Lanzadera, la aceleradora impulsada por el dueño de Mercadona, Juan Roig, ha elegido a las firmas alicantinas Flex My Room y Simplicity Works entre el centenar de startups que este mes de septiembre se incorporan a sus distintos programas de crecimiento empresarial. Toda una suerte si se tiene en cuenta que eran más de mil las candidaturas que se habían presentado desde todos los rincones del país para optar a una de las plazas disponibles.
En el caso de Flex My Room, se trata de una iniciativa surgida en Benidorm que ha desarrollado una plataforma para que los hoteles puedan asegurar sus reservas frente a las cancelaciones, de forma que los establecimientos se protejan de las pérdidas que se producen por este motivo, según explica su CEO, Miguel Signes. El sistema está pensado para que los hoteles puedan ofrecer esta posibilidad de cancelación flexible en las contrataciones que realizan a través de sus propias webs, que dejan mayores márgenes que las que se consiguen a través de los touroperadores o a través de plataformas como Booking y otras similares.
La idea surgió cuando Signes, que había trabajadado en Servigroup, conoció en un coworking al corredor de seguros Pepe Such y decidieron unir sus conocimientos. Más tarde se les sumó Rubén Antón, para el desarrollo tecnológico. Tras probar con éxito su sistema con los primeros clientes, los tres socios quieren ahora continuar creciendo de la mano de Lanzadera, donde han entrado en la fase «Traction», para firmas que ya tienen desarrollado su proyecto y quieren consolidarlo.
Además, junto a esta primera línea de trabajo, Flex My Room ha puesto en marcha un nuevo proyecto en el que, mediante el uso de Inteligencia Artificial, quieren ayudar a los hoteles a pronosticar cuándo se producirán cancelaciones y en qué porcentajes, para ayudarles a tomar «mejores decisiones» a la hora de comercializar sus habitaciones. «Se trata de ayudarles a saber qué precios deben poner en cada momento o si deben hacer overbooking», explica Signes. No es su primera experiencia en una aceleradora, ya han estado también en la incubadora Demium Startups.
Por su parte, Simplicity Works formará parte del programa «Growth», que pretende impulsar empresas con un negocio consolidado. Esta compañía es fruto del empeño del emprendedor Adrián Hernández, que, tras participar en diversos proyectos en el sector del calzado, quiso desarrollar una nueva tecnología que permitiera recuperar la producción local en este negocio.
Así acabó patentando un sistema que permite introducir en un molde todas piezas de un zapato y unirlas de una vez con un polímero, de forma que se evita las fase de costura y se reduce notablemente el tiempo de fabricación. Un proyecto con el que espera revolucionar el sector y que, de momento, ya ha licenciado para una firma mexicana que trabaja para una gran compañía norteamericana. Además, en breve pondrá en marcha su primera fábrica propia en Elche, donde empezará a producir para la multinacional alemana Wortmann Schuh-Holding. No ha sido sencillo, como apuntaba ayer, Hernández, que lleva trabajando en su proyecto desde el año 2009. La firma está en plena ronda de inversión, en la que espera captar 2,8 millones. Además, opta a participar de los fondos europeos Next Generation UE.
