El conflicto bélico de Ucrania está generando una crisis que ha empezado a impactar de lleno en la economía, amenazando incluso con tirar por la borda la recuperación que se había iniciado tras los momentos más complicados de la pandemia de coronavirus. Los efectos, sobre todo los relacionados con el incremento de los precios de la energía, ya se están dejando notar en los diferentes sectores de la Comunidad Valenciana, circunstancia que ha empujado a la Generalitat a tomar cartas en el asunto. El jefe del Consell, Ximo Puig, anunciaba este miércoles la presentación en la próxima Conferencia de Presidentes de un plan de acción estratégico que permita ofrecer una respuesta inmediata a la complicada coyuntura actual. Entre las propuestas que se barajan, créditos para permitir a las empresas hacer frente a los desbocados costes del gas y la electricidad, así como una apuesta decidida por las energías renovables.
El Palau de la Generalitat acogía una reunión presidida por el propio Puig, a la que también asistían el conseller de Hacienda, Vicent Soler; el de Economía Sostenible, Rafa Climent, y la de Agricultura, Mireia Mollà. Sobre la mesa, las graves consecuencias que la invasión de Ucrania por parte de Rusia está teniendo sobre todos los sectores productivos y la ciudadanía en general, y la necesidad de adoptar medidas que sirvan, al menos, para amortiguar el impacto. Uno de los temas que más preocupan es el fuerte encarecimiento de la energía, motivo por el que se ha decidido analizar cuáles son las necesidades concretas de cada sector en esta materia para, a partir de ahí, plantear las acciones que se consideren oportunas.
Pese a que todavía no se han concretado al detalle los contenidos del plan, el conseller de Economía, Rafa Climent, ya ha avanzado algunas cuestiones que se van a incorporar. “Somos -señala- como una gota en este contexto tan amplio de crisis internacional, pero queremos buscar fórmulas para intentar ayudar a la ciudadanía a hacer frente a este complicado momento”. De entrada, para el Consell resulta imprescindible que Europa cambie el actual sistema de regulación del sector energético, sobre la base de que “el gas no puede marcar los precios de la energía en su conjunto. Es por ello por lo que vamos a reclamar al Gobierno del Estado que presione a su vez a la UE para que se corrija”.
Pero más allá de eso, la Generalitat se está planteando ampliar la línea de crédito de 10 millones de euros habilitada para las empresas que sufren impagos tras haber exportado a Ucrania y Rusia, de manera que también pueda beneficiar a las compañías intensivas en el uso de la energía que estén teniendo dificultades para pagar sus facturas debido a los incrementos en los precios. “Se trataría -aclara Climent- de créditos a coste cero y con unos plazos de devolución de hasta cinco años”.
El Consell, asimismo, va a seguir fomentando las energías renovables con ayudas al autoconsumo, para lo cual ya existe una partida de 42 millones de euros con posibilidad de ampliación, y la habilitación de fondos para las comunidades energéticas locales. También se va a agilizar la puesta en marcha de proyectos de plantas fotovoltaicas que están en fase de tramitación. De igual forma, la Generalitat se plantea implementar el dinero que el Gobierno Central destina al bono térmico social.
El jefe del Consell, Ximo Puig, ha anunciado que el objetivo es presentar el plan de acción en la próxima Conferencia de Presidentes, programada para el próximo día 13 en La Palma, de manera que se tendrá que confeccionar por vía de urgencia.
La Comunidad se juega mil millones en comercio exterior
La Comunidad Valenciana tiene en juego cerca de mil millones de euros en comercio exterior debido al conflicto bélico desatado en tierras ucranianas, según las estimaciones realizadas en este sentido por la Cámara de Valéncia teniendo en cuenta tanto a exportaciones como importaciones. El conseller de Economía, Rafa Climent, señala a este respecto que «la guerra, sin lugar a dudas, va a tener una afección económica en todo el mundo, y ahora mismo no sabemos dónde puede acabar todo esto. La hipótesis es que se pueda producir un efecto dominó, y lo que tenemos que intentar es adoptar medidas que puedan ir amortiguando el impacto». M. V.
