Carmencita se suma al Club de las Empresas Centenarias de la provincia de Alicante

La Cámara de Comercio y la Asociación de Empresa Familiar reconocen la labor y la trayectoria de la compañía noveldense, cuyos orígenes se remontan a 1923 con Jesús Navarro Jover

Carlos Baño, Nuria Montes y  Ángel Paredes entregaron el  galardón a Jesús Navarro  Navarro, Jesús Navarro Alberola  y Francisco Escudero.

Carlos Baño, Nuria Montes y Ángel Paredes entregaron el galardón a Jesús Navarro Navarro, Jesús Navarro Alberola y Francisco Escudero. / Pilar Cortés

Mar Vives

Mar Vives

Carmencita, empresa líder del sector de las especias, se ha sumado este año al Club de las Empresas Centenarias en una gala celebrada ayer en el Teatro Principal de Alicante. Con esta incorporación ya son 29 los socios que forman parte de las Empresas Centenarias de la provincia de Alicante, una iniciativa impulsada en julio de 2019 por la Cámara de Comercio y la Asociación de Empresa Familiar de la provincia de Alicante, que cada año reconoce la trayectoria de diversas empresas centenarias. Estas destacan por su solidez, constancia y visión. A lo largo de sus extensas y firmes trayectorias, estas compañías han tejido historias de éxito y resiliencia que han resistido el paso del tiempo y han forjado sus nombres en la historia económica de la provincia.

La IV Gala de Empresas Centenarias contó con la asistencia de representantes tanto institucionales como empresariales, y, en el caso de Carmencita, fueron Jesús Navarro Navarro, Jesús Navarro Alberola y Francisco Escudero quienes subieron al escenario para recibir el galardón en manos de Carlos Baño, Nuria Montes y el socio responsable de KPMG, Ángel Paredes.

Fundada en Novelda 1923, Carmencita no ha cesado de crecer elaborando sus propias mezclas. Sus orígenes se encuentran en la tenacidad y la visión comercial del noveldense Jesús Navarro Jover, hijo de campesinos en una familia con seis hermanos. El joven trabajó en una fábrica de zapatillas de esparto pero siempre soñó en trabajar para sí mismo, en ser su propio jefe. Años más tarde, para que ningún niño se quedara sin estudios, regaló varios terrenos con la única condición de que se convirtieran en escuelas públicas. Hoy siguen honrando su memoria: el colegio Jesús Navarro y la escuela infantil municipal Carmen Valero.

En aquella época, en su Novelda natal se comerciaba con especias, sobre todo azafrán, que se traía desde la Mancha y luego se exportaba a Asia y África. Este espíritu comercial nacía de la necesidad de un pueblo sin recursos naturales. El objetivo de Jesús era hacer lo que otros ya estaban haciendo, pero mejorado y sobre todo, diferente. Su esposa y compañera, Carmen Valero, hija de los mismos herreros que fabricaban los carros y las rejas de las casas del pueblo, aportó el sosiego, la calma y, también, las manos que elaboraron las primeras carteritas de papel para que después Jesús fuera vendiéndolas casa por casa por los pueblos más cercanos y Murcia. El negocio fue creciendo y a él se unieron las hermanas de Carmen y varias vecinas, capaces de convertir un kilo de azafrán en diez mil envases de papel, la dosis exacta para uno de esos guisos familiares.

El marketing de los años 20

Como las carteritas en el inicio eran blancas, sin marca, Jesús pensó que debía distinguirse de alguna manera. Fue así como en 1926 el nombre y la imagen de su primera hija, Carmencita, sale a la luz. Le hizo a la niña una foto con un gran lazo en la cabeza, siendo esta la foto con la que se registra la marca y la que aparece en los sobres de azafrán.

Sin embargo, otro negocio de la zona ya tenía un emblema similar. Para distinguirse, en un alarde inconsciente de marketing, le quitó el lacito, le colocó un sombrero cordobés, la vistió de andaluza y le puso un mantón de Manila y un clavel. Nacía así la Carmencita que conocemos a día de hoy. Durante los años de la Segunda República, Carmencita inicia su desarrollo publicitario, con anuncios de sus carteritas de azafrán en los descansos de los cines y en vallas publicitarias.

Años más tarde, cuando se aventura a viajar en barco hasta las islas Canarias, Jesús está forjando el éxito actual de la marca gracias al gran consumo de especias en los platos tradicionales isleños, iniciando, sin saberlo, la internacionalización de la marca. Y fue a partir de 1955 cuando se introdujeron las máquinas que agilizan el proceso de envasado de las carteritas de azafrán, lo que supuso un gran avance para satisfacer la demanda cada vez mayor y la posibilidad de abrir el mercado con otras especias. Dando paso así a que en al comienzo de los años sesenta, se ampliara y diversificara la gama de Carmencita con tarros y cajitas.

La siguiente generación, con Luis Navarro, Francisco Escolano y Jesús Navarro Valero, fortaleció y multiplicó los valores del fundador: tradición y, a la vez, modernidad, visión de futuro y espíritu de liderazgo. Con gran esfuerzo situaron a la marca como líder indiscutible del mercado.

En 1985 Carmencita lanzó uno de sus productos estrella: El Paellero®, una mezcla de especias para la paella cuyo lanzamiento se apoyó en los primeros anuncios televisivos que realizó la compañía. Pocos años después, en 1990, la empresa rediseña sus envases e inicia una importante expansión por más de 40 países, coincidiendo con el relevo generacional en la dirección de la compañía.

Innovación y solidaridad

Actualmente cuentan con una nueva fábrica, la más moderna de Europa, en Novelda y un departamento de I+D+i fuertemente preparado para la investigación y el avance de sus productos. Entre las prioridades de Carmencita se encuentra la salud como pieza esencial de la alimentación y la gastronomía, por ello los productos de la empresa se encuentren en una constante evolución, adelantándose incluso a las demandas y necesidades de la sociedad. Como prueba de ello, recibieron de la mano de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España el Premio Face 2019.

Además, el carácter solidario que define el espíritu de Carmencita desde su fundador se refleja en sus acciones hacia la sociedad, por ejemplo, en su unión a Alicante Gastronómica Solidaria. Una iniciativa que prepara más de 900 menús semanales para ser repartidos entre las personas más desfavorecidas de la provincia.

Por otro lado, Carmencita forma parte de las cátedras institucionales de la Universidad de Alicante e inició sus actividades en noviembre de 2017. El objetivo principal de la cátedra es desarrollar actividades de investigación, divulgación y formación en el ámbito de la gastronomía y, en particular, las relacionadas con el universo del sabor y la riqueza culinaria que encierra la cultura alimentaria mediterránea.