Es uno de los pilares del Estado del bienestar, pero cada vez requiere de más recursos. El aumento del número de beneficiarios por el progresivo envejecimiento de la población y la fuerte revalorización que experimentaron a principios de este año para compensar la inflación ha llevado a que la nómina mensual que la Seguridad Social abona al conjunto de pensionistas de la provincia supere los 300 millones de euros mensuales desde el pasado enero. Una cantidad desconocida hasta la fecha.
En el caso concreto del último mes ingresado, el de junio, el desembolso alcanzó los 310,8 millones de euros, a los que hay que añadir otros 303 millones por la paga extraordinaria que se abona en verano. La cifra supone un incremento del 6,7% sobre el pago que tuvo que realizar la Seguridad Social el año pasado, lo que da una idea del esfuerzo que supone para las arcas públicas.
La mayor parte de ese aumento se corresponde con la subida que ha experimentado la pensión media, que es ahora un 5,6% superior a la de hace un año, sobre todo debido a la revalorización de las prestaciones por la evolución del IPC. Así cabe recordar que el nuevo sistema de cálculo obligó al Gobierno compensar con un 1,6% adicional a los pensionistas por el desvío que sufrió la inflación el año pasado –que acabó con una media del 2,5% frente al 0,9% que había previsto el Ejecutivo al inicio del ejercicio- y a subir su importe otro 2,5% de cara al nuevo año. No obstante, también hay una parte de la subida que se debe a las mayores cotizaciones que acumulan los nuevos pensionistas.
En total, el pasado mes la pensión media alcanzó los 944 euros, frente a los 894 de hace un año. Un incremento más que considerable, pero que no sirve para cerrar la brecha que existe entre los beneficiarios de prestaciones de la provincia y la media nacional, que ya alcanza los 1.090 euros, es decir, 146 euros más. De hecho, la provincia es la undécima con las pensiones más bajas. Tampoco mejora su situación con respecto a la media autonómica, de 1.004 euros, 60 más que en Alicante.
Por tipos de pensión, las más numerosas y también las más generosas son las prestaciones por jubilación, que reciben 212.053 alicantinos, con un importe medio de 1.070 euros. Por su parte, la provincia cuenta con 80.626 perceptores de pensiones de viudedad, que cobran una media de 678 euros al mes, una cuantía bastante por debajo del salario mínimo mensual, que este año ha llegado a los 1.000 euros.
El bajo importe de este tipo de prestaciones es uno de los motivos que provoca que de media las pensionistas alicantinas cobren un 31% menos que los varones, algo que también se ve agudizado por las menores carreras de cotización que suelen acumular.
Por su parte, las pensiones por incapacidad permanente suman otra 23.310, con una media de 935 euros mensuales; las de orfandad son 12.448, con un pago mensual medio de 386,8 euros; y las prestaciones a favor de familiares suman otras 1.220, con 616 euros de media.
Desequilibrio
Este aumento de los pagos ha provocado que el desequilibrio de las cuentas de la Seguridad Social sea más que notable, también en la provincia de Alicante, a pesar del aumento de las cotizaciones que ha conllevado la creación de empleo en este tiempo. Así, según el último balance publicado, hasta el mes de mayo, la Seguridad Social había pagado en Alicante 1.707 millones de euros por el conjunto de todas las prestaciones de las que se encarga –incluidas, por ejemplo, las de maternidad, además de las pensiones- mientras que sus ingresos apenas sumaron 944 millones. Una proporción que se mantiene más o menos a nivel nacional, donde los gastos fueron de 62.330 millones y los ingresos de 39.615, sin contar las transferencias directas del Estado.
A pesar de este desajuste, los sindicatos insisten en que el sistema público de pensiones es sostenible y señalan dos vías para cubrir esta diferencia. Por un lado, como apunta el secretario de Empleo de CC OO en l'Alacantí i les Marines, José María Ruiz Olmos, "si se mejora la calidad del empleo y si impulsan sectores que generen puestos de trabajo más cualificados, también aumentarán las cotizaciones". Una estrategia que, según afirma, también debe seguirse en Alicante para reducir la brecha con el resto del país. Pero, además, recuerda que ya hay otros países donde una parte de las pensiones se abona directamente con inyecciones desde los Presupuestos Generales del Estado.
En este mismo sentido, la secretaria general de UGT en l'Alacantí y la Marina, Yaissel Sánchez, recuerda la estabilidad que han aportado las pensiones a muchas familias durante la última crisis, en la que muchos hogares han sido capaces de subsistir gracias a las prestaciones de sus mayores. En otras palabras, que unas pensiones dignas también son un arma para luchar contra la desigualdad y la pobreza, según la dirigente sindical.
Los autónomos cobran casi 300 euros menos
La pensión media que les queda a los autónomos alicantinos tras su jubilación es casi 300 euros inferior a la que reciben los trabajadores asalariados, de acuerdo con los últimos datos publicados por la Seguridad Social. En concreto, los 63.551 pensionistas que cotizaron en el Régimen Especial que tienen estos profesionales ingresan una media de 724 euros frente a los 1.020 de los asalariados del Régimen General.
El motivo de esta diferencia hay que buscarla en el hecho de que la inmensa mayoría de los autónomos opta por cotizar por la base mínima durante toda o la mayor parte de su carrera profesional, con independencia de sus ingresos reales, lo que luego se traduce en que también reciban la pensión mínima. Para evitar este problema el Gobierno ha aprobado este jueves el nuevo sistema de cotización, que pretende acercar la cuota mensual que pagan estos profesionales a sus ingresos reales. Para ello se establecerán hasta 15 tramos distintos, que supondrá una bajada para aquellos que cuentan con los ingresos más bajos, y una subida para los que ganen más. Según cálculos de UPTA, hasta el 65% de los autónomos pagará menos, un 7% se quedará igual y el restante 28% verá incrementada su cuota.
