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La inflación lleva a las familias alicantinas a recortar un 9% la compra de alimentos

El pescado, el aceite, la bollería o la carne están entre los productos que más reducen sus ventas mientras crecen las de legumbres o platos preparados

Una imagen del mercado central de Alicante. Manuel R. Sala

Mientras el Gobierno y las empresas de distribución discuten sobre la fórmula más adecuada para contener la escalada del precio de los alimentos, las familias ya están tomando sus propias decisiones para afrontar la situación. Y lo hacen de la única forma que pueden: ajustándose el cinturón. De la misma forma que muchos consumidores intentan reducir el consumo de electricidad o el uso del coche para hacer frente a la subida de la luz y los carburantes, los hogares de la Comunidad Valenciana recortaron más de un 9% el volumen de compras de alimentación durante el primer semestre del año, en un intento por cuadrar sus presupuestos.

Así lo reflejan, al menos, los últimos datos referentes al mes de junio del Panel de Consumo que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que también señalan que, a pesar de este esfuerzo, el ahorro que consiguieron las familias en el gasto total en este apartado apenas fue del 3%, debido al encarecimiento de la mayoría de estos productos.

Una subida que, además, ha continuado durante el verano, a tenor de los datos que se han conocido este martes sobre el IPC. Y es que, aunque el índice general de inflación ha moderado algo su subida en el mes de agosto -hasta situarse en el 10,5% frente al 10,8% del julio-, en el caso de los alimentos se ha disparado hasta el 13,8%, según el Instituto Nacional de Estadística.

Aunque el periodo no coincide exactamente, el propio estudio del Ministerio de Agricultura ya refleja importantes incrementos de más de dos dígitos en el precio que las familias pagaban en junio por la mayoría de estos productos. Destacan incrementos como el de los aceites, con una subida del 55%, que en el caso del aceite de girasol es de más del 100%; el del arroz (+28,1%), el de la pasta (+26,2%), los huevos (+24%), la fruta (+23,4%), la leche (+22%) o las patatas (+18%). La carne o el pan se han encarecido alrededor del 7% -aunque en el caso del pollo, la subida roza el 15%- y el pescado, un 5%.

La evolución de los precios y el consumo de alimentos en la Comunidad Valenciana. Quin

Como es lógico, todo esto ha obligado a la mayoría de hogares a recomponer su cesta de la compra y, sobre todo, a mirar con lupa las cantidades que compran para no desperdiciar y hacer un gasto superior al necesario. El resultado es un descenso de ventas, más acusado en aquellos productos generalmente más caros, aunque no necesariamente sean los que más se han encarecido. Por ejemplo, en el mes de junio se vendieron un 18,6% menos kilos de pescado en la autonomía, aunque se mantuvieron los de pescado congelado. Las compras de aceites cayeron un 14,7%; las de carne, alrededor de un 13,6%; las de fruta fresca, un 13,3%; y las hortalizas, un 12,3%.

Por el contrario, crecieron un 5% las ventas de verduras y frutas tratadas, es decir, en conserva o congeladas. También se vendieron más legumbres, que resultan más económicas para llenar el estómago que otro tipo de comidas (+9,4 %) y los platos preparados (+2,9%), que también suelen ser más asequibles que los productos frescos.

En su conjunto, durante el primer semestre del año las familias de la Comunidad consumieron 1.479.048 toneladas de alimentos frente a las 1.628.227 del mismo periodo de 2021, es decir, un 9,1% menos. Por su parte, gasto total fue de 3.759 millones de euros, sólo un 3,1% menos.

"Los datos no son más que una fotografía de la realidad a la que se enfrentan muchas familias, que no pueden dejar de pagar el recibo de la luz ni la gasolina para ir a trabajar, y echan mano de lo que pueden para recortar", señala el presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Móner, uno de los participantes en las negociaciones que ha puesto en marcha la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz. Más allá de crear una cesta económica a precio fijo o topar determinados precios –unas iniciativas que considera que la legislación no ampararía-, Móner aboga por vigilar la cadena alimentaria para detectar si existen puntos donde se produce un exceso de beneficio y también por bajar el IVA de los productos de primera necesidad, para contener los precios.

Un planteamientos, el de la reducción de la carga fiscal, que también reclaman desde la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova), que reivindica, además, medidas de apoyo para contener los costes energéticos, tanto de los productores de alimentos, como de las cadenas de distribución, como otra de las fórmulas para moderar la inflación, según apunta su director general, Pedro Reig.

Seis décimas más de inflación en la provincia

El diferencial de inflación que tradicionalmente mantiene la provincia con la media nacional se agrandó durante el pasado mes de agosto. De acuerdo con los datos del INE, los precios subieron en Alicante hasta un 11,1% en tasa interanual, seis décimas más que en el conjunto del país. Así, los alimentos se encarecieron un punto más (14,8% frente al 13,8%), la vivienda y los gastos que acarrea su mantenimiento (lo que incluye la luz) subieron un 26% frente al 24,8% nacional y la restauración, un 7,9% frente al 7,6% del conjunto del país.

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