Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cierre de oficinas y hoteles por la pandemia lastra la reactivación del mueble en la provincia

Las exportaciones del sector en Valencia y Castellón ya se encuentran en niveles superiores a los de antes de la crisis, mientras que en Alicante continúan por debajo debido al fuerte peso que el contract tiene en las empresas de este territorio

Almacenes de la empresa Actiu, especializada en mobiliario de oficina, aeropuertos, hoteles y colectividades. | JUANI RUZ

El cierre de oficinas y hoteles debido a las restricciones de la pandemia ha propiciado que el sector del mueble en la provincia haya sufrido más que en el resto de la Comunidad. Y es que, mientras las exportaciones de Valencia y Castellón ya se encuentran en niveles superiores a los de antes de la crisis sanitaria, en Alicante continúan por debajo debido al fuerte peso que el contract tiene en las empresas de este territorio. Las previsiones, en cualquier caso, son las de mejorar resultados en los próximos meses, a medida que la actividad en los centros de trabajo y hoteleros se vaya normalizando

La Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles de España (Anieme) ha informado de los datos de exportación correspondientes al primer semestre de este año, que en el conjunto del país, y con relación al mismo periodo del ejercicio anterior, se han incrementado un 44,3%, hasta superar los 1.281 millones de euros.

Aterrizando en el territorio autonómico, el incremento en la Comunidad Valenciana ha sido del 44,7%, lo que le ha permitido situarse en 321,8 millones de euros. Y es aquí donde ya empiezan a apreciarse las diferencias entre territorios, ya que, si bien el aumento ha sido generalizado en todas las provincias, los porcentajes son bastante diferentes. En Valencia, en concreto, el aumento ha sido del 54%, lo que le permite sumar 220,9 millones, y en Castellón, del 33,5%, lo que deja la cifra en 56,6 millones. En Alicante, en cambio, el incremento ha sido menor, concretamente del 21,5%, hasta situarse en 44,3 millones.

Pero las diferencias son más grandes si cabe si se comparan con el primer semestre de 2019, antes de que irrumpiera la pandemia. Y es que mientras Valencia y Castellón ya han superado las cifras de entonces, cuando exportaron 186,2 y 48,2 millones respectivamente, en Alicante se continúa por debajo, dado que en aquel momento sus ventas ascendieron a 47,4 millones.

A la hora de explicar este contraste, la directora general de Anieme, Amparo Bertomeu, se refiere al fuerte peso que el denominado subsector del contract tiene entre las empresas alicantinas. Según sus palabras, «se trata de compañías que se han especializado en mobiliarios para oficinas, hoteles, comercios e, incluso, teatros, aeropuertos o bancos, los cuales han sufrido importantes restricciones durante la crisis y han aplazado, en la mayoría de los casos, sus planes de renovación de espacios».

De hecho, y según los datos aportados por la Asociación de Fabricantes de Mobiliario y Equipamiento General de Oficina y Colectividades (Famo), 2020 se cerró con un descenso medio de las ventas del 31%.

Esta situación contrasta con la vivida por el sector del mueble en general, que ha soportado mucho mejor la pandemia e incluso lo ha llevado a registrar en estos momentos cifras superiores a las de antes de la crisis en materia de exportación. «Al principio -recuerda Bertomeu- registramos una caída brutal con la paralización de la actividad, pero después, y a la vista de que la gente no podía ir a los restaurantes ni marcharse de vacaciones, decidió invertir en la reforma de sus casas. Así que experimentamos un notable tirón de las ventas de sofás, mesas, sillas, armarios y muebles para las habitaciones de los niños, entre otros artículos. Un tirón que todavía se mantiene en estos momentos, y que, en el caso del contract, estamos convencidos de que también va a llegar. De hecho, la recuperación, aunque a menor ritmo, ya es una realidad».

El caso más representativo en la provincia de Alicante es el de Actiu, empresa radicada en el municipio de Castalla, que, según su consejera y directora de reputación, Soledat Berbegal, vio como en plena pandemia su facturación caía alrededor de un 20%. La situación, sin embargo, ha ido mejorando en los últimos meses, sobre la base de que «la vuelta a la normalidad en empresas, hoteles, restaurantes, universidades y aeropuertos de todo el mundo se ha traducido en proyectos nuevos a todos los niveles», enfatiza.

Temor al desabastecimiento de materias primas

No todo son noticias alentadoras para el sector del mueble en estos momentos de recuperación. La falta de materias primas, causada por la alta demanda y los retrasos en el transporte marítimo, está generando ya problemas de desabastecimiento, que a su vez amenazan con ralentizar e incluso paralizar la producción.

Así lo denuncia la directora general de la Asociación de Industriales y Exportadores de Muebles de España (Anieme), Amparo Bertomeu, quien destaca que «estamos sufriendo mucho a la hora de recibir productos como tejidos o tableros y conglomerados, con lo que ha llegado un momento en el que el stock se está agotando. La fuerte reactivación del consumo de mobiliario ha propiciado que se desborde la demanda, y los proveedores no dan abasto».

Al sector también le preocupa el encarecimiento de los costes a todos los niveles. Tanto de las materias primas como de la electricidad, así como del flete de los contenedores. «Hemos pasado en poco tiempo de 1.800 dólares por un contenedor a 12.500, lo cual es insostenible. Estos aumentos al final los van a asumir los consumidores, y eso nos inquieta a todos».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats