aproximadamente la mitad del total son extranjeras, otro 30% proceden de otras provincias españolas y solo el restante 20% serían pacientes alicantinas, según las cifras facilitadas por el propio Bernabeu, que también destacó la aceptación de sus nuevos tests de diagnóstico genético para determinar las causas de la infertilidad masculina, de los problemas de implantación de los embriones en determinadas pacientes, o de la endometriosis, entre otros aspectos.
Eso sí, este aumento de facturación no se ha trasladado a los beneficios, que retrocedieron un 3,2%, hasta los 2.688.342 euros. Los motivos hay que buscarlos, por un lado, en el importante aumento de plantilla del grupo -el personal medio de las clínicas de la provincia pasó de 86 a 108 personas, lo que elevó el gasto en esta partida hasta los 4,8 millones, un 20% más-, también en las inversiones en investigación y en la subvención de algunos tratamientos a clientes con bajos recursos, según el presidente de la firma. A ello hay que sumar los gastos para la puesta en marcha de la nueva clínica del grupo en Palma de Mallorca, que inauguró sus puertas el pasado septiembre.
Resto de clínicas
En cuanto a la evolución del resto de centros, la facturación de Cartagena cayó un 4,37%, hasta los 861.073 euros, mientras que la de Albacete creció un 21%, hasta 1.356.486 euros, y la de Madrid, inaugurada hace algo más de dos años, multiplicó por 3,5 sus ingresos, hasta sumar un total de 3.433.923 euros.
