Si no había suficiente con la pandemia de coronavirus, la guerra de Ucrania y la imparable escalada de los costes energéticos y de las materias primas, ahora ha irrumpido en escena la ruptura de relaciones entre Argelia y España. Y como no podía ser de otra forma, el entramado económico de la provincia lo ha recibido con una mezcla de preocupación e indignación. Y es que el conflicto deja en el aire, de entrada, 135 millones de euros anuales en exportaciones alicantinas, con sectores como el metal, el textil, el calzado o la alimentación entre los más afectados. La situación, como destacan los propios empresarios, es muy preocupante, de ahí que reclamen al Gobierno una actuación diplomática que permita encontrar una solución de manera urgente. También ha salido a la palestra el conseller de Economía, Rafa Climent, que insta al Ejecutivo central a convocar a las diferentes comunidades autónomas para informar sobre el impacto que va a tener este nuevo problema.

La suspensión por parte de Argelia del tratado de amistad con España por su postura sobre el Sáhara, con la consiguiente congelación de los intercambios bancarios, va a tener un impacto importante sobre una provincia, como es la alicantina, que históricamente ha mantenido importantes relaciones comerciales con el país norteafricano.

Las exportaciones de la provincia a Argelia, según un informe facilitado por el vicepresidente de la Cámara de Alicante, Carlos Baño, representan el 2,2% del total, lo que sitúa a este país en el puesto 11 en el ranking de principales destinos. Las manufacturas de consumo suponen el 29,7%, la semimanufacturas el 18,4%, los bienes de equipo el 17,5%, la alimentación, bebidas y tabaco el 10,9% y los bienes de consumo duradero el 5,7%. En lo que respecta a sectores concretos, el metal, el textil, el calzado, la alimentación o, incluso, el plástico, lideran el mayor volumen de ventas. Asimismo, Argelia concentra cerca del 60% de la exportación provincial de teléfonos móviles, el 35% de la de electrodomésticos y el 16% de la de prendas y complementos de vestir.

Las importaciones, por otro lado, ascienden a 21 millones de euros, encabezando la lista los pescados, crustáceos y moluscos, principalmente los abonos y los frutos comestibles..

Con todo ello, la reacción del tejido empresarial ha sido de disgusto y preocupación acerca de lo que pueda llegar a pasar, hecho que se puso en evidencia este jueves en la Jornada de Turismo de Benidorm, que reunió a una cantidad importante de responsables sectoriales. Entre ellos estaba el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, quien alerta de los efectos inmediatos sobre la economía autonómica, así como del más que previsible aumento del precio del gas procedente de Argelia a largo plazo. Así, exige una actuación diplomática urgente "para alcanzar una solución con la máxima celeridad".

Por su parte, el presidente de la Cámara, Juan Riera, señala que los 135 millones de las exportaciones representan "una cantidad nada desdeñable", y lamenta que las empresas con intereses en Argelia "se encuentren en estos momentos sometidas a una tremenda incertidumbre". También el presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, José Vicente Morata, lamenta que las 1.300 empresas del conjunto del territorio autonómico que venden a este país por valor de 440 millones, "puedan sufrir un golpe económico importante".

El metal, que exporta maquinaria y electrodomésticos, entre otros productos, es uno de los sectores que ve con preocupación lo que está sucediendo. El presidente de los empresarios alicantinos, Luis Rodríguez, se queja de que las compañías estén sufriendo por "un tema completamente ajeno a ellas". También el presidente del mármol provincial, David Beltrá, destaca que "nuestro sector exporta bloques y piedra elaborada del Vinalopó y esto, desde luego, no es una buena noticia".

Desde el textil, el presidente de la patronal Ateval, Pepe Serna, se queja de que que el conflicto haya sido causado por un cambio de estrategia diplomática del Gobierno "que nadie entiende", y justo en un momento en el que el suministro de gas es de extraordinaria importancia, mientras que la máxima responsable de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, señala que, pese a que Argelia no se encuentra entre los principales destinos exportadores del sector, un conflicto como este genera incertidumbre y puede "reducir el ritmo de recuperación".

A nivel turístico, la secretaria general de la patronal Hosbec, Nuria Montes, indica que los visitantes argelinos suponen sobre un 2% del total, y pese a que el porcentaje no es muy elevado, "añade nuevos elementos de incertidumbre". En parecidos términos se expresa el secretario de la Asociación Provincial de Promotores de la Vivienda (Provia), Jesualdo Ros, quien afirma que el impacto en la compra de vivienda nueva será poco, aunque advierte que "todos estos conflictos no contribuyen a nada bueno". Por su parte, el presidente de la patronal del comercio provincial (Facpyme), Carlos Baño, también coincide en que no hay una clientela destacada que proceda de Argelia, "pero esto afectará a la economía a nivel general".

Desde el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), su director de estudios, Francisco Llopis, señala que la relación comercial directa de Alicante con Argelia no tiene gran peso si se tiene en cuenta que el total de las ventas al exterior de la provincia ascienden a 6.200 millones, aunque alerta de los efectos colaterales que puedan derivarse de la afectación a otras provincias, cuyos productos se consumen aquí.

El conflicto, por último, también ha suscitado preocupación en el seno del Consell, como así lo ha puesto de manifiesto el conseller de Economía, Rafa Climent, quien reclama al Gobierno central que convoque a las diferentes comunidades para informar. "Las empresas valencianas se están viendo afectadas por la situación de incertidumbre con Argelia por la crisis diplomática y queremos saber al detalle cuál es la situación real", enfatiza.

Sin vuelos a Orán y Argel y un único buque en la Operación Paso del Estrecho

La suspensión del tratado de amistad de Argelia con España por su postura sobre el Sáhara va a dejar las comunicaciones de la provincia con el país africano con el mismo nivel de precariedad actual. Las esperanzas de recuperar los vuelos desde el aeropuerto Alicante-Elche se han diluido, y tampoco habrá refuerzo para la conexión marítima.

La provincia llegó a tener hasta once vuelos regulares con Argelia, cinco de ellos con Orán y otros seis con Argel, los cuáles dejaron de estar operativos por el cierre de fronteras decretado a raíz de la crisis del covid. Estaba previsto recuperarlos una vez superado lo peor de la pandemia, pero el conflicto que se ha desencadenado ahora ha tirado por tierra, al menos de momento, cualquier posibilidad.

Algo parecido ocurre con las conexiones marítimas. Hasta antes de que irrumpiese el covid eran tres los buques que intervenían durante la Operación Paso del Estrecho (OPE) en el traslado tanto de pasajeros como de vehículos. La Subdelegación del Gobierno anunciaba recientemente que esta frecuencia iba a recuperarse este verano, pero al igual que sucede con los aviones, estos refuerzos han quedado, de entrada, descartados.

En este contexto, la naviera Baleària, que cuenta en estos momentos con una línea operativa con el país norteafricano, ha visto cómo alrededor de cinco millones de euros han quedado retenidos en sus cuentas de Argelia, después de la decisión de las autoridades de cancelar los intercambios bancarios.

Así lo ha manifestado el presidente de la naviera, Adolfo Utor, que este jueves ha participado en la IX Jornada de Turismo de Benidorm. Según ha explicado, los citados fondos corresponden a la venta de billetes para el enlace de tráfico de pasajeros entre los puertos de València y Mostaganem, con dos trayectos semanales, uno en cada dirección. La cuantía incluye las ventas anticipadas de los desplazamientos de verano en el marco de la Operación Paso del Estrecho (OPE), que en estos momentos están en el aire y sometidos al rumbo que tomen los acontecimientos.

Utor, en cualquier caso, confía en que la línea pueda mantenerse operativa. De hecho, el próximo barco está previsto que parta desde València el próximo sábado, con un pasaje de entre 800 y 900 personas.

El presidente de Baleària ha recordado que antes de la pandemia la compañía contaba con siete trayectos semanales a Argelia, todos ellos desde València y Barcelona, que esperaban poder recuperar. Sin embargo, esta crisis diplomática lo ha complicado todo.