Los trastornos relacionados con la salud mental causan el 15 % de las bajas laborales

Un estudio elaborado por UGT y la Universidad de Valencia revela que entre el 17 % y el 27 % de los empleados sufren ansiedad en sus puestos de trabajo, y que entre el 30 % y el 38 % experimentan estrés siempre o casi siempre

Acto de presentación este viernes del estudio en la sede de UGT en Valencia.

Acto de presentación este viernes del estudio en la sede de UGT en Valencia.

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Los trastornos relacionados con la salud mental causan el 15 % de los días de baja laboral. Esa es una de las principales conclusiones del estudio “Los problemas de salud mental como accidentes de trabajo” elaborado por UGT y la Universidad de Valencia (UV), informe en el que también se pone de manifiesto que entre el 17 % y el 27 % de los empleados sufren ansiedad en el trabajo, y que entre el 30 % y el 38 % experimentan estrés siempre o casi siempre. Un fenómeno ante el que el se plantea la necesidad de desarrollar alertadores para prevenir estas situaciones e investigar la causas, lo que permitiría trabajar en su erradicación.

El estudio, presentado este viernes, es obra de un equipo multidisciplinar encabezado por Adrián Todolí, profesor de Derecho en el Trabajo de la UV, y en el que también han participado Ángela Martín-Pozuelo, profesora ayudante en el mismo departamento, y Ana Belén Muñoz, docente en esta especialidad en la Universidad Carlos III de Madrid. Según se hace constar, aparte de la elevada incidencia de los trastornos de salud mental en el ámbito del trabajo, se da la circunstancia de que todos estos problemas afectan más a las mujeres. De esta forma, si bien es cierto que las bajas laborales por este motivo representan en conjunto el 15 %, en realidad ese porcentaje alcanza el 17,09 % en las mujeres y el 12,42 % en los hombres.

El informe, de acuerdo con la encuesta nacional de condiciones de trabajo, también pone de relieve que un 60 % de los encuestados considera que el desempeño de sus funciones laborales ha agravado o ha originado su depresión, así como que solamente el 61,1 % de estos trabajadores que han sido diagnosticados con un trastorno depresivo han sido tratados para el mismo.

Por otro lado, se indica que la prevalencia del acoso laboral en España es del 14 %, siendo las formas más comunes la asignación de trabajos sin valor o utilidad alguna, rebajar a la persona encargándole trabajos por debajo de su capacidad profesional, ejercer contra la persona una presión indebida o arbitraria, desvalorar sistemáticamente su esfuerzo o éxito profesional, evaluar su trabajo de manera inequitativa o de forma sesgada, amplificar o dramatizar de manera injustificada errores pequeños o intrascendentes, y menospreciar o menoscabar personal o profesionalmente al trabajador.

En este sentido, el informe destaca que los estudios existentes plantean que solo con tres grandes actuaciones podrían reducirse entre un 60 % y un 80 % los casos de mala salud mental. Una de ellas asociada a regular los ritmos, cargas y exigencias laborales; otra relacionada con reducir la precariedad vinculada a los salarios insuficientes, miedo a pedir mejores condiciones u horarios semanales reducidos; y, por último, una actuación centrada en mejorar las relaciones sociales, priorizando la resolución de conflictos.

El secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, ha puesto en valor la necesidad de abordar este problema en el mundo del trabajo y la importancia de tener entornos laborales seguros y saludables, sobre la base de que “el trabajo es uno de los ámbitos que en mayor medida afecta a la salud física y mental de las personas”.

Inclusión de los riesgos psicosociales en los convenios

Inclusión de los riesgos psicosociales en los convenios

El informe elaborado por UGT y la Universidad de Valencia incluye varias recomendaciones para la prevención de los riesgos psicosociales en los centros de trabajo, destacando la apuesta por que sean los convenios colectivos de cada sector los que se encarguen de abordar esta materia.

En este sentido, se plantea la creación de nuevas figuras de representación especializadas en materia de riesgos laborales más adaptadas a las nuevas necesidades, como son los delegados o delegadas de prevención en el ámbito de la salud mental. También la inclusión en los propios convenios de contenidos específicos de formación en la materia dirigidos tanto a los delegados como al resto de miembros del comité de seguridad y salud en el trabajo.

En lo que respecta a las empresas, se les reclama la articulación de políticas de «cero acosos laborales», incluir en el presupuesto de prevención de riesgos laborales partidas específicas para este tipo de trastornos, y seleccionar el método de evaluación de riesgos tomando en consideración la perspectiva de género si procede.

A la Administración se le reclama la actualización de la herramienta de salud total, que data de 1995, teniendo en cuenta los cambios tecnológicos, económicos y sociales desde entonces.