Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El sector de los servicios pierde 11.000 empleos en un año en Alicante por los efectos del covid

La provincia cuenta con 1.800 empresas menos que hace doce meses y el 85% son negocios asociados al turismo, los más perjudicados por la pandemia - Sindicatos y expertos abogan por engancharse a la digitalización de cara a la recuperación

Imagen reciente de un camarero con mascarilla atendiendo la terraza de una cafetería de Benidorm.

La evolución de la economía provincial ha estado marcada, tradicionalmente, por movimientos cíclicos (pico-valle), en cuanto al tamaño del tejido empresarial y, sobre todo, al volumen del empleo, con altas y bajas laborales, dependiendo de las campañas estacionales, ya fueran las agrícolas o las más fuertes del sector turístico. Sin embargo, la crisis del coronavirus también ha venido a socavar en parte esta dinámica.

El fuerte impacto que ha causado la pandemia en las principales actividades motores de la economía ha reducido el censo empresarial y el de personas ocupadas. Alicante ha perdido en el último año, entre octubre de 2019 y el mismo mes de este año, 1.800 empresas y 15.650 empleos, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo. Hace un año, la provincia contaba con 60.004 compañías y 486.276 trabajadores, mientras que ahora están activas 58.201 mercantiles y el número de empleados ha bajado hasta los 470.626.

El 85% del recorte del número de empresas inscritas en la Seguridad Social se ha producido en el sector de los servicios, que suma 44.127 empresas en Alicante, en su mayoría enmarcadas en las actividades vinculadas al turismo, con más peso en la economía alicantina, como son la de los hoteles, la hostelería, el comercio o el ocio. En lo que se refiere al empleo, de los 15.650 puestos de trabajo destruidos, 11.058 se han concentrado, igualmente, en los servicios, que es el sector que más mano de obra aporta al mercado laboral provincial, con 349.476 ocupados.

La protección de los ERTE

No es de extrañar estos acusados descensos, si se tiene en cuenta que desde que apareció la pandemia, a mitad del mes de marzo, los negocios turísticos, como hoteles, bares, restaurantes, cafeterías o comercios, han estado cerrados o han bajado drásticamente su actividad por las medidas restrictivas y las limitaciones de la movilidad para frenar los contagios del virus. Muchos puestos de trabajo se encuentran aún en una situación de suspensión temporal por el mecanismo de protección que han supuesto los ERTE, aunque se desconoce aún durante cuánto tiempo se podrán prorrogar en un escenario marcado por la incertidumbre sobre la evolución de la emergencia sanitaria.

Ayudas al contrato indefinido

El Gobierno acaba de plantear a los agentes sociales la posibilidad de incentivar la contratación indefinida con un mínimo de 4.000 euros. «Nuevas medidas de estímulo económico se considerarían bienvenidas para intentar paliar el efecto que esta crisis está provocando en los sectores productivos y el empleo», según apunta David Montoya, profesor del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Alicante (UA).

También los sindicatos apuestan por políticas activas de empleo, sobre todo, porque reconocen que «la mayor preocupación ahora es si todos los puestos que se han perdido en sectores que son el motor económico de Alicante se van a recuperar cuando se supere la pandemia», subraya Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l’Alacantí-La Marina.

Daniel Patiño, secretario de Acción Sindical de CC OO-PV, cree que, en cuanto se levanten las restricciones, se reactivarán las actividades que necesiten poca inversión y poca cualificación laboral. «Pero una reactivación así no sería lo deseable, porque sería más de lo mismo. Por contra, se tendría que redistribuir el peso productivo y, por tanto, el modelo para no depender del monocultivo de los servicios. El sector industrial debe coger más peso y el resto avanzar con nuevos servicios y estrategias», añade Daniel Patiño.

«No caer en el mismo error»

También Yaissel Sánchez cree que «las empresas deben repensar el modelo y, en vez empleo precario, apostar por el empleo 5.0. De lo contrario, volveremos a caer en el mismo error de no ser competitivos». Por su parte, David Montoya hace hincapié en la necesidad de que se ponga en marcha «un plan nacional de formación digital, también ejecutado por las autonomías».

Según el experto, en España existe un déficit «abismal» de formación tecnológica y advierte de que «puede pasar que, al final, tengamos que traer personal cualificado del exterior».

Un segundo trimestre con los datos más negativos

El Informe de coyuntura del segundo trimestre del año presentado el martes por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) ya avanzaba que, entre abril y junio, en Alicante «se dejaron de crear empresas, a la par que las que todavía no habían cerrado reducían de forma apreciable el número de trabajadores», aunque incidía en que subía ligeramente el número de autónomos. Con los datos del Ministerio, en abril, al mes siguiente de declararse la pandemia y el confinamiento, Alicante registró el número más bajo de empresas en lo que va de año, con 55.290. El de trabajadores fue en marzo, con 439.768.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats