El turismo es el que peor lo está pasando por la crisis sanitaria, como lo demuestran los casi 10.000 millones de euros que el sector calcula que se están perdiendo en la provincia de Alicante por la fuerte caída de visitantes. En un verano normal la totalidad de las 41.000 camas que configuran la planta hotelera han estado disponibles, con porcentajes de ocupación cercanos al 94%. Sin embargo, en la actual campaña sólo ha permanecido abierta el 70% de la planta hotelera, con ocupaciones de poco más del 50%. Las recomendaciones de no viajar a España, y la «ocurrencia» de Boris Johnson de decretar cuarentena a todos los ingleses que regresaran del país han causado un enorme perjuicio al sector. La confianza está depositada ahora en que se pueda recuperar lo movilidad internacional a través de corredores seguros y la realización de test.