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El fin de las 'golden visa', una gota en el mar del problema de la vivienda

Expertos y afectados señalan las carencias del anuncio del Gobierno de que dejará de dar la residencia a los extranjeros que inviertan medio millón de euros en pisos

La medida podría ser útil en la lucha contra el blanqueo, pero no incidirá en los problemas de ciudadanos corrientes para acceder a un inmueble, como promete Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, en Dos Hermanas (Sevilla).

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, en Dos Hermanas (Sevilla). / EFE

Daniel G. Sastre

La eliminación de las 'golden visa' puede ser una medida positiva, pero no va a hacer ni cosquillas al problema de la vivienda en España. Es la conclusión unánime de todos los sectores implicados en una cuestión que genera quebraderos de cabeza a seis de cada 10 ciudadanos, según estadísticas avaladas por el Gobierno. Otra cosa es que la supresión de esos visados, que premian con el permiso de residencia a los extracomunitarios que hagan grandes inversiones en el país -sobre todo inmobiliarias-, no sea positiva en términos de lucha contra el blanqueo de capitales o incluso contra el narcotráfico. Pero, en puertas de un decisivo maratón electoral –vascas, catalanas, europeas–, el Ejecutivo ha puesto el acento no en esos encomiables objetivos, sino en que la medida servirá para que el derecho universal a un techo digno y adecuado pase por primera vez del artículo 47 de la Constitución a la realidad.

Y en ese sentido, según las fuentes consultadas, la eliminación de las 'golden visa' es lo contrario de matar moscas a cañonazos. "La idea de que los visados de oro han generado los problemas de la vivienda es generar un chivo expiatorio, para atribuir a los de fuera lo que ha hecho la clase especuladora local", afirma Carlos Delclós, profesor del Departamento de Sociología e investigador del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Barcelona. "Es poco probable que la supresión tenga un efecto significativo en la solución del problema de la vivienda en España", dice Manuel Burgos, vicepresidente de la asociación de empresarios de viviendas de alta calidad de Marbella Dom3. "No diría que la medida es totalmente simbólica, pero es claramente insuficiente si la miras en un contexto más amplio", subraya Carme Arcarazo, portavoz de la entidad por la defensa de una vivienda digna Sindicat de Llogateres. "No es verdad que vaya a mejorar el acceso a la vivienda de nadie, y me irrita mucho cuando los políticos nos quieren tomar por tontos", concluye Gonzalo Bernardos, director del Máster en asesoría, gestión y promoción inmobiliaria de la Universidad de Barcelona.

Las reglas del mercado

Pedro Sánchez anunció el lunes que el Gobierno inicia los trámites para eliminar un mecanismo que permite acceder a la residencia española a los extranjeros que inviertan más de 500.000 euros en bienes inmuebles. "Vamos a tomar las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho y no un mero negocio especulativo", dijo el presidente del Gobierno. "Ese no es el modelo de país que queremos, el de la inversión especulativa. Tener una vivienda digna no puede depender solo de las reglas del mercado", añadió.

Según las encuestas, el malestar de los españoles con respecto a las dificultades para acceder a un piso, sobre todo en las grandes ciudades y en los puntos turísticos, no deja de crecer. Y los últimos datos del Banco de España disponibles, del tercer trimestre de 2023, muestran que las familias tienen que destinar siete años y medio de su salario bruto a la compra de una vivienda, el nivel máximo de los últimos 13 años.

El Gobierno asegura que la supresión de las 'golden visa' "sirve para dar oportunidades a quienes hoy tienen problemas para acceder a una vivienda en lugares concretos y con tensión de precios y falta de oferta residencial". Lo dijo el martes la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, durante una comparecencia en la que también puso números al anuncio. Entre 2013, cuando las creó Mariano Rajoy para tratar de dar vida a un mercado inmobiliario comatoso, y enero de 2024, 10.528 personas se han beneficiado de estos visados ligados a las adquisiciones de vivienda. Al Ejecutivo se le "encendió la luz de alarma" recientemente, cuando comprobó que, en los dos últimos años, "se han duplicado las concesiones de 'golden visa' y la inversión extranjera".  

El primer problema es que los números no cuadran. El año pasado, en respuesta parlamentaria, el Gobierno cifró en 4.920 los visados de oro concedidos entre 2013 y 2022; ahora los eleva hasta 6.913. Pero incluso teniendo en cuenta esa corrección, y aceptando que haya habido un arreón importante en los dos últimos años, el impacto –muy limitado–de la supresión queda claro si se tiene en cuenta que, solo en 2023, se registraron en España casi 590.000 operaciones de compraventa de vivienda.

Tampoco se puede decir que el Gobierno haya abierto camino. En 2022, a raíz del inicio de la guerra de Ucrania, la UE recomendó a los países que las habían impulsado suprimir las 'golden visa', porque, como su concesión no se preocupaba por el origen del dinero, podía suponer una vía para el blanqueo. Nueve de ellos lo hicieron, y ahora solo quedan cuatro países comunitarios donde la medida esté vigente: además de España, son Italia, Grecia y Malta.

Chinos y rusos

Por nacionalidades, son los chinos y los rusos quienes más se han beneficiado de las 'golden visa', muy por delante de los británicos o los estadounidenses. Y eso es preocupante en el contexto actual. "Este tipo de visados está sujeto a mucho menos escrutinio que al que se somete a una persona que viene aquí a trabajar y ganarse la vida", recuerda Delclós. Y Arcarazo añade que, aunque "es una buena noticia, porque era grotesco que quien comprase un piso de medio millón de euros tenía la residencia mientras centenares de miles de personas que viven aquí que no la tienen porque son pobres", no es la panacea. Desde su asociación reclaman que se aplique con rigor el tope al alquiler, y que se vigile especialmente tanto el alquiler de temporada como el arrendamiento de habitaciones.

Los empresarios inmobiliarios de Marbella, donde las 'golden visa' han llegado a representar el 7% de adquisiciones de vivienda, lo ven desde otro punto de vista. "Aunque no se han notado grandes cambios, con motivo de la guerra llegan a la zona nuevas nacionalidades, como los polacos, lo que subraya la importancia de España como destino atractivo para inversores que buscan estabilidad y calidad de vida", dice el vicepresidente de Dom3.

Estas posturas tan alejadas sobre cómo afrontar el problema de la vivienda convergen en señalar las carencias de la eliminación de las 'golden visa'. "Es una medida que está bien, porque impide que venga gente con negocios no claros y porque no tienes por qué discriminar positivamente al rico extranjero con respecto al rico nacional", dice con sorna Bernardos. "Pero Sánchez no dice eso, sino que alude a terminar con el problema de la vivienda, y eso me parece una tomadura de pelo", añade. En la misma línea, Delclós cree que "cualquier política que no vaya contra la mercantilización es ineficaz". 

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