Perfecto Palacio de la Fuente, el alicantino que hizo del puerto de València el mayor referente de tráfico de contenedores del Mediterráneo, falleció este viernes en el sanatorio Perpetuo Socorro de Alicante a los 87 años a causa de una neumonía provocada por el covid-19. La epidemia se lleva a uno de los grandes empresarios que ha dado esta provincia, un visionario, capitán de la marina mercante que, tras navegar por medio mundo, reparó y fue el primero en apostar por ese negocio marítimo.

Nacido en 1933 en Barcelona, donde entonces trabajaba su padre, regresó con su familia a Alicante cuando solo tenía dos meses. Sin embargo, volvería a la capital catalana cuando, tras finalizar sus estudios en el Instituto de Enseñanza Media, se matriculó en la Escuela Oficial de Náutica y Máquinas. Obtuvo el título de marino mercante en 1953.

La intuición acerca del futuro que tendría el transporte marítimo en contenedores le llegó en Brasil, donde ejerció como gerente de una naviera. A ese país había llegado tras dejar atrás su etapa como capitán de la marina mercante, que se inició con un naufragio, sin víctimas, a la altura de Algeciras -anécdota que le gustaba recordar- y acabó al frente de tránsitos a Sri Lanka y Birmania.

Palacio de la Fuente, junto a su hijo, el actual presidente de CEV Alicante. | RAFA ARJONES

Iniciativa privada

En Sudamérica decide unir su futuro a los contenedores, que en aquel momento en España el Gobierno iba a impulsar únicamente en Bilbao, Barcelona y Cádiz. Sin embargo, Palacio consideró que podía ser un buen negocio y que el sector privado también podía impulsarlo, y decidió hacerlo con sus propios medios. Primero ofrece el negocio a su ciudad, Alicante, pero choca con la nula predisposición de los dirigentes del puerto de entonces, a los que alteraba, sino molestaba, toda propuesta innovadora.

Ante ello, Palacio gira su mirada hacia el norte, València, donde le abren los brazos. Comenzaba la década de los años 70 y tanto el director del puerto valenciano, José Luis Vilar, como el ingeniero de explotación, Rafael del Moral, le otorgan toda su confianza para desarrollar el proyecto, que empieza a caminar con la compra de una grúa Liebherr, cuya adquisición se firmó en una servilleta en un bar de Lisboa, tras la renuncia del puerto portugués a la operación. Así, una vez depositados 25 millones de pesetas en un banco austríaco, el sueño de Perfecto Palacio comenzaba a tomar forma con Marítima Valenciana.

Tras quedar instalada en marzo de 1972, la puesta en marcha de la grúa impulsó la decisión de convocar un concurso público para la gestión de instalaciones, que propiciaron la llegada de otros armadores y navieras a València, convirtiendo el puerto en uno de los más importantes del Mediterráneo.

En abril de 1999, Perfecto Palacio aceptó una oferta de 24.000 millones de pesetas del grupo Dragados para vender Marítima Valenciana. Unos años antes, en 1993, invirtió 6.000 millones de pesetas para transformar la fachada marítima de Alicante, creando Marina de Alicante, que hoy gestionan sus hijos.

Casado con María Teresa López Salas, tuvo tres hijos, Perfecto, Maite y Javier. El primogénito es hoy presidente de CEV Alicante. Dadas las restricciones obligadas por el covid, el funeral de Perfecto Palacio de la Fuente tendrá lugar en la más estricta intimidad.