El textil del futuro se gesta en la provincia de Alicante

El centro tecnológico Aitex, ubicado en Alcoy, se posiciona como referente internacional en el desarrollo de tejidos que combaten el cambio climático

Bobinas de hilo elaboradas a partir de fibras recicladas en los laboratorios de Aitex.

Bobinas de hilo elaboradas a partir de fibras recicladas en los laboratorios de Aitex. / Juani Ruz

M. Vilaplana

M. Vilaplana

El futuro del textil se escribe en la provincia de Alicante. Y lo hace de la mano de Aitex, instituto tecnológico del sector ubicado en Alcoy, que acaba de estrenar una imponente sede que va a servir para catapultarlo todavía más como referente internacional en el ámbito de la investigación, ayudando a las empresas a afrontar los retos que plantea el cambio climático con el desarrollo de tejidos y procesos productivos respetuosos con el medio ambiente.

Con 350 trabajadores, una facturación de 43 millones de euros y unos equipamientos que lo sitúan a la vanguardia de la innovación, Aitex se ha planteado como principal objetivo intervenir de forma decisiva en la transición en la que están inmersas las empresas en materia de sostenibilidad, siempre con la finalidad de cumplir con las exigentes normativas que emanan en este sentido desde la Unión Europea (UE). El reciclaje, el empleo de fibras respetuosas con el medio ambiente y la implantación de procesos productivos que eviten las emisiones de CO2 y minimicen el empleo de agua, son solo algunos de los campos en los que trabaja la entidad.

La Asociación de Investigación de la Industria Textil (Aitex) es un centro de investigación, innovación y servicios técnicos avanzados para los sectores del hábitat, la indumentaria y los textiles técnicos, entre otros. Nació en 1985 en Alcoy, donde continúa, por iniciativa de los empresarios textiles y la Generalitat Valenciana a través del Impiva, hoy reconvertido en Ivace. Con casi 40 años de experiencia, se ha convertido en el centro tecnológico de referencia en España y uno de los cinco principales de Europa. Una prueba del peso que tiene Aitex en el sector es el hecho de que dispone de una red de oficinas internacionales al servicio de las empresas y alrededor de 5.000 clientes, la mitad en España y el resto distribuidos por más de 50 países.

León Grau, presidente de Aitex, ante la fachada de la nueva sede.

León Grau, presidente de Aitex, ante la fachada de la nueva sede. / Juani Ruz

Todo eso había conseguido pese a los problemas de espacio que venía sufriendo en los últimos años, que habían llegado a constreñir su actividad. Así lo señala el presidente de la institución, el empresario León Grau, quien recuerda que estaban repartidos entre la sede central, que en su momento acogió la legendaria compañía de Papeleras Reunidas, y ocho naves alquiladas. «Logísticamente -subraya- era bastante inoperativo, porque, además de estar limitados, el personal se tenía que desplazar de un sitio a otro, con las dificultades que eso comportaba a todos los niveles».

Ese fue el motivo que llevó al centro tecnológico a proyectar una nueva sede. Tras una búsqueda nada sencilla en Alcoy de unos terrenos que se acoplasen a las necesidades de la entidad, algo que se logró gracias a la colaboración del Ayuntamiento, finalmente fue en julio de 2020 cuando se iniciaban las obras de construcción, las cuales finalizaban recientemente tras una inversión por parte del propio Aitex de cerca de 40 millones de euros. El inmueble en cuestión, que también es un referente a nivel arquitectónico, cuenta con una superficie de 30.000 metros cuadrados, lo que supone duplicar la capacidad de la que se disponía hasta la fecha. Además, del total de la extensión, una vez completado el traslado en su totalidad solo se habrá ocupado el 65 %, quedando el resto disponible para futuras inversiones en equipos de laboratorio y plantas de investigación. Una apuesta que también permitirá al centro tecnológico incrementar su plantilla al mismo tiempo que genera nuevos servicios.

Empleados

El cambio de sede supone un paso estratégico para Aitex, que busca reforzar su posición de liderazgo en materia de investigación y prestación de servicios. Aparte de haber podido agrupar todos los servicios en un mismo espacio, la nueva ubicación proporciona un entorno más moderno y eficiente para los 350 profesionales que trabajan en el mismo. Según explica León Grau, el edificio está equipado con instalaciones de última generación, incluyendo una treintena de laboratorios de investigación avanzados y espacios diseñados para fomentar la interacción, promover la transferencia de conocimientos y la aceleración de la innovación.

Aitex aporta a las empresas soluciones de innovación en aspectos como ensayos de caracterización y certificación de artículos y materiales textiles con aplicación a sectores muy diversos, como el hábitat, moda e indumentaria, salud y medicina, higiene y cosmética, indumentaria, equipos de protección individual, deporte y ocio, transporte público, automoción, náutica, aeronáutica, obra civil y construcción, y superficies deportivas.

En materia de laboratorios, los servicios son igualmente variados, y pasan por caracterización de productos, y control de calidad y certificación según las normas y estándares internacionales. De hecho, actualmente Aitex es uno de los centros europeos con mayor alcance técnico de acreditación de la calidad de ensayos de laboratorio por ENAC, la entidad nacional de acreditación y su paraguas de marca comunitaria.

Pues bien, la nueva sede va a permitir potenciar todos estos servicios, prestando especial atención a uno de los principales desafíos que tiene en estos momentos el sector, como es su adaptación a las nuevas normativas de la UE en materia de sostenibilidad y la gestión de los residuos procedentes de la industria. Dada la actual necesidad de introducir nuevas composiciones textiles más sostenibles, obtener un proceso que permita un menor impacto en la huella de carbono es una prioridad. 

De ahí que, explica el presidente de Aitex, el instituto esté trabajando en varias líneas de investigación, con la finalidad de implementar y validar nuevas soluciones técnicas capaces de aumentar la eficiencia de la cadena de producción. El fin último es proporcionar alternativas de producción sostenibles y circulares mediante la reducción del consumo de los recursos naturales no renovables, de la huella medioambiental asociada y de la reutilización de sus materiales al final de su ciclo de vida.

Así, entre los proyectos que se están desarrollando destaca la producción de hilos a partir de fibras recicladas, la reducción de la huella de carbono de los procesos de tintura, el desarrollo de composites bajo el modelo de economía circular, la reducción de la generación de mermas de bordados, o la optimización de la trazabilidad de la cadena de valor mediante tecnologías avanzadas.

Otras iniciativas en las que está trabajando el instituto son la obtención de materiales sustitutivos al cuero animal y el poliéster sintético a través de la revalorización de residuos agroalimentarios, o la aplicación de resinas de poliuretano parcialmente biobasadas, derivadas de la sustitución parcial o total de los polioles de origen petroquímico. 

Uno de los nuevos laboratorios del instituto tecnológico.

Uno de los nuevos laboratorios del instituto tecnológico. / Juani Ruz

El centro tecnológico, asimismo, dispone de un laboratorio pionero para el análisis de sustancias químicas nocivas en textiles, que se ha convertido en el único acreditado en España para otorgar certificaciones en la materia.

León Grau asevera que el esfuerzo que está realizando Aitex va a convertirlo, aún más si cabe, en un referente internacional en la investigación de la sostenibilidad textil. Y todo ello aún a pesar de que el sector está descontento con la forma en la que la UE está aplicado las nuevas normativas. «El problema -explica- es que las exigencias para las empresas comunitarias son cada vez mayores, con los correspondientes costes que les toca asumir, pero después no se controla si lo que viene de fuera cumple con lo que se nos impone a nosotros, con lo que nos encontramos con una competencia desleal que nos está haciendo mucho daño».

Y también reclama un compromiso más potente del Gobierno español con el sector, favoreciendo a las compañías nacionales en las licitaciones de la ropa para los cuerpos de seguridad, como son el Ejército, la policía o los bomberos, o también para el personal sanitario, por poner algunos ejemplos. «·Puede ser -destaca el responsable de Aitex- que al Estado le resulte un 30 % más caro el producto español que el extranjero, pero a la larga sale más barato, porque estamos hablando de productos estratégicos que tienen unos mayores estándares de calidad y cumplen con todas las normas. Que no vuelva a suceder lo que ocurrió con las mascarillas durante la pandemia».

La cosmética cobra importancia en la actividad del organismo

Si bien en sus orígenes Aitex fue concebido como un instituto tecnológico pensado en exclusiva para el textil, su actividad se ha diversificado en los últimos tiempos para prestar servicio también a las empresas de la cosmética, con fuerte presencia, tanto en la zona de Alcoy, como en la Comunidad Valenciana en general. Según explica León Grau, «tienen una problemática muy parecida a la del textil, merced a las nuevas normativas que emanan de la UE en cuestiones como la sostenibilidad o los componentes de los productos». De ahí que los técnicos del centro estén trabajando en diversos proyectos como el dirigido a promover avances biotecnológicos para impulsar el bienestar neurorosensorial, entre muchos otros. También Aitex fue la sede recientemente de la constitución de la mesa sectorial de la cosmética impulsada por la Conselleria de Innovación a instancias de las empresas del propio sector.

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