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Ecisa aumenta ingresos pero no logra salir de pérdidas en su año de transición

La constructora cerró el ejercicio 2019 con unos ingresos de 88 millones y unos números rojos que superaron los 18 millones

La sede de Ecisa en Playa de San Juan. | PILAR CORTÉS

La constructora alicantina Ecisa logró mejorar sus cifras en 2019, con un incremento de facturación cercano al 7%, aunque no fue suficiente para dejar atrás los números rojos que arrastra desde hace años y que, eso sí, al menos consiguió recortar alrededor de un 29%. Un balance agridulce para un ejercicio de transición en la compañía, en el que el fondo Al Alfia tomó definitivamente las riendas de la empresa, con la renuncia de Manuel Peláez Robles a la presidencia en el mes de junio y el nombramiento del ejecutivo Enrique Barreiro como nuevo CEO en el mes de octubre.

De acuerdo con las cuentas consolidadas depositadas por la constructora en el Registro Mercantil, Ecisa alcanzó en 2019 unos ingresos de 88,5 millones de euros frente a los 82,8 del ejercicio anterior. Un incremento que llegó, sobre todo, por la mejora de la facturación en España (que pasó de 54,3 a 56,3 millones) y por los buenos resultados de su filial especializada en infraestructuras ferroviarias, Steconfer, que mejoró sus cifras en Portugal, donde está domiciliada y donde pasó de 5 a 6,2 millones de facturación, y la apertura de nuevos mercados en Suecia, donde ingresó seis millones frente a los 159.965 euros del año anterior. Por su parte, la filial argelina sufrió una caída de ventas, de 19,6 a 17,7 millones de euros.

Estos mayores ingresos permitieron reducir las pérdidas, que el año anterior habían alcanzado los 25,7 millones, debido a los deterioros que tuvo que asumir por el fiasco de sus proyectos en Chile. En 2019 los números rojos se quedaron en 18,1 millones, un 29% menos pero, aún así, una cifra considerablemente abultada.

El propio informe de gestión atribuye estos resultados a los aumentos del coste de la mano de obra en proyectos ya contratados, lo que provocó que acabaran siendo deficitarios, además «de los altos costes de estructura y las dificultades financieras en que han derivado».

Al respecto, desde la firma señalaron que a lo largo del ejercicio de 2020 el grupo Ecisa ha iniciado «un intenso proceso de cambio reforzando su equipo directivo y redefiniendo su estructura organizativa, así como, gestionando el cierre de aquellos proyectos residenciales que arrastraban sobrecostes de ejercicios anteriores», con el objetivo de superar estas pérdidas.

Asimismo, la compañía ha puesto en marcha «diferentes actuaciones estratégicas para impulsar la transformación del negocio buscando la sostenibilidad, la eficiencia y el aumento de la competitividad». Unas actuaciones entre las que destacan la aceleración de su transformación digital, la apuesta por la I+D+i, la especialización en construcción sostenible y el fomento de la industrialización de las actividades constructivas, según la compañía.

Del mismo modo, desde la firma recuerdan que han contado en todo momento con el respaldo financiero de su matriz qatarí, que ya en diciembre de 2019 le inyectó cinco millones de euros, y, posteriormente, en 2020, aportó otros 10 millones, coincidiendo con el momento en que Al Alfia se convirtió en accionista único de la firma, tras adquirir el 24% que quedaba en manos de la familia Peláez por esa fecha.

La compañía se encuentra en estos momentos pendiente de un nuevo cambio de manos, desde que el pasado mes de septiembre se anunció que la cotizada española Urbas había llegado a un acuerdo con el fondo qatarí para adquirir el 51% de la compañía. Una operación que también supondrá que Al Alfia entrará en el accionariado de Urbas. El cierre de la venta sigue pendiente de los últimos detalles y autorizaciones para ejecutarse definitivamente, según fuentes de la mercantil.

Ecisa cuenta con una plantilla de más de 300 empleados y dispone de oficinas en España (Alicante y Madrid) y Argelia, los dos mercados donde quiere focalizar su negocio, con independencia de la actividad de su participada Steconfer.

Una trayectoria que incluye más de 30 rascacielos

En sus más de 50 años de historia, la constructora alicantina acumula en su hoja de servicios la construcción de más de 30 edificios que superan las 20 plantas de altura. Una especialización que inició en Benidorm -donde ahora mismo levanta el Benidorm Beach para Alibuilding, con 36 alturas- y que le valió para entrar en el mercado qatarí. La firma también tiene experiencia en dotaciones para Adif.

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