Ineca alerta del peligro de cronificación de la elevada tasa de desempleo en Alicante

El instituto presidido por Rafael Ballester señala que las empresas más pequeñas y las más jóvenes han sido las principales víctimas de la pandemia

Ignacio Amirola, Rafael Ballester y Francisco Llopis, ayer

Ignacio Amirola, Rafael Ballester y Francisco Llopis, ayer / ALEX DOMÍNGUEZ

David Navarro

David Navarro

La provincia de Alicante tiene un problema para reducir su elevada tasa de desempleo y corre el riesgo de que se convierta en un problema crónico. Así lo pusieron de relieve ayer los responsables del instituto de estudios económicos Ineca durante la presentación de su Informe de Coyuntura Trimestral, en el que corroboraron que se consolida la recuperación -sobre todo, gracias al empuje del turismo nacional y la exportación-, pero a un ritmo más lento de lo que se preveía y con algunos lastres importantes.

Así, tanto el presidente de Ineca, Rafael Ballester, como el director de estudios de la organización, Francisco Llopis, y el responsable del comité coordinador, Ignacio Amirola, llamaron la atención sobre la paradoja de que la afiliación a la Seguridad Social se encuentre en máximos históricos, pero la cifra de inscritos en las oficinas del paso siga siendo mucho más elevada que antes de la pandemia. En concreto, al cierre del tercer trimestre, la provincia contaba con 172.422 parados, lo que supone 22.000 más que antes de la llegada del covid. Una cifra que llama más la atención si se tiene en cuenta que en el conjunto de España solo hay 11.700 desocupados más, lo que significa que en muchos territorios ya se ha rebajado el número de parados.

Además de los desajustes que pueden existir entre la oferta y la demanda, Llopis relacionó esta persistencia de un elevado número de parados con los cambios que ha sufrido en el mercado laboral alicantino desde la anterior crisis y, en concreto, con el avance del empleo a tiempo parcial. Así, según los datos de Ineca, si se compara con el anterior periodo de máximo histórico de afilliación, la provincia ha sustituido alrededor de 60.000 empleos a tiempo completo por otros tantos a tiempo parcial.

Esto provoca que mucha gente que en otras circunstancias no se plantearía trabajar, ahora tiene que hacerlo porque el sueldo que entra en casa es menor, según apuntó Llopis. Por este motivo, Rafael Ballester insistió en que «el desempleo es nuestro problema más acuciante a resolver, porque detrás de esa cifra se esconden familias enteras que necesitan apoyo social y que ven interrumpido su crecimiento vital a corto, medio y largo plazo». Si a ello se une la inflación y el problema de suministros, podemos estar ante «una tormenta perfecta de dimensiones difíciles de prever», que lastre la ansiada recuperación, según Ballester.

Tejido productivo

Por otro lado, el informe de Ineca también ha querido poner el foco en las consecuencias de la pandemia sobre el tejido productivo. Así, Llopis destacó que el covid ha golpeado especialmente a las microempresas de menos de 10 trabajadores, mientras que las grandes compañías han sido las que han resistido mejor el envite. Por su parte, también han perdido peso las de tamaño medio -entre 50 y 250 trabajadores-, ya que aquellas a las que les ha ido bien han crecido, mientras que muchas otras han reducido su tamaño y han caído a la categoría de pequeñas (entre 10 y 50), que también gana peso.

Por antigüedad, la pandemia ha reducido cuatro puntos el peso de los negocios que llevaban menos de cuatro años en el mercado, mientras que son las empresas de entre 9 y 10 años de recorrido las que mejor han resistido. Algo «lógico», según recalcó Llopis, si se tiene en cuenta que en las primeras fases de un negocio siempre es necesario invertir más y aún no se dispone de un mercado asentado.

Ballester enfatizó que debe analizarse con toda atención lo que ocurra en los próximos meses. «Nuestras empresas deben asegurar su presente y futuro, y eso pasa, entre otras cosas, por la digitalización y la diversificación de las actividades económicas. El tejido empresarial de la provincia de Alicante debe crecer. Es el único modo para sortear esta crisis externa y global, y fortalecer la actividad económica», insistió el presidente de Ineca.

La CEV prevé un avance «más moderado» del PIB

La patronal autonómica CEV prevé un avance «más moderado» de la economía valenciana en los próximos meses y pronostica que la Comunidad cerrará el ejercicio con un crecimiento del 5%, aún así por encima de la media nacional. En este sentido, los empresarios apuntan que las medidas para frenar la sexta ola del covid y los problemas en los suministros retrasarán la recuperación.

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