La caída del precio de la luz y la subida de los tipos frenan el autoconsumo en Alicante

El boom de las placas solares echa el freno. Tras triplicarse su instalación durante el año 2022 y la primera mitad de 2023, la relativa normalización del precio de la electricidad en el mercado mayorista y la subida de los tipos de interés han desplomado las nuevas contrataciones en los últimos meses. Especialmente en el segmento doméstico, que también se ha visto afectado por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, como consecuencia de la inflación.

El cambio de tendencia empezó a notarse a partir del pasado verano, cuando las nuevas altas ya cayeron alrededor de un 15% en la provincia, pero fue en el cuarto trimestre cuando la situación se agudizó. Así, entre octubre y diciembre se pusieron en marcha 3.129 nuevas instalaciones de autoconsumo en Alicante frente a las 4.797 registradas en el mismo periodo del ejercicio anterior, lo que supone una caída de más del 34%, según los últimos datos del departamento de Energía y Minas de la Generalitat. Un descenso que se repite también a nivel autonómico y nacional, según confirman las principales organizaciones del sector.

No obstante, los datos del conjunto del año aún son positivos –con 14.751 altas frente a 13.578 de 2022- por el empuje que se mantuvo en el arranque del ejercicio. Aunque, eso sí, se trata un crecimiento muy pequeño, de solo un 8,6%, en comparación con el avance del 188% del año precedente.

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"Estamos hablando de que en 2022 se produjo la tormenta perfecta, con unos precios de la energía disparados por la Guerra de Ucrania y la puesta en marcha por parte del Gobierno de un plan de ayudas dotado con 1.800 millones de euros, con cargo a los fondos de recuperación", recuerda el director de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), José Donoso. Por el contrario, a medida que el importe de la factura eléctrica empezó a relajarse, también cayeron los encargos de nuevas placas solares, a pesar de que el coste del megavatio siguió muy alejado de las cifras anteriores.

"De alguna forma, se normalizaron los precios altos. El coste medio del megavatio el año pasado fue de una media de 80 euros, cuando antes de la guerra lo normal eran entre 40 y 50 euros", recalca Donoso.

Un análisis en el que coincide la directora de proyectos de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (Appa),Irma Villar, que destaca la pérdida de la "sensación de urgencia" que inundó el mercado el año anterior. Del mismo modo, Villar recalca el efecto que también tuvo la pérdida de poder adquisitivo de las familias debido a la inflación y la subida de las hipotecas, "que ha limitado la capacidad de acometer este tipo de instalaciones".

En este sentido, tanto las asociaciones, como las empresas instaladoras consultadas señalan que la caída se ha concentrado en el segmento doméstico, mientras que ha sido más contenida en el tramo empresarial, y especialmente en el industrial, "donde se piensa más en el largo plazo", como apunta el CEO de Cubierta Solar, Luis Navarro.

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En cualquier caso, pese al descenso con respecto a las cifras de 2022, desde el sector se muestran convencidos de que la demanda seguirá siendo importante y permitirá cumplir de sobra con el objetivo marcado por el Gobierno para 2030, que prevé que el autoconsumo instalado en España alcance una potencia de 19 gigavatios.

Balance

En el caso de la provincia de Alicante, al cierre del año pasado ya había en funcionamiento un total de 34.997 instalaciones de autoconsumo, que sumaban una potencia total de 332 megavatios, mientras que en el conjunto de la autonomía ya se supera el gigavatio instalado. La mayoría de estas instalaciones se ubican en viviendas particulares, con un total de 31.826. Por su parte, la industria copa otras 1.086 instalaciones y los almacenes 558, por citar las más numerosas, aunque también las hay que abastecen oficinas (168) o bombas de extracción o levantamiento de aguas (90), lo que permite abaratar la gestión del riego en la agricultura.

Por poblaciones, Alicante es la ciudad de la provincia y de toda la Comunidad Valenciana con mayor volumen placas solares, con 2.440; seguida por Elche, con 2.435; Orihuela, con 1.849; Xàbia, con 1.684; y Dénia, con 1.337.

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Una tendencia creciente es el uso de baterías, que permiten aprovechar los excedentes generados en las horas de mayor radiación solar para los momentos en que no hay luz y que suman ya una capacidad de almacenamientos de 63 megavatios en Alicante. Una práctica que están aprovechando sobre todo las industrias, para rebajar el consumo en las horas en que el precio de la electricidad es más caro, según explica Luis Navarro.

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