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La agricultura alicantina perderá 31 millones en siete años con la nueva PAC

La Unió y Asaja critican que se penalice al sector para activar los fondos de reconstrucción - Oliva, almendra, uva, cereales y cítricos están afectados

Tareas de recolección de aceitunas en la comarca de El Comtat. | JUANI RUZ

La agricultura de la provincia tenía muchas esperanzas depositadas en el resultado de las negociaciones que se mantenían en el seno de la Unión Europea (UE) para definir los contenidos de la nueva Política Agrícola Común (PAC). Sin embargo, lejos de suponer una mejora, el acuerdo alcanzado esta semana ha supuesto un auténtico jarro de agua fría, toda vez que amenaza con recortar en 30,6 millones de euros las ayudas al campo alicantino en los próximos siete años.

Las organizaciones agrarias han mostrado su decepción por el hecho de que se vaya a penalizar al sector en el marco de la captación de recursos para los fondos de reconstrucción europea. Según explica el secretario general de La Unió, Carles Peris, se estima para España un recorte de las ayudas directas de entre el 1,9% y el 1,16% en el periodo comprendido entre 2021 y 2027, lo que equivale a 138,5 millones de euros en la Comunidad Valenciana, de los cuales 30,6 corresponden a la provincia de Alicante.

Sectores como la oliva, la almendra, la uva, los cereales y los cítricos, de gran relevancia en el campo alicantino, se van a situar entre los más afectados por estos recortes en las ayudas.

Además de este tijeretazo, la organización considera que la nueva PAC conllevará una pérdida de competitividad para las explotaciones y menores rentas para los agricultores y ganaderos. «Se va a primar más el componente medioambiental, lo que va a suponer mayores exigencias y, por tanto, un incremento de los costes de producción», lamenta Peris.

Esta situación, añade, «sitúa a nuestros agricultores y ganaderos en situación de desventaja frente a otras potencias agrícolas de terceros países, cuya competencia desleal se favorece desde la propia Unión Europea a través de los tratados y acuerdos de libre comercio, sin respetar los principios de reciprocidad ni exigir a las mercancías importadas nuestras mismas normas».

El otro factor que se critica desde esta organización agraria es que no se hayan tenido en cuenta en la negociación «las peculiaridades de la agricultura mediterránea, como había afirmado reiteradamente el ministro de Agricultura, Luis Planas».

Para Carles Peris, «las rentas de los profesionales del sector agrario deberían proceder, prioritariamente, no de las ayudas, sino del mercado, pero es que encima recortan las pocas que recibimos, nos imponen condiciones que aumentan nuestros costes, desmantelan los mecanismos de regulación de los mercados y nos llevan, por si todo lo demás no fuera suficiente, a competir en inferioridad con terceros países».

En parecidos términos se expresa el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, quien señala que, «lamentablemente, la ambición ambiental y climática, que todos podemos compartir, no se ve en absoluto acompañada de su correspondiente mayor dotación presupuestaria, sino que deberán ser los propios agricultores y ganaderos los que tengan que asumir nuevas y más rigurosas prácticas bajo el paraguas de los llamados ecoesquemas, si aspiran a recibir un nivel de pagos equivalente al actual».

Productividad

Siguiendo con esta misma argumentación, Andreu lamenta que se primen los criterios ecológicos sobre los de sostenibilidad económica. «Esta circunstancia supone un nuevo golpe para el mantenimiento de las economías rurales. A medio y largo plazo, nos vamos a encontrar con más despoblación y menor productividad en los campos debido a los requisitos medioambientales, lo cual va a tener un serio impacto en nuestra provincia, donde hay numerosas poblaciones que están perdiendo vecinos de forma continuada», enfatiza. La pérdida de productividad, añade, también puede tener un impacto significativo en la comarca de la Vega Baja.

Mejora de las condiciones en la negociación nacional

Asaja confía en que las condiciones de la nueva PAC mejoren con la negociación del plan estratégico nacional que se inicia ahora. «Es necesario descender de la literatura a la realidad de las explotaciones en España, donde deben primar los criterios técnicos y agronómicos para así lograr mejorar la rentabilidad, viabilidad y competitividad de los profesionales agrarios», indican desde la organización.

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