Paso decisivo para la esperada ampliación del polígono de Las Atalayas en Alicante, que, además, será mayor de lo contemplado inicialmente. El alcalde de la ciudad, Luis Barcala, acompañado de la concejal de Desarrollo Local, Mari Carmen de España, y del edil de Urbanismo, Adrián Santos, han presentado este viernes el proyecto para reclasificar alrededor de 650.000 metros cuadrados de terreno en las inmediaciones de este recinto, con el objetivo de paliar la actual escasez de suelo industrial que sufre la capital de la provincia, donde apenas quedan parcelas vacantes para que se instalen nuevas empresas.

A la espera de que el nuevo Plan General permita la creación de un gran cinturón empresarial alrededor de la circunvalación, que llegue a unir los polígonos actuales con el Parque Científico de la UA, de momento el Consistorio ha optado por una modificación puntual del existente –la número 43- para acelerar este primer proyecto. Una iniciativa que esperaban como agua de mayo las propias compañías instaladas en Las Atalayas, muchas de ellas con planes para crecer que se veían limitados por la falta de terrenos disponibles.

Aunque siempre se había dicho que esta primera ampliación del polígono alicantino se limitaría a completar la cuadrícula actual por la zona sur, hasta el barranco de Agua Amarga, y por el lado este, hasta el área natural de las Lomas de Vallonga y Atalayas, finalmente el proyecto será más ambicioso ya que los técnicos han decidido incorporar también los terrenos rústicos que ahora se extienden entre este espacio natural y la autovía de Murcia. Serán, respectivamente, el PAU 6, el PAU 7 y el PAU 8 en la ordenación urbanística del Consistorio.

Un plano con los terrenos que se reclasificarán coloreados en rojo. Información

Además, también se aprovechará para reclasificar las dos zonas que se ubican al final de la carretera de Ocaña, unos terrenos actualmente ocupados por fábricas que se instalaron antes de la aprobación del Plan General de 1987 –y que, por tanto, son legales- pero que aún no estaban catalogados como industriales. Entre ellas está, por ejemplo, la de Aceitunas Cazorla. De esta forma, de los 398.000 metros cuadrados iniciales que iba a contemplar la ampliación se pasará a unos 650.000 metros brutos de nuevo suelo industrial en la ciudad.

Mejores accesos

El proyecto también contempla otra importante mejora, ya que permitirá crear un nuevo acceso al polígono desde la carretera de Ocaña, a través de la actual CV 484 –la carretera de Bacarot-, de forma que los residentes en Alicante ya no tendrán que salir obligatoriamente a la A-31 para llegar hasta el recinto, como ocurre en la actualidad.

El plano que muestra el nuevo acceso desde la carretera de Ocaña. Información

En definitiva, que se mejora la conexión local del polígono, como ha explicado la arquitecta responsable del nuevo Plan General, Leticia Martín, que se ha encargado de facilitar los detalles técnicos durante el encuentro que los gestores municipales han mantenido con los representantes de las empresas instaladas en Las Atalayas y con su entidad de gestión. Un acto que se ha celebrado en las instalaciones de la firma Blinker.

Plazos

En cuanto a los plazos, el proyecto iniciará la próxima semana el periodo de consulta pública previa, tras el cual deberá trasladarse a la Generalitat, ya que necesita de una declaración de impacto ambiental favorable por parte de la Administración autonómica. De esta forma, dependiendo de lo que tarde la Conselleria de Política Territorial, los plazos que se manejan para que puedan empezar las obras de urbanización varían desde un mínimo de un año y medio hasta los tres años.

Desde el Consistorio han solicitado una tramitación simple, al considerar que el proyecto no tiene una especial afectación en el medio y, además, tanto el titular de Urbanismo, Adrián Santos, como la de Desarrollo Local, Mari Carmen de España, han señalado que trabajarán en paralelo para acelerar toda la documentación necesaria. Sin embargo, el alcalde ha aprovechado para meter presión al Ejecutivo autonómico y exigirle que muestre con el proyecto la misma diligencia y celeridad que ha mostrado para amarrar el proyecto de gigafactoría de Volkswagen en Sagunto.

Un momento de la presentación del proyecto de ampliación de Las Atalayas. Jose Navarro

Un caso que ha contrapuesto con el más de año y medio que, según ha dicho, el Ayuntamiento de Alicante lleva esperando a que se tramite la solicitud para que se declare la zona como Área Industrial Avanzada, lo que facilitaría el acceso a mayores subvenciones.

Prioridad

Por otro lado, y consciente de la preocupación que existe, Barcala también ha señalado la intención de reunirse con el Sepes –el organismo de titularidad estatal del que depende el polígono- y con los propietarios particulares de los terrenos afectados para buscar la fórmula que permita que las empresas actualmente asentadas en Las Atalayas tengan prioridad a la hora de optar a los terrenos reclasificados. Y es que, además de atraer nuevas firmas, el primer edil ha recalcado que lo que desean es que las compañías ya instaladas "se queden y puedan crecer". Para conseguirlo, desde el Ayuntamiento promoverán un convenio urbanístico para tratar de conseguir esa prioridad para las empresas actuales.

En este sentido, el alcalde de Alicante ha insistido en la necesidad que tiene el municipio de nuevas dotaciones industriales y ha resaltado especialmente la oportunidad que supone el desarrollo de la industria logística, por la ubicación de la ciudad junto a dos autovías, el puerto y el aeropuerto.

Una vista aérea del polígono. Información

Por otro lado, los empresarios de Las Atalayas ratificaron el pasado viernes en asamblea su deseo de transformar la actual entidad de conservación del polígono en Entidad de Gestión y Modernización (EGM), la nueva figura que contempla la ley autonómica de áreas industriales y que facilita la administración y el impulso de estos recintos.