Fundesem solicitará el concurso de acreedores con la intención de renegociar su deuda y buscar la viabilidad del centro. Así lo han decidido este miércoles por unanimidad el patronato de la fundación y la junta de la sociedad limitada responsables de la escuela de negocios, después de que la pasada semana el Ivace decidiera rescindirle el contrato de alquiler de su actual sede y exigirle el pago de las rentas atrasadas, que ascienden a 1,65 millones de euros.

A pesar de que desde Fundesem señalan que aún no tienen comunicación oficial del Ivace, el informe jurídico encargado por los responsables de la escuela aconseja solicitar el concurso de acreedores de forma prácticamente inmediata, ya que el rechazo de la Administración autonómica a su propuesta para ceder parte de sus instalaciones a la Universidad Europea supone en la práctica la imposibilidad de llevar a cabo el plan de negocio aprobado por el patronato el pasado mes de octubre y, por tanto, el colapso financiero del centro. Por eso, los órganos de gobierno han aprobado facultar al presidente de la escuela de negocios, Cayetano Sánchez Butrón, para que inicie el proceso.

Así, la intención es recurrir al concurso de acreedores lo antes posible, para defender los intereses de la escuela y protegerla frente a la posible solicitud de un concurso necesario –es decir, instado por un acreedor- que dejaría a los actuales responsables sin sus facultades de administración. Además, esta petición también frenaría el posible desahucio del centro de su actual sede, mientras no se resuelva el proceso.

Sánchez Butrón asegura que el concurso se solicitará con intención de "continuidad", es decir, que el objetivo no es liquidar la escuela, sino forzar una negociación con los acreedores para lograr una quita y establecer un nuevo plan de pagos con un plazo más dilatado, que garantice la viabilidad del centro formativo.

El presidente de Fundesem, Cayetano Sánchez Butrón. RAFA ARJONES

Igualmente, la petición de concurso también dará más tiempo para buscar una solución a los alrededor de 130 alumnos que ya tienen realizada la matrícula para el próximo curso o bien se encuentran a mitad de algún programa formativo que aún no ha finalizado. Unos alumnos a los que el presidente de Fundesem asegura que no dejarán tirados, a pesar de la complicada situación por la que atraviesa el centro.

En este sentido, hasta la fecha la escuela ha continuado aceptando nuevas matrículas, aunque desde la semana pasada sin efectuar los cargos correspondientes, por precaución ante lo que pudiera ocurrir. Además, se mantiene la actividad de forma normal hasta que finalice el curso.

Diálogo

Con independencia de la solicitud de concurso, Sánchez Butrón se dirigirá al Ivace para dejarle clara su disposición a lograr una salida consensuada a la situación. En concreto, el presidente de Fundesem reiterará la propuesta que ya se remitió la semana pasada de garantizar que al menos la mitad de los ingresos generados por la alianza con la Universidad privada se destinen directamente al pago de la deuda con la Administración autonómica, un porcentaje que ascendería al 60% a partir del tercer año. Una propuesta que no sirvió para que el consejo rector del Ivace cambiase de opinión entonces.

Los problemas de Fundesem arrancaron con el estallido de la crisis de 2008, que redujo notablemente el número de alumnos y, por tanto, de ingresos de la escuela de negocios alicantina, que se rige mediante una fundación. Así, a partir de 2011 dejaron de pagar el alquiler de la sede, que es propiedad del Ivace, aunque está construida sobre una parcela municipal. Tras varios años de negociaciones, finalmente se llegó a un acuerdo para renegociar la deuda, que supuso la salida del anterior equipo gestor y la llegada a la presidencia de Cayetano Sánchez Butrón en 2019.

Sin embargo, la pandemia frustró los planes de relanzamiento y las matriculaciones no respondieron como se esperaba, lo que provocó que, lejos de disminuir, la deuda por el alquiler del edificio se elevara a 1,65 millones. El pasado año, los responsables de Fundesem llegaron a un acuerdo con la Universidad Europea para ceder parte de las instalaciones para que el centro privado imparta cuatro grados de la rama sanitaria y la realización de másteres conjuntos, lo que aportaría unos 400.000 euros anuales a la escuela de negocios.

El plan necesitaba el visto bueno del Ayuntamiento de Alicante, que dio su respaldo a la propuesta y modificó el convenio de cesión de la parcela, y del Ivace, que, lejos de aprobarla, en la última reunión de su consejo de dirección decidió rescindir el contrato con Fundesem y reclamarle la deuda, al considerar que la falta de pago la situaba en una situación de ilegalidad. Ahora, una vez que Fundesem ha decidido ir a concurso, todo dependerá de las negociaciones que puedan establecerse.

Un acuerdo con tres patas implicadas

La situación en la que se encuentra Fundesem deriva de la fórmula que se utilizó para construir su sede. Tras décadas de permanecer en un local cedido, los empresarios presentes en la fundación que rige la escuela de negocios convencieron al Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat para que construyeran el actual edificio en el que se ubica. El primero cedió la parcela sobre la que se emplaza –y que ahora ha amenazado con reclamar si Fundesem desaparece- y la segunda, a través del entonces Impiva, construyó el edificio y se lo arrendó. Desde la Conselleria pretenden que, pase lo que pase con Fundesem, el inmueble siga albergando una escuela de negocios, que consideran necesaria para el tejido productivo de la provincia.