Cox Energy se queda con Abengoa y mantendrá a sus 9.500 empleados

La firma del alicantino Enrique Riquelme ha sido la mejor valorada por el juzgado que lleva el concurso de acreedores de la multinacional al mantener 9.505 puestos de trabajo

La sede de la multinacional Abengoa en Madrid.

La sede de la multinacional Abengoa en Madrid. / Europa Press/Carlos Luján

David Navarro

David Navarro

El alicantino Enrique Riquelme se hace con los activos de la multinacional sevillana Abengoa, en lo que supone la mayor operación protagonizada por un empresario de la provincia hasta la fecha. La oferta presentada por Cox Energy -la firma de renovables fundada y presidida por Riquelme, con presencia en España y Latinoamérica- se ha impuesto a las planteadas por el Grupo Urbas, el fondo americano Terramar y la portuguesa Resource Project Management (RCP), que también optaban a la totalidad de la unidad productiva del conglomerado, formado por una treintena de filiales. También se habían presentado varias ofertas parciales.

Una de las claves que ha decantado la decisión del tribunal sevillano responsable del concurso de acreedores en el que se encuentra inmersa la multinacional desde el pasado mes de octubre ha sido el compromiso de mantenimiento de la actividad y, sobre todo, del empleo de la compañía, que da trabajo a 9.505 personas. Además,  el auto del juez Jesús Gabaldón destaca "el compromiso y la disposición demostrada con la aportación de liquidez" por parte de Cox Energy y considera su propuesta como "suficientemente fundada, sólida, creíble y factible de ser llevada a cabo". Por tanto, concluye que es "la más favorable al interés de los concursos, procediendo a aprobarla".

Eso sí, la operación está pendiente ahora de la autorización del Ministerio de Defensa –por los contratos que Abengoa Innovación mantiene con Navantia- y también del plazo de cinco días que se otorga a los acreedores con privilegio especial –Santander, CaixaBank, Credit Agricole, BBVA, Bankinter y HSBC- para que den su consentimiento para la transmisión.

Imagen de archivo de las instalaciones de Abengoa.

Imagen de archivo de las instalaciones de Abengoa. / Información

La adjudicación supone un paso de gigante en la historia de la firma creada por Enrique Riquelme, que en pocos años se ha convertido en uno de los operadores de energías renovables con mayor presencia en Latinoamérica –donde cotiza en la bolsa mexicana-, además de contar con numerosos proyectos en España.

Una oferta de 564 millones

La oferta presentada por Cox Energy está valorada en 564 millones de euros y es por todas las áreas de negocio y el corporativo de Abengoa, que incluye el desarrollo de proyectos de ingeniería llave en mano para la construcción de infraestructuras, energía, agua o telecomunicaciones, entre otros. Un negocio, que el propio juez considera "complementario" con el que desarrolla la propia Cox Energy, que se centra en el desarrollo y puesta en marcha de plantas solares.

La propuesta recoge un pago mínimo al concurso de 27,3 millones con un mecanismo que permitiría incrementar ese valor en el futuro. Pero, sobre todo, Cox Energy asume también los 206 millones de euros de deuda y avales vivos de proyectos de Abengoa, así como otros 252 millones de euros de deuda "Project Finance" que la ingeniería sevillana tiene asociada a otros activos.

Igualmente, Cox Energy se compromete al pago de los 22,8 millones de euros que la multinacional tiene con la Seguridad Social y garantiza el abono del 100% de los créditos privilegiados a los acreedores. En este sentido, la compañía recuerda que ya consignó el pasado 30 de marzo ocho millones de euros para los primeros pagos de los créditos concursales.

En cuanto al plan financiero, éste recoge una línea de avales por valor de 300 millones de euros y el compromiso de reducir en dos terceras partes las necesidades de tesorería de Abengoa. Un objetivo que se conseguirá gracia a la aportación directa de carga de trabajo, que la compañía estima en 3.200 millones de euros para los próximos tres años, según la información facilitada tras conocerse la adjudicación.

Por otro lado, la compañía también ha insistido en su compromiso con la plantilla y con el mantenimiento de los 9.505 puestos de trabajo actuales. Una apuesta que quedó patente con la transferencia de 2,5 millones de euros que Cox Energy realizó el pasado 24 de febrero para abonar las nóminas atrasadas de los empleados de la compañía andaluza.

El empresario alicantino Enrique Riquelme.

El empresario alicantino Enrique Riquelme. / Información

Nueva etapa

Tras publicarse la decisión de la Sección Tercera del Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla, el propio Enrique Riquelme ha mostrado su satisfacción. "Estamos listos para comenzar una nueva etapa en la historia de Abengoa impulsando su crecimiento para volver a ser una empresa líder en el desarrollo tecnológico para la generación de energías limpias", ha asegurado a través de un comunicado.

Además, en clave regional, Riquelme incide en la importancia de la compañía para Andalucía, "Abengoa es una compañía que cuenta con un enorme potencial para el crecimiento y desarrollo de la economía andaluza. Nuestro compromiso con Abengoa y con Andalucía es un compromiso a largo plazo, por ello nos ponemos a disposición de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Sevilla, instituciones y organismos públicos, universidades, y agentes sociales para, juntos y de la mano, conseguir que esta nueva Abengoa sea un referente para el talento, la innovación tecnológica y la sostenibilidad", ha afirmado.

Los trabajadores celebran el fin de la crisis de la firma

Los trabajadores de Abengoa han celebrado este martes la adjudicación de los activos y pasivos de esta compañía a Cox Energy, que cierra la crisis abierta desde hace años cuando presentó el preconcurso de acreedores, según informa EFE.

La presidenta del comité de empresa de Abengoa Energía, Laura Rodríguez, ha destacado que los trabajadores están contentos porque tienen después de años de incertidumbre una "noticia positiva" sobre la compañía de ingeniería, que presentó concurso de acreedores en noviembre de 2022, y ha considerado que es una decisión acertada la adjudicación a Cox por parte del juzgado de lo Mercantil número 3 de Sevilla.

Según la representante sindical, esta adjudicación da tranquilidad a los trabajadores de Abengoa, que han tenido en los últimos años reestructuraciones de empleo y, de hecho, en Sevilla hay unos 800 empleados, casi la mitad que hace varios años.

Ha valorado que el grupo Cox se haya comprometido en su oferta a mantener los más de 9.500 empleados de Abengoa por toda España y en el exterior y ha confiado en que pronto puedan reunirse con la nueva dirección para conocer de primera mano sus planes.

Entre las felicitaciones por la resolución del concurso también destaca la que ha lanzado la exministra de Industria y actual candidata a la alcaldía de Madrid por el PSOE, Reyes Maroto, que ha señalado que "gracias al compromiso de la empresa española Cox Energy, a las administraciones públicas, pero sobre todo a los representatnes de los trabajadores, hoy podemos celebrar un futuro laboral industrial para que Abengoa siga siendo un referente en el mundo".

Tras haber sido durante décadas el buque insignia de la industria andaluza, los problemas de Abengoa empezaron a aflorar en el año 2015, ante la enorme deuda acumulada por la firma en su apuesta por el desarrollo de energías renovables y los biocombustibles, entre otras inversiones. Así, en noviembre de este año la multinacional solicitó por primera vez el preconcurso, del que consiguió salir, pero solo para iniciar un largo declive, que le llevó a acometer varias reestructuraciones, que no acabaron de solucionar sus problemas.

Entre los cambios acometidos durante estos años, la mayor parte del negocio se segregó hacia las filiales del grupo, mientras que la empresa matriz acabó solicitando el concurso de acreedores en 2021 y el pasado mes de junio se decretó su liquidación. Por su parte, las filiales siguieron con su actividad, hasta que también entraron en preconcurso, después de que el Gobierno rechazara el pasado mes de julio inyectarle 249 millones con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas para rescatarla.

En octubre, los responsables del conglomerado solicitaron definitivamente el concurso de acreedores para estas filiales, acompañadas de una oferta de compra de la unidad productiva del Grupo Urbas.

En el proceso se sumaron nuevos postores y, finalmente, ha sido Cox Energy quien se ha alzado con la adjudicación, al presentar la oferta que más ha convencido al juzgado. Así, por ejemplo, la portuguesa RCP ofrecía el mejor precio para el concurso -35 millones de euros, según el auto judicial-, pero el tribunal considera que faltaba información y concreción sobre el plan de negocio y, además, ponía como condición que las sociedades del grupo renunciaran a los créditos intragrupo.

En el caso de Urbas, el auto judicial destaca que, si bien el ratio de solvencia de la compañía –la propietaria, entre otras, de la constructora alicantina Ecisa- es el adecuado para el sector inmobiliario en el que desarrolla su actividad, no lo es para los activos que tendría que asumir.