Seguramente no será un gran consuelo, pero al menos la pandemia sorprendió a la cadena de tiendas deportivas Sprinter tras haber cerrado un ejercicio de récord y con unos beneficios multimillonarios. Según las cuentas que se acaban de publicar en el Registro Mercantil, la compañía controlada por la británica JD Sports consiguió entre el 1 de febrero de 2019 y 31 de enero de 2020 una ventas de 397,6 millones de euros, lo que supone un salto de un 41% sobre el cierre de su anterior año fiscal.
Este importante crecimiento también tuvo su repercusión en los resultados, que se multiplicaron por cinco, al pasar de 4,7 millones de euros a 24,7 millones. Una cantidad que los accionistas de la firma decidieron destinar a reservas.
Desde la propia compañía, originaria de Elche aunque ahora tiene su sede en el polígono de Las Atalayas de Alicante, atribuyeron ayer estas buenas cifras, por un lado, «al impacto positivo» que supuso el primer año completo en que las tiendas de SportZone en España se integraron en la cadena, tras la alianza entre JD y la portuguesa Sonae.
Pero, además, desde la firma señalan el aumento de ventas que se registró en sus propias tiendas, el crecimiento de las ventas online y la expansión física. De esta forma, Sprinter cerró el ejercicio con 157 establecimientos, el doble que sólo cinco años antes.
En la misma línea, la cadena cuenta ya con más de 3.800 empleados, según consta en el informe sobre el estado de información no financiera que acompaña a los balances de la mercantil.
Más compras
Por lo que respecta a los aprovisionamientos, la compañía incrementó tanto sus compras a proveedores nacionales, que pasaron de 52,6 a 88 millones de euros, como las adquisiciones que realiza en el extranjero, donde su volumen de compras pasó de 92,7 a 159,9 millones de euros, según las mismas fuentes.
Aunque el ejercicio se cerró el 31 de enero, el apartado de «Hechos posteriores» sí recoge ya los primeros efectos del covid en la actividad de la empresa. Así, señala que la compañía optó por reforzar sus líneas de financiación en 18 millones de euros, además de formalizar préstamos por importe de otros 44 millones. Además, inició negociaciones con los propietarios de los locales de sus tiendas para adecuar las rentas.
Desde la compañía reconocieron ayer que la pandemia tuvo un «impacto duro» en su actividad, pero destacaron la «resiliencia» demostrada por la empresa que, según recalcaron, le ha permitido esquivar las pérdidas en el ejercicio 2021, aunque todavía están cerrando los balances definitivos.
