El sector de las renovables necesita 2.000 trabajadores en tres años para construir hasta 180 plantas solares en Alicante

Las empresas, con problemas de falta de mano de obra, tienen que ampliar sus plantillas en la provincia ante el desbloqueo de proyectos por parte del Consell. Más cursos y el reciclaje de profesionales de otros sectores se perfilan como soluciones

Planta solar Turroneros en Xixona, una de las más importantes de la provincia.

Planta solar Turroneros en Xixona, una de las más importantes de la provincia. / Áxel Álvarez

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Después de mucho tiempo reclamando el desbloqueo por parte de la Generalitat de los proyectos fotovoltaicos, el sector de las energías renovables se enfrenta ahora al reto de contar con el suficiente personal para construir hasta 180 plantas solares que podrían ver la luz en la provincia de Alicante en los próximos tres años. Nada menos que 2.000 profesionales se calcula que harán falta en este intervalo de tiempo para acometer estas infraestructuras, una cifra nada fácil de conseguir teniendo en cuenta que las empresas ya sufren en estos momentos problemas de mano de obra debido a la falta de técnicos cualificados. Un incremento de los cursos tanto públicos como privados, así como el reciclaje de empleados de otros sectores, son las posibles soluciones sobre las que se trabaja.

La Comunidad Valenciana es una de las más soleadas de España, siendo la provincia de Alicante la que más horas disfruta, alrededor de 3.400 anuales, seguida por las 3.300 de Castellón y las 2.800 de Valencia. De ahí que no resulte extraño que las empresas dedicadas a las energías renovables hayan puesto su punto de mira en este territorio, como se ha podido constatar con la avalancha de proyectos de plantas solares que se han ido presentando en los últimos años.

Esta proliferación de iniciativas, sin embargo, ha tropezado con una exasperante lentitud por parte de la Generalitat, hasta el punto que desde 2018 solo había tramitado 74 plantas, de las que cuáles únicamente cinco se habían convertido en realidad. La situación, sin embargo, está empezando a cambiar, toda vez que el nuevo Ejecutivo autonómico liderado por Carlos Mazón, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, se ha marcado como uno de sus principales objetivos agilizar la tramitación burocrática de los expedientes, a través de diferentes medidas que ya se están implementando.

Este es el caso de los acuerdos a los que se está llegando con diferentes colegios profesionales, así como una mayor coordinación de los departamentos implicados para evitar duplicidades. La formación de los funcionarios y el lanzamiento de una plataforma digital para la presentación electrónica de documentos y el seguimiento de los expedientes son otras de las actuaciones que se están abordando. 

Todo ello aderezado con una nueva ley de energías renovables centrada en cuatro ejes principales, como son la eliminación de requisitos económicos a los promotores que hasta ahora solo se pedían en la Comunidad Valenciana; fin de la reevaluación exhaustiva de proyectos mejorados por los avances tecnológicos; refuerzo de la Administración con personal externo; y digitalización de los trámites, en la línea con la puesta en marcha de la plataforma.

Operarios instalando un panel solar en una planta fotovoltaica.

Operarios instalando un panel solar en una planta fotovoltaica. / Carlos Alós

Con todo ello, se espera otorgar un fuerte impulso a la tramitación de los expedientes que estaban pendientes, de manera que en los próximos tres años podrían acabar desbloqueándose hasta 140 en territorio alicantino, a los que hay que añadir otros 25 ya aprobados y pendientes de ejecución.También hay que sumar los que dependen del Gobierno central y que en estos momentos se encuentran en fase de tramitación, con lo que la cifra final rondará los 180. En el conjunto de la Comunidad Valenciana, y solo en lo que respecta a proyectos tramitados por la Generalitat, son cerca de 400 los expedientes que van a ir resolviéndose.

Así las cosas, el reto al que se enfrenta el sector es el de contar con el suficiente personal para poder ejecutar todas estas plantas solares, teniendo en cuenta que ya en estos momentos hay problemas de falta de mano de obra. Desde Avaesen, la asociación de empresas de energías renovables y otras tecnologías limpias de la Comunidad Valenciana, su presidente, Marcos Lacruz, cifra en 5.000 los trabajadores que harían falta en los próximos tres años en el conjunto del territorio autonómico, 2.000 en el caso concreto de la provincia de Alicante. «Con el cambio político -señala- parece que hay otro estímulo y una aceleración de la burocracia, por lo que confiamos en que los proyectos, por fin, empiecen a salir. Pero, a partir de ahí, lo que tenemos que ver es cómo afrontamos las necesidades de personal para evitar el colapso, dado que, cuando se autoriza una planta, el plazo para construirla es de un año».

Las necesidades, explica, son de todo tipo, desde instaladores hasta ingenieros, pasando por técnicos en metalurgia, electricidad y construcción, motivo por el que, añade, junto a los cursos que ya se imparten desde la Conselleria de Educación en escuelas de FP, «ya estamos trabajando con universidades y otros centros formativos, y también viendo cómo se configura el nuevo Labora».

Por su parte, Luis Navarro, gerente de la empresa alicantina Cubierta Solar, confirma que, efectivamente, escasean los profesionales titulados y que tengan experiencia en el sector, algo que atribuye, principalmente, a que «se trata de una industria nueva, que apenas tiene diez años de trayectoria, por lo que las necesidades van por delante que la mano de obra». 

En su caso, están apostando por formar por sus propios medios a personal cualificado, sobre todo en el ámbito de las baterías, que es donde más vacío existe, y también por reciclar a profesionales de otros sectores, principalmente de la construcción. También, enfatiza, por «otorgar buenas condiciones laborales y salariales a nuestros trabajadores, ofreciéndoles un plan de carrera, flexibilidad y espacios laborales de un nivel muy alto».

El presidente de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Jorge Ibáñez, también expresa su preocupación por la falta de profesionales, «no solo en la provincia, sino en toda España», asevera. Y destaca que la solución pasa por promocionar el sector, sobre la base de que «sin lugar a dudas, es una profesión de futuro que cada vez va a tener una mayor demanda de empleo».

Cursos

Una de las instituciones que más se está involucrando en tratar de solucionar el problema de la falta de mano de obra en el sector de las energías renovables es, precisamente, Fempa. Consciente de los problema que están encontrando las empresas para encontrar profesionales, son numerosos los cursos que se han venido organizando en especialidades concretas. Los últimos de ellos, gratuitos y promovidos con la financiación de Labora, han ido dirigidos al colectivo de desempleados. Las especialidades son las de montaje y mantenimiento de instalaciones térmicas; operaciones básicas en el montaje y mantenimiento de instalaciones de energías renovables; organización y proyectos de instalaciones solares fotovoltaicas; y montaje y mantenimiento de instalaciones solares.

Aumento imparable de las instalaciones de autoconsumo

Más allá de las plantas solares, los proyectos para instalaciones empresariales de autoconsumo también se están incrementando de manera imparable, hasta el punto de que la Generalitat se ha visto obligada a incrementar el presupuesto para las ayudas ante la avalancha de solicitudes.

De acuerdo con la información facilitada desde la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, en la provincia de Alicante son cerca de 2.600 peticiones las que se han recibido desde finales de 2021. Se trata, en concreto, de 2.593 proyectos de empresas, de los que 2.414 son para ejecutar instalaciones de autoconsumo eléctrico con energías renovables, especialmente con energía solar fotovoltaica. Los 179 restantes son para baterías de almacenamiento.

Pues bien, del total, el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) ha concedido hasta la fecha 10 millones de euros para el impulso de 463 de estos proyectos. La inversión por parte de las empresas, con todo, se multiplicará casi por cuatro, hasta los 38 millones de euros. De todas estas actuaciones, 282 corresponden a empresas ligadas al sector servicios y el resto a otras actividades productivas.

Con todo, y con la finalidad de seguir atendiendo las peticiones de ayudas presentadas, ha sido necesario un mayor esfuerzo en financiación que se ha ido materializando de forma progresiva. El presupuesto inicial de este programa de subvenciones para el conjunto de la Comunidad ascendía a 31,2 millones de euros, y ya el Ivace abordó una primera ampliación de 44,4 que dejó la suma total en 75,6. Con todo, y ante la incesante entrada de nuevas solicitudes, el propio organismo solicitaba a finales de 2023 al Instituto de Ahorro y Diversificación Energética (IDAE) un nuevo incremento de 16 millones en el presupuesto asignado al territorio autonómico.

Los proyectos han podido ir ejecutándose, aunque según las empresas instaladoras, yendo ya muy justas en lo que respecta a mano de obra especializada. De ahí que el sector esté trabajando para tratar de incrementar plantillas ante el desbloqueo previsto de las plantas solares.