Futurmoda recupera mercados tradicionales y le roba clientes a Milán

La 48 edición de Futurmoda ha finalizado con un balance muy positivo y con unas cifras, tanto en lo que respecta a expositores como a visitantes, muy próximas a las que se registraban antes de la pandemia. Según la información facilitada desde la organización y a falta de datos definitivos, se calcula que habrán sido cerca de 5.000 las personas que habrán pasado por los 325 estands de las 410 empresas expositoras.

El director del certamen, Álvaro Sánchez, explica que después de los últimas ferias, muy condicionadas todavía por la crisis sanitaria, "hemos asistido a un resurgimiento importante. Las dos jornadas han estado muy animadas y con mucha actividad en los expositores, por lo que la satisfacción es la nota predominante".

Con todo, uno de los aspectos que más ha llamado la atención es la notable presencia de compradores internacionales, mucho más potente que en las últimas ediciones, una vez han desaparecido las restricciones y se ha recuperado la normalidad en los vuelos. Y eso ha servido para que las empresas hayan podido establecer contacto directo con los que son sus principales mercados, básicamente Italia, Portugal, Argelia y Marruecos.

Pero no solo eso, sino que, según destaca Sánchez, también se ha podido constatar la presencia de clientes procedentes de distintos países comunitarios, el Reino Unido e incluso EE UU, los cuales, al igual que sucede con los procedentes de los mercados tradicionales, han prescindido en muchos casos del que es el principal foro internacional de los componentes del calzado, como es la feria de Milán. "Se podría decir -explica el director-, que Futurmoda le está robando visitantes a Lineapelle. Y eso está siendo posible porque aquí pueden ir directos a los expositores que les interesan rentabilizando mucho más el tiempo, y no como sucede en Italia, donde necesitan recurrir a estancias más largas dada la envergadura y extensión del evento".

Sánchez, asimismo, explica que Futurmoda está apostando, más que por la cantidad, por la calidad de los compradores. "Queremos que la gente que venga a visitarnos no pase de largo, sino que establezca relaciones comerciales con las empresas, y eso se está logrando", apostilla.

En parecidos términos se expresa el presidente de la Asociación Española de Empresas de Componentes para el Calzado (AEC), Manuel Román, quien señala que "la feria ha ido muy bien, con unas cifras y un ambiente muy similares a los que se registraban antes de la pandemia". El máximo representante de la patronal del sector destaca la asistencia de clientes extranjeros, pero también el incremento registrado en lo que respecta a compradores nacionales, "muy importantes también para nosotros", enfatiza.

Román subraya que en los momentos más delicados de la crisis sanitaria "los clientes ni te recibían ni venían a visitarte. Ahora la situación está cambiando de manera radical y se nota que hay ganas y necesidad de retomar los contactos".

Toda esta actividad ha propiciado que entre los participantes en el certamen se haya respirado un ambiente de optimismo que, sin embargo, podría irse al traste si la inflación y el complicado contexto que se vive a nivel internacional con la guerra de Ucrania propicia que de un día a otro decaiga el consumo. "El riesgo -señala el presidente de los fabricantes- es muy real, aunque, de momento, vamos a quedarnos con las buenas sensaciones que nos ha dejado Futurmoda".

Esta es una sensación muy parecida a la que respiran las empresas participantes en el certamen. El director de Synthelast, Francisco Rodríguez, indica que "la feria ha registrado una buena actividad y nosotros, en líneas generales, estamos contentos con los resultados. Otra cosa es lo que pueda pasar en los próximos meses, porque si la inflación se mantiene en estos niveles tan elevados al final la gente no va a tener para comprar según qué artículos, con lo que el consumo de zapatos puede pasar a un segundo plano".