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El precio de los chalés sube tres veces más que el de los pisos

La venta de viviendas unifamiliares registra su cifra más alta en la Comunidad Valenciana al menos desde el año 2007, según los notarios

Una promoción de adosados en la zona de Benidorm. David Revenga

Fueron muchas semanas mirando las mismas cuatro paredes. La experiencia del confinamiento ha dejado huella entre los compradores de vivienda y ha disparado la demanda de chalés, bungalows, adosados o cualquier otra modalidad de inmuebles unifamiliares que permita disfrutar de algo más de espacio o de privacidad, según sea el caso. Una tendencia que se empezó a registrar en los meses inmediatamente posteriores al encierro forzoso que sufrió la población en la primavera de 2020, pero que se consolidó e, incluso, aceleró a lo largo del año pasado, lo que se tradujo en un incremento de precios que prácticamente triplicó al que registraron los pisos.

Así, según las últimas estadísticas del Consejo General del Notariado, durante el último ejercicio se vendieron en la Comunidad Valenciana 26.306 viviendas unifamiliares, lo que supone un 32% más que en el año inmediatamente anterior a la pandemia y la cifra más alta de toda la serie histórica que recoge el documento, que se remonta hasta el año 2007. Entonces, en plena burbuja inmobiliaria, se vendieron 22.998 chalets, un 14% menos que ahora.

En comparación, el número de pisos vendidos en la autonomía -que, lógicamente, siguen siendo mayoría pese a la subida de los chalés- alcanzó los 73.295, lo que supone también un aumento con respecto a las cifras prepandemia, pero de sólo un 11%. Además, al contrario de lo que ocurre con los unifamiliares, en este caso las cifras aún están alejadas de las que se registraban el pleno boom inmobiliario, cuando se vendían más de 100.000 pisos anuales en la Comunidad.

Como es lógico, este aumento de la demanda ha provocado que el metro cuadrado de las casas unifamiliares haya aumentado en mayor medida que el resto. En concreto, según los datos del Colegio Notarial, el metro cuadrado de este tipo de inmuebles se encareció un 9,3% el año pasado, frente al 3,7% que subieron los pisos, al menos según los precios que se declararon en las escrituras.

Las cifras de las estadísticas notariales no sorprenden a los profesionales, que llevan tiempo viendo cómo la demanda de chalets y adosados es en estos momentos superior a la oferta existente. "Todo lo que teníamos de ese tipo de vivienda lo hemos vendido", asegura el director de Ábaco Servicios Inmobiliarios, Juan Carlos Sempere, que se reconoce sorprendido por las cantidades que se están llegando a pagar por inmuebles que hace un par de años nadie quería. "Hemos vendido chalés en El Rebolledo por 380.000 euros, como si fueran en el Cabo de las Huertas. A la gente le entró claustrofobia durante el confinamiento y, ahora, todo el que puede, quiere su casita con su terreno", apunta el experto.

De esta forma, parcelas de 2.000 metros por la zona de El Moralet que podían encontrarse por entre 20.000 y 30.000 euros, ahora alcanzan los 60.000 euros con relativa facilidad, apunta Sempere.

La fiebre también llega a las urbanizaciones de alto standing que rodean los campos de golf o los municipios de la costa, como apunta el licenciatario de la agencia Engel & Volkers en Dénia y Xàbia, Ximo Ferrando. Así, junto a los tradicionales compradores extranjeros, que siempre han buscado este tipo de viviendas, las inmobiliarias reciben cada vez a más clientes nacionales preguntando por este tipo de productos.

Además, muchos de los que compran, lo hacen con la intención de pasar temporadas largas. "Se nota mucho el auge del teletrabajo. Ahora mismo, uno de los aspectos que más se valoran en una casa es la calidad del acceso a internet. Hemos tenido operaciones que se han caído porque la conexión no era buena", apunta Ferrando.

El aumento de la demanda de unifamiliares también empieza a influir en los nuevos proyectos que ponen en marcha los promotores. Aunque, como recuerda el secretario general de la patronal Provia, Jesualdo Ros, la tipología de la vivienda viene determinada por el planeamiento urbanístico -es decir, por lo esté establecido en los planes de cada ayuntamiento-, los empresarios han empezado a priorizar los proyectos que incluyen este tipo de edificación para atender esta nueva tendencia entre sus clientes. En el sector están convencidos que el auge de los unifamiliares no será una moda pasajera, y que seguirá teniendo un peso considerable en los próximos años. Eso sí, para quien se lo pueda permitir.

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