El Gobierno no tendrá que compensar a la concesionaria de la autopista Alicante-Torrevieja-Cartagena por la caída de ingresos que sufrió como consecuencia de la declaración del estado de alarma para hacer frente a la pandemia. El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso contencioso-administrativo que había presentado Ausur contra la decisión del Gobierno de negarle esta indemnización, al considerar que esta negativa se ajusta a la legalidad.

En concreto, la compañía participada por Pralesa y el Grupo Fuertes (El Pozo) reclamaba que se le reconociera un perjuicio de hasta 3.049.838 euros como consecuencia de las medidas que se adoptaron para frenar el covid, que hundieron el tráfico de la vía durante los meses que duró el estado de alarma. Por ello, reclamó que se reestableciera el equilibrio económico del contrato de concesión con una ampliación de su plazo de duración de hasta 235 días, es decir, que se le permitiera explotar la carretera durante cerca de ocho meses más, una vez expirado el periodo inicial.

Se trata de una posibilidad que el propio Gobierno incluyó en el Real Decreto ley 8/2020 del 17 de marzo de ese año en el que establecía distintas medidas para mitigar los efectos económicos del estado de alarma, que contemplaba varias iniciativas para ayudar también a los concesionarios de servicios públicos.

Sin embargo, posteriormente, en el mes de julio, el Ejecutivo concretó en otro decreto –el RD-ley 26/2020- las condiciones que debían cumplirse para obtener estas compensaciones y, en el caso de las autopistas de carácter estatal, exigía que el margen bruto de explotación hubiera sido negativo durante el periodo de vigencia del estado de alarma. En el caso de Ausur fue de 287.944 euros, según recoge el propio fallo del tribunal, lo que propició que el Gobierno desestimara sus pretensiones, como le ocurrió a la mayoría de concesionarias. De hecho, sólo Aulesa, la titular de la autopista de León a Astorga, consiguió una pequeña ampliación de nueve días.

La propietaria de la autopista de Torrevieja no se rindió y decidió recurrir ante el Supremo, con el argumento de que varios de los artículos de este segundo decreto eran inconstitucionales, ya que, a su juicio, suponían una discriminación de las autopistas de carácter estatal sobre las de naturaleza autonómica o sobre otro tipo de concesiones y servicios públicos. Además, consideraba que se había expropiado su derecho al reequilibrio del contrato concesional y aseguraba que se había vulnerado el principio de seguridad jurídica, al establecer las condiciones de las posibles compensaciones con carácter retroactivo.

Por todo ello, reclamaba al tribunal que presentara un recurso de inconstitucionalidad. Sin embargo, en la sentencia fechada el pasado 19 de julio, el Supremo rechaza uno por uno todos los argumentos de la concesionaria y avala las tesis del Gobierno. Así, niega ninguna discriminación por establecer mecanismos de compensación diferentes para las distintas modalidades de concesiones públicas –apunta, por ejemplo, que no es lo mismo la gestión de una autopista que la concesión de una línea de transporte regular- y tampoco considera que exista inseguridad o que las condiciones exigidas para beneficiarse de las condiciones vulneren las Constitución. Por todo ello, desestima el recurso y condena a costas a la compañía.

El recurso de Ausur se presentó en febrero de 2021, cuando se había producido la negativa del Gobierno por silencio administrativo, por lo que el recurso se presentó contra la "desestimación presunta" de la petición de reequilibrio, y no fue hasta junio de 2022 cuando el Consejo de Ministros comunicó oficialmente la negativa a la petición de la concesionaria. Entonces, el Supremo ofreció a la compañía ampliar el objeto de su reclamación, algo que la firma declinó. La concesionaria tampoco ha querido realizar ningún comentario a este diario.

Venta frustrada

El rechazo del Supremo a las pretensiones de Ausur de prorrogar su concesión para compensarle por las pérdidas ocasionadas con la declaración del estado de alarma se produce después de que sus propietarios –Pralesa y el Grupo Fuertes- hayan desistido en sus planes de vender la concesionaria. Tras un proceso que arrancó a finales del año pasado, los accionistas de la compañía solo recibieron una oferta conjunta protagonizada por las gestoras Bestinver y DIF, que no alcanzó sus pretensiones económicas. Ante esta situación, optaron por dar marcha atrás y ahora buscan otras alternativas.

Ausur fue una de las pocas autopistas de nueva generación que se salvaron de la quiebra y del rescate público tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, que llevó a que el Estado asumiera la gestión de las radiales de Madrid o la circunvalación de peaje de Alicante. Sin embargo, la titular de la autopista de Torrevieja logró llegar a un acuerdo de refinanciación de su deuda con su sindicato bancario, lo que le permitió continuar.