La situación es límite para Agrícola Villena, cooperativa centenaria que va a incluir a sus cerca de 500 trabajadores en un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE), mientras negocia a la desesperada una salida que la pueda salvar de la desaparición. Los trabajadores, en este contexto, anuncian manifestaciones y concentraciones durante el mes acordado con la empresa para negociar una solución o certificar el cierre definitivo. Todo ello al mismo tiempo que el Ayuntamiento realiza labores de intermediación y busca el respaldo de la Conselleria de Economía y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
La cooperativa Agrícola Villena se enfrenta a la situación más delicada que ha atravesado en su larga y dilatada historia. El incremento de costes de las materias primas y la dependencia de una limitada cartera de clientes la ha puesto contra las cuerdas.
La entidad adeuda a sus cerca de 500 empleados -más de 300 en Villena, eventuales y el resto en la delegación de Cádiz- la nómina de diciembre, fruto de una falta de liquidez que la llevó a conceder a la plantilla un permiso retribuido que les permitiese llevar algún recurso a sus casas. El problema, sin embargo, no ha hecho otra cosa que empeorar, hasta el punto de que este pasado lunes se comunicaba la presentación de un ERTE para toda la plantilla, mientras se negocia una posible solución o se certifica el cierre.
El propio gerente de la entidad, David Cespedes, explicaba en la asamblea convocada a tal efecto que la entidad está negociando con su principal cliente una salida a la complicada situación, en una continuidad de las conversaciones que se mantienen desde hace tiempo. Según ha podido saber este diario, las negociaciones se vienen realizando con Anecoop, que, a su vez, sirve productos agrícolas a Mercadona, entre otras cadenas de supermercados.
Miriam Romero, representante en el comité de empresa por parte de UGT, explica que se ha llegado a un acuerdo con la propia cooperativa para que dichas negociaciones y, por extensión, el ERTE, no se prolonguen durante más de un mes. Según sus palabras, «los trabajadores tienen muy pocos recursos, porque apenas cobran el salario mínimo interprofesional, así que no pueden aguantar más tiempo. O hay una solución rápida, o nos vamos al paro y que la gente se pueda buscar la vida».
En parecidos términos se expresa Maite Martínez, de CC OO, quien señala que, a partir de la próxima semana, los trabajadores emprenderán un calendario diario de manifestaciones y concentraciones «para dar visibilidad al problema por el que están pasando, e intentar presionar para que se encuentre una salida».
Mientras tanto, el alcalde de Villena, Fulgencio Cerdán, ha expresado su firme apoyo a la cooperativa, ahora mismo la empresa con un mayor volumen de trabajadores en el municipio, por lo que el cierre podría suponer un duro golpe para la economía local. En este sentido, el primer edil destaca que «vamos a continuar con nuestras labores de intermediación con entidades y organismos, tanto privados como públicos, en busca de una solución pactada que dé viabilidad a esta entidad centenaria». Las peticiones van dirigidas, entre otros, a la Conselleria de Economía y el IVF. Para hoy, además, el alcalde tiene prevista una reunión con representantes sindicales.
