Correos respondió ayer a las protestas convocadas por los sindicatos UGT y CC OO el pasado viernes y negó que exista ningún plan para privatizar la compañía o traspasar parte de su actividad a la filial Correos Express. Además, frente a las críticas de los sindicatos, que denunciaron que se están dejando numerosas vacantes sin cubrir, lo que equivalía al recorte de unos 200 empleos en Alicante, la empresa pública recordó las convocatorias que está realizando para la consolidación de empleo temporal y su transformación en empleos fijos. Unos procesos que este año supondrán la contratación indefinida de 178 personas en la provincia, según la compañía, que insistió en que no se están realizando, en ningún caso, despidos.
Eso sí, la empresa apuntó que tiene la obligación «de asignar eficientemente sus recursos, por lo que adecua su plantilla al nivel de actividad real» en cada momento. Igualmente, afirmó que las reorganizaciones realizadas en las unidades de distribución -los sindicatos denunciaban el cierre de algunos centros para concentrarlos en otras poblaciones mayores, en el interior de la provincia- «sólo han modificado el lugar de origen de los carteros sin afectar en nada a la atención prestada». La firma, además, recuerda sus iniciativas para impulsar la economía en zona rurales, como el marketplace que creó.
