Mientras los próximos Presupuestos Generales del Estado prevén para la provincia la cifra más baja de inversión de su historia, la contribución de los alicantinos a las arcas públicas no deja de crecer y lo hace en mayor medida que la del conjunto de españoles. Al menos así se desprende del último informe mensual de recaudación elaborado por la Agencia Tributaria, que refleja que los alicantinos ya han pagado hasta el mes de septiembre 607 millones de euros más que en el mismo periodo del año pasado por los principales impuestos de carácter estatal (aunque luego una parte se cede a las autonomías).

Una cifra que supone un aumento del 24% interanual, seis puntos más de lo que se han incrementado los ingresos de Hacienda en el conjunto del país, de acuerdo con las mismas fuentes. Si se compara con las cifras de antes de la pandemia, el incremento ya es del 29%.

En total, en estos nueve meses el organismo tributario ha cobrado 3.142 millones de euros frente a los 2.535 del mismo periodo de 2021. Frente a lo que ha sido habitual en los últimos años, el mayor volumen de recaudación en lo que va de ejercicio se corresponde con los ingresos por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, con 1.276,1 millones de euros y un crecimiento del 27,2% sobre las cifras del año pasado.

Comparativa de la recaudación de Hacienda en la provincia. Información

Una mejora considerable que, según se expone en el propio informe de la Agencia Tributaria, tiene una relación directa con el aumento del número de ocupados, que se encuentra en máximos históricos, ya que las retenciones que se aplican sobre las nóminas suponen el grueso de los ingresos por este impuesto, como recuerda también el presidente de la Comisión de Fiscal del Colegio de Economistas de Alicante, Antonio Pérez Rovira.

Tampoco hay que olvidar los efectos de la revalorización de las pensiones de principios de año y el importe de la prestación media de los nuevos jubilados, que ha provocado un incremento del 17% en las retenciones por este tipo de ingresos en todo el país.

Más consumo

Por su parte, la recaudación por IVA suma 1.272,2 millones de euros, un 18,7% más. Un incremento ligado a la mejora que ha experimentado el consumo con el fin de todas las restricciones por la pandemia, pero sobre todo por el aumento generalizado de los precios provocado por la inflación. "Es un efecto directo. Si sube el pan, lo que se paga de IVA por ese pan también sube, por mucho que se le aplique el IVA superreducido", explica Pérez Rovira. Un aumento que se produce, además, a pesar de la bajada del tipo que se aplica a la factura de la luz.

En este caso cabe señalar que esta cifra no refleja todo lo que los alicantinos pagan por el IVA, sino lo que ingresan al fisco por este concepto las firmas domiciliadas en la provincia, lo que excluye lo que se abona por compras realizadas, por ejemplo, en cadenas comerciales con sede en Madrid.

Varios contribuyentes esperan para ser atendidos en la campaña de la Renta. Jose Navarro

En cuanto al Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios que declaran las empresas alicantina, los pagos hasta septiembre sumaron 371 millones de euros, un 35,4% más que en el ejercicio anterior. Un aumento en el que influye, por ejemplo, el incremento de beneficios del Sabadell –que tiene su domicilio fiscal en la provincia-, pero que también refleja que el conjunto de empresas de la provincia está mejorando sus resultados, lo que apunta a que una buena parte está manteniendo o incluso aumentando sus márgenes al trasladar a sus clientes las subidas de precios. Algo que contrastaría con la contención de salarios que están aplicando.

En cuanto a los cambios anunciados en el IRPF por la Generalitat, Antonio Pérez Rovira cree que no tendrán un impacto significativo para la mayoría de contribuyentes, "aunque en estos momentos todo supone un alivio". Eso sí, el experto también alerta de que, aunque una bajada del IRPF puede animar el consumo, las administraciones deberían buscar la fórmula para lograr un "equilibrio" y que estas reducciones de impuestos no perjudiquen a las cuentas públicas. Especialmente en un momento en que la subida de tipos va a obligar al Estado y el resto de administraciones a gastar más para financiar su deuda.