El fallido Júcar-Vinalopó fue aprobado en 1998, costó 400 millones de euros. 2005: el Gobierno de Zapatero y Narbona deciden cambiar la toma del inicio del Trasvase desde Cortes de Pallás al Azud de la Marquesa con Cullera en la desembocadura; así, se incrementaron costes y precio del agua.
El mal ejecutado embalse de San Diego que nadie repara, con cambios e incremento energético, que hacen imposible regar. Los mismos que cambiaron el lugar de la toma de agua, ahora quieren quitarnos los embalses, tuberías, y gobernanza, despreciando y anulando a la Junta Central de Usuarios. Tengo la seguridad, que en la Revisión del Plan del Júcar, eliminarán caudales, demandas, y reducirán los imprescindibles 80 hm3 del Trasvase.
Tras más de 40 años de Acueducto Tajo-Segura, el Gobierno pretende modificar las Reglas de Explotación; en la Revisión de Planes Hidrológicos, las EPTI del Tajo propondrán el incremento de los caudales ecológicos, y disminuir muchísimo el caudal, ya justito, del Trasvase Tajo-Segura. Eso sería gravoso para la estabilidad ambiental y económica de los regadíos de dicho trasvase.
Conclusión: tras celebrar un año de Pandemia, los regantes hemos cumplido nuestro compromiso con la sociedad: no han faltado alimentos frescos en los supermercados, evitando así el caos y el desorden social, como ha ocurrido en otros países.
Y esperamos que TODOS, políticos y ciudadanos, estén a la altura de los regantes, ante lo que intuimos vendrá: la triste disminución de regadíos, y el uso indiscriminado de la desalación nos llevará a la DESOLACIÓN.