El futuro del vino alicantino con el cambio climático: menos viñas y precios más elevados

Bodegas y expertos universitarios apuestan por reducir la densidad de las cepas y por variedades más resistentes en una jornada sobre la creciente sequía y el calor

Responsables de bodegas durante su intervención en la jornada en Casa Sicilia.

Responsables de bodegas durante su intervención en la jornada en Casa Sicilia. / Áxel Álvarez

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Menor densidad de viñas y costes y precios más elevados. Esas serán dos de las probables consecuencias que el cambio climático tendrá sobre el sector del vino en la provincia de Alicante, según la opinión manifestada este viernes por enólogos y expertos universitarios en una jornada celebrada en la bodega Casa Sicilia 1707 de Novelda, en la que se abordaron los retos a los que se enfrenta el sector ante la creciente sequía y el aumento paulatino de las temperaturas. Un evento en el que se puso de manifiesto que el clima cada vez más extremo va a endurecer las condiciones del cultivo, aunque sin llegar a impedir su continuidad.

El sector vitivinícola de la provincia anda preocupado por la influencia cada vez más acusada que está teniendo el cambio climático sobre los viñedos. No en vano, la cosecha ya registró una notable merma el año pasado, en un fenómeno que irá a más en la actual campaña. Así, y bajo la organización de la Cátedra de Enoturismo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y Vectalia, destacadas bodegas y expertos universitarios analizaron el panorama y plantearon posibles soluciones de futuro. 

En la primera mesa redonda, integrada por profesionales del sector, Pepe Mendoza, responsable de la bodega Casa Agrícola, destacó que el problema se tiene que afrontar desde diferentes frentes, empezando por reducir la densidad de cepas. «Ya no se podrán plantar 1.500 cepas por hectárea, sino que habrá que ir a 800», enfatizó. También abogó por realizar podas más bajas para conseguir «cepas bonsái», reducir rendimientos y apostar por variedades tradicionales autóctonas, «que son las que tienen más capacidad de resistencia». Y reclamó ayudas directas a los agricultores con viñedos de más de 25 años, «porque es un patrimonio que hay que conservar», aseveró.

Por su parte, Antoni Santonja, del departamento vitivinícola de Bocopa, señaló que esta evolución «nos obliga al aprendizaje continuo», y que si en los últimos tiempos se ha invertido mucho en instalaciones de bodega, «ahora toca hacerlo en el campo, volviendo a mirar al viñedo».

Juan José Ruiz, José Juan Reus, Antonio Arias y Fran Martínez.

Juan José Ruiz, José Juan Reus, Antonio Arias y Fran Martínez. / Áxel Álvarez

Alain Campeanu, responsable vitivinícola de Casa Sicilia 1707, subrayó el notable cambio de condiciones registrado en la finca en los últimos veinte años, con temperaturas más altas, falta de contraste entre el día y la noche, adelanto de las vendimias, aumento de plagas y mayores daños de la fauna silvestre. Circunstancias que, dijo, «nos han obligado a adaptarnos» con una mayor presencia del riego y la vuelta a variedades autóctonas como la garnacha, la monastrell, la malvasía o el macabeo.

Por último, María Miñano, de MGWines, destacó que el recrudecimiento del clima está obligando a intensificar el trabajo tanto en el campo como en la propia bodega, lo cual, subrayó, «trae consigo un aumento de costes que al final habrá que repercutir en el producto final».

Expertos en clima

La segunda mesa redonda fue la de los expertos universitarios. Abrió el fuego Jorge Olcina, catedrático de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), quien señaló que se va a ir transitando cada vez más hacia un clima más extremo, con aumento de temperaturas y disminución de precipitaciones, y que justo la provincia de Alicante se sitúa en la frontera donde las condiciones serán cada vez peores para el cultivo de la vid. Una situación que, no obstante, dijo que podría combatirse con la investigación genética, variedades más tardías o podas tardías, entre otras técnicas.

En parecidos términos se expresó Javier Martín Vide, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, quien destacó que, pese a que el clima se endurezca, ya en estos momentos hay zonas con condiciones más adversas que la provincia, como Almería o Lanzarote, en la que también se cultivan viñas.

Por su lado, Vicente Sotés, catedrático emérito de Viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid, subrayó la necesidad de adoptar técnicas de cultivo que tiendan a atenuar la radiación solar y a mejorar el rendimiento del suelo. Asimismo, instó a apostar por variedades resistentes.

En la apertura de la jornada también intervinieron el presidente de Vinos de Alicante DOP, José Juan Reus; el rector de la UMH, Juan José Ruiz; el presidente de Vectalia, Antonio Arias; y el alcalde de Novelda, Fran Martínez. Todos destacaron la importancia de la jornada y abogaron por diseñar medidas para que el sector pueda afrontar los desafíos ya urgentes que plantea el cambio climático.