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El mercado de trabajo de la provincia de Alicante en el marco de la pandemia del covid-19

Una limpiadora de habitaciones, conocidas como ’kellys’, en un hotel.

José Manuel Casado

Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Alicante

Catedrático de Economía Aplicada y director del Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Alicante. Su investigación se centra en el análisis del mercado de trabajo, a menudo con un enfoque territorial. Ha publicado numerosos artículos en revistas científicas y coordinado siete proyectos de investigación del Plan Estatal de I+D+i, así como trabajos e informes para distintas administraciones públicas e institutos de estadística nacionales e internacionales. En la actualidad es investigador principal de dos proyectos financiados por la Agencia Estatal de Investigación (PID2020-114896RB-I00, AEI/10.13039/501100011033) y la Conselleria d’Innovació, Universitats, Ciència i Societat Digital (AICO/2021/062).

Raquel Simón Albert

Universidad de Alicante

Cursó el grado en Economía en las universidades de Alicante y el University Collegue of Cork (UCC), así como el Máster Universitario en Economía Aplicada de la Universidad de Alicante. En la actualidad disfruta de una ayuda del Subprograma Estatal de Formación del Programa Estatal de Promoción del Talento y su Empleabilidad (Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020), y elabora su tesis sobre distintos aspectos del mercado de trabajo en el marco del Doctorado en Economía de la Universidad de Alicante.

Hipólito Simón

Instituto de Economía Internacional

Catedrático de Economía Aplicada y miembro del Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Alicante. Ha publicado numerosos trabajos de investigación en revistas científicas nacionales e internacionales sobre cuestiones relacionadas con el mercado laboral, ámbito en el que ha dirigido numerosos proyectos de investigación y ha recibido diversos premios de investigación, y en el que entre 2015 y 2017 fue presidente de la Asociación Española de Economía del Trabajo.

1. Introducción

La finalidad de este capítulo es doble. En primer lugar, se desarrolla una valoración del desempeño del mercado laboral de la provincia de Alicante en el marco de la crisis económica asociada al covid-19 y la subsiguiente recuperación. En segundo lugar, se realiza una cuantificación de la precariedad laboral en la provincia desde una doble perspectiva novedosa, atendiendo tanto a la sufrida por los asalariados como a la que se da de forma global en el mercado de trabajo.

En síntesis, los resultados del primer análisis muestran cómo el impacto laboral de la pandemia se puede considerar limitado en relación con la magnitud de la recesión experimentada. Esto se explica en buena medida por el uso generalizado de forma novedosa de los expedientes de regulación temporal del empleo, el cual permitió amortiguar las fuertes pérdidas de empleo que tradicionalmente se asocian en nuestro país a los contextos recesivos. Se observa también que la recuperación laboral experimentada a lo largo de 2021 está lejos de ser completa, por lo que no se han superado los estragos laborales causados en la provincia por la crisis económica. Esta circunstancia se aprecia en el hecho de que ni los niveles de empleo ni los de desempleo provinciales han recuperado los máximos y mínimos, respectivamente, alcanzados previamente a la crisis, a diferencia de lo que ha ocurrido en el conjunto de España, donde ya se ha producido una plena normalización del mercado de trabajo. En otro orden de cosas, se constata también que el empleo provincial continúa adoleciendo de problemas severos de calidad en múltiples dimensiones: niveles muy elevados de temporalidad, un peso elevado de los contratos temporales de muy corta duración y del empleo a jornada parcial, unos salarios reales poco dinámicos, así como elevados niveles de desigualdad de las rentas salariales y una alta incidencia del empleo de bajos salarios. Además, la pandemia parece haber acentuado algunos de estos problemas, dado que ha aumentado el peso de las ocupaciones poco cualificadas y del empleo de bajos salarios (de modo que en 2020 el 49,8% de los asalariados alicantinos tenía ingresos salariales anuales iguales o inferiores al Salario Mínimo Interprofesional).

El segundo análisis profundiza precisamente en el examen de la calidad del empleo en la provincia de Alicante. Para ello, se usan los datos individuales de la Encuesta de Población Activa para analizar la precariedad laboral en la provincia con un doble enfoque de carácter novedoso en el que se atiende tanto a la precariedad que sufren específicamente los asalariados como a la que afecta al conjunto de la fuerza de trabajo.

En el primer enfoque se mide la precariedad de los asalariados desde una perspectiva multidimensional usando el Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional. Para elaborar este indicador se miden para cada individuo siete indicadores de los empleos que reflejan carencias laborales agrupados en tres dimensiones (empleo de bajos salarios, inestabilidad y otras carencias del empleo) y se identifican como empleos precarios a los que sufren un porcentaje mínimo de carencias laborales. Para el cálculo del índice se tiene en cuenta tanto el porcentaje de asalariados que sufren precariedad (los que superan el mínimo de carencias establecido) como la intensidad de la misma. En el segundo enfoque se examina la precariedad laboral global. Se adopta para ello una perspectiva más amplia que considera que existen tres categorías laborales asociadas a situaciones precarias; así, a los asalariados que de acuerdo con el enfoque anterior se encuentran en situación de precariedad multidimensional se suman en este enfoque los desempleados y quienes sufren desánimo (entendido como la situación laboral de aquellas personas que no forman parte de la población activa e integran la inactividad porque, a pesar de desear tener un empleo, han desistido en su búsqueda debido a que consideran que es imposible encontrarlo).

Los resultados de los análisis muestran que las carencias en los indicadores laborales individuales son relativamente frecuentes entre los asalariados de la provincia de Alicante de modo que, por ejemplo, el 26% de ellos tiene un salario mensual reducido, el 27,1% sufre un contrato temporal, el 35% tiene una jornada laboral atípica y el 28,4% está sobrecualificado. En consecuencia con ello, la precariedad asalariada multidimensional en la provincia de Alicante presenta tanto una elevada incidencia (afecta al 49,4% de los asalariados) como una alta intensidad (los asalariados alicantinos que son precarios multidimensionales sufren en promedio el 38,9% de las posibles carencias ponderadas en sus empleos), un nivel que se considera severo.

La evidencia desagregada muestra que la intensidad de la precariedad asalariada multidimensional en la provincia es muy heterogénea entre individuos, de modo que, mientras que el 10% de los asalariados llega incluso a sufrir una precariedad individual extrema, únicamente el 27,1% de los asalariados alicantinos está libre de cualquier tipo de carencia laboral. En el mismo sentido, la precariedad asalariada multidimensional afecta en mucha mayor medida a ciertos colectivos, dado que es particularmente elevada entre los jóvenes, los inmigrantes y quienes trabajan a jornada parcial o en el sector primario.

Desde una perspectiva temporal se constata que, si bien en el pasado reciente se pueden distinguir varias etapas temporales claramente diferenciadas, asociadas a cambios regulatorios, la precariedad asalariada se ha venido manteniendo persistentemente en cotas muy elevadas (afectando sistemáticamente a entre el 50% y el 60% de asalariados alicantinos), por lo que es claramente un fenómeno con un fuerte carácter estructural. También desde esta perspectiva, los indicadores adelantados calculados con la Encuesta de Población Activa sugieren que la pandemia no ha tenido un efecto sostenido y significativo sobre la precariedad asalariada multidimensional, al menos en lo que respecta a los aspectos no monetarios de los empleos.

En el segundo enfoque, que aborda el análisis de la precariedad laboral con una perspectiva más amplia, la evidencia obtenida muestra que la precariedad laboral global tiene una gran incidencia en la provincia de Alicante, pues el 49,9% de los integrantes de la fuerza laboral extendida (ocupados, desempleados y desanimados) son o bien asalariados precarios multidimensionales (34,3%), o bien desempleados (14,7%), o bien desanimados (0,9%). La misma revela también que el mercado de trabajo provincial se dibuja como altamente vulnerable y similar en general al que se da en el conjunto de España.

Desde una perspectiva desagregada se confirma que también en este caso la precariedad laboral global golpea con mayor intensidad a ciertos colectivos, como las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes o los individuos con estudios primarios. Asimismo, se constata cómo la pandemia ha tenido importantes efectos laborales negativos en la provincia de Alicante, ya que actualmente se dan tanto niveles de precariedad laboral comparativamente mayores como un mucho mayor peso del desempleo de larga duración.

La estructura del capítulo es la siguiente. A continuación, la segunda sección examina la evolución de las principales magnitudes laborales en la provincia de Alicante hasta 2021 a partir de la principal fuente de información sobre el mercado de trabajo, la Encuesta de Población Activa, profundizando en ciertos aspectos relacionados con la calidad del empleo de la provincia a partir de la información laboral proporcionada por fuentes como la Agencia Tributaria y el Servicio Público de Empleo Estatal. La tercera sección examina la precariedad laboral en la provincia de Alicante desde una doble perspectiva, atendiendo tanto a la precariedad asalariada multidimensional como a la precariedad global en el conjunto del mercado de trabajo. El análisis finaliza con un apartado donde se recogen sus principales conclusiones.

2. El mercado de trabajo de la provincia de Alicante y los efectos del covid-19

2.1. Evolución de los principales agregados laborales

El gráfico 1 y el cuadro A.1 del anexo contienen información procedente de la Encuesta de Población Activa sobre las tasas de actividad, empleo y desempleo de la provincia de Alicante y, con fines comparativos, para el conjunto de España, para el periodo 2006-2021. Centrando el análisis en la última parte de este periodo, esta evidencia muestra, en primer lugar, cómo el impacto laboral de la crisis económica asociada a la pandemia del covid-2019 ha sido comparativamente reducido, algo que se aprecia en su total extensión en la comparación con el intenso deterioro laboral que se produjo tras la crisis previa asociada a la Gran Recesión y la crisis de la zona euro. En segundo lugar, la misma muestra que, a diferencia de lo que ha ocurrido a nivel nacional para el conjunto del mercado de trabajo español, a finales de 2021 todavía no se había producido una normalización completa del mercado de trabajo provincial en relación con la situación previa a la pandemia.

CUADRO 1 | Población en edad de trabajar, población activa y tasa de actividad en la provincia de Alicante

Así, en relación con la primera cuestión, cabe destacar que en la crisis anterior se produjo en la provincia un fortísimo aumento del desempleo (con tasas de desempleo que llegaron a ser del 29,4% de la población activa) y una intensa caída del empleo (con tasas de empleo que llegaron a tomar valores mínimos de 40,6%), en el marco de un fuerte empeoramiento de la actividad económica (con caídas acumuladas del PIB provincial real de en torno al 16% entre 2008 y 2013: véase Casado y Simón, 2019). En contraste, en el contexto de la pandemia se produjo un deterioro laboral mucho menos acusado que en la crisis anterior, aun a pesar de que se experimentó un deterioro equiparable en los niveles de actividad económica, con una caída del PIB provincial en 2020 que algunos autores han llegado a situar en el 13,6%, uno de los más intensos de todas las provincias españolas (Fernández Cerezo, 2021). Así, aun a pesar de haber experimentado una crisis económica de una magnitud muy parecida, entre finales de 2020 y comienzos de 2021 la tasa de desempleo provincial llegó a tomar valores máximos del 19,4% y la tasa de empleo valores mínimos del 44,7%, notablemente superiores e inferiores, respectivamente, a los alcanzados durante la crisis previa.

En cuanto a la segunda cuestión, resulta reseñable que, mientras que para el conjunto de España se produjo a lo largo de 2021 una normalización prácticamente completa del mercado de trabajo, habiéndose recuperado los niveles de tasas de actividad, empleo y desempleo previas a la crisis económica de 2020, en el caso de la provincia de Alicante la recuperación laboral todavía es incompleta, con tasas de actividad y empleo que se sitúan por debajo de las existentes antes de la pandemia y tasas de desempleo que superan a las previas a la crisis. Así, por ejemplo, la tasa de desempleo a finales de 2021 (18,5%) se situaba cerca de cinco puntos porcentuales por encima de los mínimos observados en 2019 (13,6%).

Atendiendo de forma desagregada a las principales magnitudes laborales, se constata cómo la pandemia indujo una caída significativa en la provincia de la tasa de actividad (la cual se define como el cociente entre la población activa y la población en edad de trabajar) entre 2019 y 2021, con una intensidad similar, en torno a dos puntos porcentuales, tanto para hombres como para mujeres (cuadro 1). Inicialmente esa caída estuvo asociada al impacto de las fuertes restricciones de movilidad y al confinamiento domiciliario obligatorio, que indujeron una caída de la tasa de actividad debido a que muchos trabajadores sin empleo no podían buscarlo activamente, lo que constituye un requisito indispensable para ser considerado desempleado y formar así parte de la población activa (compuesta, como es sabido, por el conjunto de personas que participan de forma activa en el mercado de trabajo, ya sean ocupados o desempleados que buscan activamente un empleo). No obstante, una vez superado el confinamiento domiciliario y recuperados en gran medida los flujos de movilidad, en el caso de la provincia de Alicante se observa que, a diferencia del conjunto de España, la pandemia parece haber provocado (gráfico 1) un efecto más sostenido de abandono del mercado de trabajo por una cierta parte de la población en edad de trabajar, lo cual es plausiblemente atribuible a un efecto desánimo en el contexto del deterioro de las expectativas laborales.

CUADRO 2 | Empleo en la provincia de Alicante

CUADRO 2 | Empleo en la provincia de Alicante

Por su parte, conforme se puede apreciar en el gráfico 1 y los cuadros 2 y A.1 del anexo, el impacto de la crisis económica en el empleo fue relativamente elevado en la provincia de Alicante, con una pérdida de cerca de 100.000 puestos de trabajo, una caída interanual del empleo entre 2019 y 2020 (5,8%) que duplicó la del conjunto de España (2,9%) y una disminución de la tasa de empleo en el periodo de seis puntos porcentuales (desde el 50,6% al 44,2%). Como se señalaba anteriormente, este deterioro fue, en cualquier caso, menos acusado que en la crisis previa, donde se llegaron a perder cerca de 170.000 empleos y la tasa de empleo provincial se redujo más de doce puntos porcentuales (desde el 52,9% al 40,6%). Esta circunstancia se explica plausiblemente por el hecho de que, de forma novedosa, durante esta crisis se extendió mucho el uso de los expedientes temporales de regulación de empleo, que en la provincia de Alicante llegaron a cubrir hasta a 140.000 trabajadores en la primera parte de 2020 (cuadro 3 y gráfico 2), lo cual supone en torno al 20% de empleo total. La recuperación del empleo provincial en 2021 ha tenido, por su parte, únicamente un carácter parcial, de modo que en el cuarto trimestre de 2021 se había recuperado únicamente en torno a la mitad del empleo perdido en la crisis económica y la tasa de empleo, a diferencia de lo ocurrido en el conjunto España, no había recuperado los niveles anteriores a la crisis.

CUADRO 3 | Afiliados en situación de ERTE vinculado al covid-19 en la provincia de Alicante

CUADRO 3 | Afiliados en situación de ERTE vinculado al covid-19 en la provincia de Alicante

El deterioro del empleo en el contexto de la crisis se centró, por su parte, en la agricultura y la industria (cuadro 4), lo que, unido al patrón sectorial de evolución del empleo en 2021, ha dado lugar a una cierta transformación de la estructura provincial del empleo en relación con la vigente en 2019, con una pérdida de importancia relativa en el empleo de la industria y, muy especialmente, la agricultura, en favor de los servicios. Por su parte, mientras que el fenómeno de destrucción del empleo tuvo una intensidad parecida para hombres y mujeres en 2020, el crecimiento del empleo en 2021 ha beneficiado en mayor medida a los hombres, lo que implica que en el pasado reciente ha aumentado ligeramente su peso relativo en el conjunto del empleo (cuadro 5).

CUADRO 4 | Ocupados por sector de actividad en la provincia de Alicante

CUADRO 5 | Ocupados por sexo en la provincia de Alicante

CUADRO 5 | Ocupados por sexo en la provincia de Alicante

Por último, en lo que respecta a la evolución de los principales agregados laborales, cabe destacar que, antes de la pandemia, durante 2019, la tasa de desempleo provincial estaba experimentando una reducción en un contexto de expansión económica, llegando a tomar valores del 13,6%, equiparables a los observados en la expansión previa a la crisis anterior (cuadro A.1 del anexo). Sin embargo, esta tendencia se revirtió durante 2020, cuando la tasa de desempleo provincial aumentó significativamente hasta el 19,4% (un aumento que, como se ha señalado, fue en todo caso mucho menor que en la crisis anterior, cuando creció en torno a 20 puntos porcentuales, hasta el 29,3%). Finalmente, durante 2021 se ha producido una reducción de la tasa de desempleo hasta valores en torno al 18,5%. Esta reducción resulta, en cualquier caso, insuficiente y sitúa la tasa de desempleo todavía muy por encima de los valores de 2019, lo que es consecuente con los problemas observados con la recuperación del empleo provincial en el actual contexto expansivo.

CUADRO 6 | Distribución de la contratación por ocupaciones en la provincia de Alicante

2.2. Evolución de la calidad del empleo

Como es sabido, la baja calidad del empleo es un elemento problemático del mercado de trabajo de la provincia de Alicante, que se ve afectado negativamente por niveles de capital humano comparativamente bajos y un tamaño de las empresas también reducido, lo que redunda en problemas de productividad y de condiciones laborales de los trabajadores alicantinos (para más detalles véase Casado y Simón, 2019). En este contexto, la pandemia parece haber empeorado la calidad del empleo en varios aspectos, agravando este fenómeno.

CUADRO 7 | Peso relativo de los contratos temporales e indefinidos en el empleo asalariado (%)

CUADRO 7 | Peso relativo de los contratos temporales e indefinidos en el empleo asalariado (%)

Así, se observa en primer lugar cómo se ha producido un empeoramiento de la estructura por ocupaciones del empleo provincial. El cuadro 6 muestra que, por un lado, cayó ligeramente el peso de las ocupaciones de cualificación elevada (que, en cualquier caso, ha sido siempre bastante reducido) y, en el otro extremo, aumentó el peso de las ocupaciones elementales (del 31,4% del empleo provincial en 2019 al 36% en 2020), asociadas a peores condiciones laborales en términos comparativos. Entre las ocupaciones de cualificación media hubo una intensa caída del peso de la categoría más numerosa, la de los trabajadores en servicios de restauración y vendedores (que pasaron de suponer el 33% del total del empleo provincial en 2019 al 26% en 2020) y ligeros aumentos en el resto de ocupaciones del grupo, de tal forma que en su conjunto el peso de las cualificaciones medias pasó del 56,3% al 52,6% entre ambos años.

CUADRO 8 | Contratos temporales según duración

No se observan, por el contrario, cambios de relevancia en la segmentación del mercado de trabajo entre los colectivos de trabajadores con contrato indefinido y temporal, ya que los contratos temporales en la provincia han constituido de forma persistente en los últimos años en torno al 90% del total (cuadro 7). Es destacable, sin embargo, que se redujo significativamente el peso que en el total de contratos temporales tienen los de muy corta duración, de hasta 7 días, desde el 25,4% del total en 2019 hasta el 19,4% en 2020 (cuadro 8).

CUADRO 9 | Salario anual declarado en fuentes tributarias (%)

CUADRO 9 | Salario anual declarado en fuentes tributarias (%)

Finalmente, en el plano salarial cabe destacar cómo en 2020 se produjo una ligera reducción del salario medio anual provincial medido según las estadísticas de retribuciones salariales de la Agencia Tributaria (cuadro 9), cuyos efectos en términos reales resultaron mitigados por la caída de los niveles de precios experimentado dicho año en la provincia (cuadro 10).

CUADRO 10 | Evolución real de los salarios pactados en la provincia de Alicante

CUADRO 10 | Evolución real de los salarios pactados en la provincia de Alicante

Esta evolución de los salarios medios se debe plausiblemente a un efecto de composición asociado a las características de la destrucción del empleo en el contexto de crisis, dado que los salarios pactados experimentaron en 2020 un aumento en términos reales superior al 2% (cuadro 10). Por su parte, durante la crisis se produjo un fuerte aumento de la desigualdad de las rentas salariales (medidas a partir del salario anual) y de la incidencia del empleo de bajos salarios (cuadro 11). Esta circunstancia se constata, por ejemplo, a partir del porcentaje de asalariados alicantinos cuyos ingresos salariales anuales son iguales o inferiores al Salario Mínimo Interprofesional, el cual se situaba en el 43,3% en 2019 y ascendió al 49,8% en 2020.

CUADRO 11 | Distribución por tramos de los salarios anuales declarados en fuentes tributarias

3. La precariedad laboral en la provincia de Alicante

Esta sección presenta evidencia empírica de carácter novedoso relacionada con la cuantificación de la precariedad laboral en la provincia de Alicante atendiendo a dos perspectivas diferentes, la primera centrada en la precariedad laboral que sufren de forma específica los asalariados y la segunda ampliando el foco para analizar la precariedad global existente en el conjunto del mercado de trabajo.

En el primer caso se examina la precariedad de los asalariados desde una perspectiva multidimensional a partir de una extensión de la técnica de análisis multidimensional propuesta por Alkire y Foster (2011), empleada actualmente también por Naciones Unidas para la elaboración del Índice de Pobreza Multidimensional (PNUD, 2020). Para ello, se identifica como precario el empleo de mala calidad, caracterizado por superar un cierto porcentaje mínimo de carencias laborales, para cuya cuantificación se usa el Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional (IPAM). En el segundo caso se examina con una perspectiva más amplia la precariedad laboral global. Para ello, se ha considerado que existen tres categorías laborales asociadas a situaciones laborales problemáticas relacionadas con la precariedad: la precariedad asalariada multidimensional identificada en la primera de las perspectivas reseñadas, el desempleo y el desánimo.

El análisis empírico se desarrolla a partir de los microdatos del fichero anual de la Encuesta de Población Activa, que permite llevar a cabo un análisis en profundidad de cuál era la situación en 2019. No obstante, en ciertos casos se desarrollan también análisis temporales para el periodo 2006-2019 y, con el fin de disponer de una perspectiva más actualizada sobre la evolución de la precariedad, se realizan también análisis basados en los microdatos del fichero trimestral de la Encuesta de Población Activa hasta 2021.

CUADRO 12 | Dimensiones, indicadores y pesos del Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional

3.1. La precariedad asalariada multidimensional en la provincia de Alicante

En el análisis de la precariedad de los asalariados la identificación de las potenciales carencias laborales en los empleos asalariados se desarrolla a partir de una batería de siete indicadores laborales repartidos en tres dimensiones (cuadro 12 y gráfico 3). La primera dimensión es el empleo de bajos salarios, la cual incluye dos indicadores que consideran que se dan carencias laborales cuando se percibe un salario reducido en términos mensuales (inferior a 1.200 euros en términos brutos considerando 12 pagos anuales) (2) o por hora (inferior al 60% del salario mediano de la economía: 6,5 euros en 2019). La segunda es la inestabilidad, una dimensión con un único indicador que refleja una carencia laboral si el contrato del trabajador es temporal. Finalmente, la tercera dimensión, denominada otras carencias del empleo, incluye cuatro indicadores relacionados con sufrir una jornada parcial involuntaria, estar sobrecualificado para los requerimientos del empleo, padecer una jornada laboral extensa (algo que se da cuando se trabaja habitualmente más horas de lo pactado en contrato o convenio) y tener jornada laboral atípica (lo que ocurre cuando se trabaja regularmente durante los fines de semana, por las noches o por turnos). Cabe destacar que las tres dimensiones consideradas se corresponden con las dimensiones empleadas actualmente por la OCDE en su enfoque sobre la medición de la calidad del empleo (OCDE, 2018).

Los indicadores relacionados con las dos primeras dimensiones tienen un mayor peso relativo a la hora de determinar la precariedad asalariada, pues se considera que reflejan carencias laborales particularmente relevantes. El requisito para considerar a un trabajador asalariado como precario es que sufra carencias que sumen al menos un 20%. El gráfico 3 muestra que, entre otras muchas situaciones posibles, esto último se cumple cuando se da, por ejemplo, una carencia en alguno de los indicadores de las dos primeras dimensiones o cuando el trabajador tiene carencias en al menos dos indicadores en la última dimensión de precariedad.

Una vez que se identifican cuáles de los empleos existentes son precarios se puede cuantificar la precariedad multidimensional para el conjunto de los asalariados. Esto se realiza mediante tres indicadores globales que miden, respectivamente, la incidencia del fenómeno (qué proporción del total de asalariados son precarios), su intensidad (qué proporción del total posible de carencias laborales sufren los asalariados precarios –el mínimo es 20%, dado que por debajo de esa cifra un empleo no es considerado precario–) y su alcance (que se calcula como producto de la incidencia por la intensidad y constituye el Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional).

CUADRO 13 | Proporción de asalariados con carencias laborales. Encuesta de Población Activa anual de 2019

El cuadro 13 contiene información sobre la proporción de asalariados afectados por la precariedad en el conjunto de España y en la provincia de Alicante por cada uno de los siete indicadores. Esta evidencia confirma que las carencias en los indicadores laborales individuales son muy frecuentes en el caso de los asalariados de la provincia de Alicante con prevalencias que, por lo general, son mayores que para los asalariados del conjunto de España. Así, se observa una elevada presencia de carencias laborales tanto en el caso de los indicadores monetarios, que forman parte de la dimensión asociada al empleo de bajos salarios (donde el 26% de los asalariados alicantinos tiene un salario mensual reducido y el 14,5% percibe un salario por hora bajo), como en los no monetarios, asociados tanto a la inestabilidad (el 27,1% de los asalariados en Alicante sufre un contrato temporal) como a otras carencias del empleo (un 35% de los asalariados tiene una jornada laboral atípica, el 28,4% está sobrecualificado, el 7,7% tiene jornada parcial involuntaria y un 9,3% sufre una jornada laboral extensa). La incidencia de la precariedad observada en la provincia es, por su parte, significativamente mayor para las mujeres en todos los indicadores, con la única excepción de la jornada laboral extensa y atípica, lo que refleja claramente la peor calidad relativa del empleo femenino el mercado de trabajo provincial.

GRÁFICO 4 | Distribución de asalariados con al menos una carencia laboral

GRÁFICO 4 | Distribución de asalariados con al menos una carencia laboral

El gráfico 4 presenta la distribución por dimensiones de los asalariados de la provincia de Alicante que sufren al menos una carencia en el empleo (el 72,9% del total de asalariados), reflejando en qué medida se dan simultáneamente carencias laborales en las diferentes dimensiones de precariedad consideradas. Dicha distribución revela que la precariedad tiene en la práctica una naturaleza poliédrica y presenta formas muy diferentes en la provincia de Alicante. Así, mientras que algunos asalariados están afectados únicamente por carencias asociadas al empleo de bajos salarios (4,3%), la inestabilidad (5,2%) u otras carencias en el empleo (30,4%), una parte relevante (el 33% restante) sufre carencias simultáneas en dimensiones laborales diferentes.

CUADRO 14 | Indicadores de precariedad asalariada multidimensional. Incidencia, intensidad e Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional. EPA de 2019

El cuadro 14 contiene, por su parte, los valores de los índices que permiten cuantificar la precariedad asalariada desde una perspectiva multidimensional. En el caso de la provincia de Alicante la incidencia de la precariedad es muy alta, con un 49,4% de los asalariados en situación de precariedad multidimensional. También lo es la intensidad de dicha precariedad, ya que los asalariados que son precarios sufren en promedio el 38,9% de las posibles carencias ponderadas en sus empleos (algo que ocurre, por ejemplo, cuando a la vez se tiene un contrato temporal y un salario mensual reducido). Consecuentemente, el Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional toma para el conjunto de los asalariados en Alicante un valor de 0,192, lo que refleja un alcance global severo de la precariedad en una escala con cuatro categorías de precariedad agregada (reducida, intensa, severa y extrema) (). En términos comparativos, la precariedad asalariada multidimensional en Alicante resulta muy similar a la que se da en el conjunto de España (donde la incidencia es del 48%, la intensidad del 37,4% y el IPAM toma un valor de 0,179). Por otra parte, se constata también que existen importantes diferencias de género en la incidencia de la precariedad (el 46% de los asalariados en la provincia de Alicante son precarios, por el 54% de las mujeres), pero menores que en el conjunto de España (donde los porcentajes son del 42,4% y el 54%). Por el contrario, a diferencia del conjunto de España, no se aprecian en la provincia de Alicante discrepancias relevantes en términos de intensidad, dado que los valores son muy similares para hombres y mujeres.

CUADRO 15 | Porcentaje de trabajadores según proporción del total de carencias ponderadas

CUADRO 16 | Porcentaje de trabajadores según niveles de precariedad individual

Un análisis más profundo permite constatar ciertas características de relevancia de la precariedad asalariada multidimensional en la provincia de Alicante. El primer rasgo que debe destacarse es la gran heterogeneidad que presenta el fenómeno tanto en función de su intensidad individual como de su alcance por colectivos. Así, en el primer caso (cuadros 15 y 16 y gráfico 5), destaca el hecho de que únicamente el 27,1% de los asalariados en Alicante no presente ningún tipo de carencia laboral en su empleo (30,1% de los hombres y 23,2% de las mujeres). En contraste, el 23,5% presenta un empleo vulnerable en riesgo de precariedad, con un 10% del total de carencias laborales ponderadas; el 24,6% presenta precariedad intensa (sufriendo entre un 20% y un 30% de carencias laborales ponderadas); el 14,8% precariedad severa (40% o 50% de carencias); y el 10% experimenta precariedad extrema (sufriendo al menos un 60% de las carencias ponderadas).

CUADRO 17 | Precariedad asalariada multidimensional por colectivos

En el mismo sentido, también existe una heterogeneidad muy significativa cuando se distingue entre colectivos (cuadro 17, y gráficos 6 y 7), atendiendo a diversos atributos personales de los individuos (género, edad, nacionalidad y nivel de estudios), de los puestos de trabajo (ocupación y tipo de jornada) y de las empresas (sector público / privado y rama de actividad). Los valores del IPAM varían significativamente desde mínimos del 0,082 (empleados en ocupaciones cualificadas), lo que implica una precariedad intensa, hasta máximos del 0,454 (asalariados con jornada parcial), lo que supone una precariedad extrema. Destacan particularmente en este sentido las notables diferencias observadas en la provincia de Alicante en función del género (el 54% de las mujeres asalariadas son precarias multidimensionales, frente al 46% de los hombres); la edad (el 76% de los jóvenes son precarios y este colectivo sufre una precariedad agregada extrema); la nacionalidad (con un 77% de incidencia y una precariedad agregada también extrema para los inmigrantes); la educación (56% de precarios entre quienes solo cuentan con estudios primarios); el tipo de jornada (con un 95% de incidencia y precariedad agregada extrema para los empleados a jornada parcial); y la rama de actividad (73% de incidencia y precariedad agregada extrema para los trabajadores en el sector primario).

CUADRO 18 | Precariedad asalariada multidimensional en Alicante. EPA 2006-2019

La segunda característica reseñable de la precariedad asalariada multidimensional en la provincia de Alicante es su carácter fuertemente estructural (gráfico 8 y cuadro 18), ya que a lo largo de todo el periodo 2006-2019 se observan niveles persistentemente elevados de incidencia, intensidad y alcance de la precariedad. No obstante, se dan también oscilaciones relevantes en la extensión del fenómeno que dibujan etapas diferenciadas en los últimos años, de forma incluso más acusada que para el conjunto de España. Así, durante la primera parte de la crisis económica que se inició con la Gran Recesión, se produjo una intensa reducción de la precariedad en la provincia, la cual pasó de una incidencia del 62% del total del empleo asalariado en 2006 a afectar a en torno al 50% del mismo en 2010. A partir de 2010 se inició un aumento sostenido de la precariedad, hasta alcanzar de nuevo niveles de incidencia del 60% en 2016 y 2017, durante la expansión posterior a la crisis. Finalmente, a partir de 2018, se inició un proceso de reducción de la precariedad que se intensificó notablemente en 2019, año en el que la incidencia de la intensidad de la precariedad asalariada alcanzó, de hecho, el mínimo de las últimas décadas en la provincia. Gran parte de esta evolución puede deberse a los cambios que se han producido en la regulación del mercado de trabajo. Así, es posible que la reforma laboral de 2012 favoreciera el aumento de la precariedad asalariada al facilitar, entre otras circunstancias, un intenso proceso de devaluación salarial. En el mismo sentido, la significativa reducción de la precariedad asalariada multidimensional en 2019 coincidió con la aprobación del registro horario obligatorio por parte de las empresas y el fuerte incremento del Salario Mínimo Interprofesional que se produjo en ese mismo año.

CUADRO 19 | Precariedad asalariada multidimensional no monetaria

GRÁFICO 9 | Dimensiones, indicadores y pesos del Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional no Monetaria

Con el fin de obtener información sobre la evolución más reciente de la precariedad asalariada multidimensional en la provincia de Alicante, en el análisis se ha cuantificado el fenómeno a partir de los microdatos de la Encuesta de Población Activa trimestral (empleando para ello los segundos trimestres de cada año). En la medida en que los ficheros trimestrales de la Encuesta de Población Activa incluyen menos información que los ficheros anuales, únicamente se dispone de información de cuatro de los siete indicadores de carencias de los empleos, ya que los ficheros trimestrales no incluyen variables relacionadas con salarios o aquellas que permiten identificar la presencia de una jornada laboral atípica (trabajo en fines de semana, noches y por turnos). En consecuencia, en la práctica es posible documentar únicamente los aspectos no monetarios de la precariedad asalariada, lo que se hace a través del Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional no Monetaria (IPAMN). Dicho índice se estructura en únicamente dos dimensiones, inestabilidad y otras carencias del empleo (gráfico 9). Así, al igual que en el caso del IPAM, la dimensión de inestabilidad en el IPAMN está conformada por un indicador asociado a la temporalidad, pero la dimensión de otras carencias del empleo incluye en este caso únicamente tres indicadores (jornada parcial involuntaria, sobrecualificación y jornada laboral extensa). El peso relativo en el IPAMN de los indicadores es de 2/5 (40%) para el indicador de inestabilidad (contrato temporal) y de 1/5 (20%) para los tres indicadores restantes. El umbral de precariedad requerido para considerar a un asalariado como precario multidimensional es ahora del 40% de las carencias ponderadas totales de modo que, al igual que en el caso del IPAM, cuando se sufre un contrato temporal o dos de las otras carencias se alcanza el umbral mínimo para considerar un asalariado como precario multidimensional.

CUADRO 20 | Incidencia de los indicadores individuales de precariedad laboral

Los indicadores adelantados calculados con la Encuesta de Población Activa trimestral sugieren que durante 2020 se produjo una reducción de la incidencia de la precariedad entre los asalariados en el contexto de la crisis sanitaria y económica (cuadro 19 y gráfico 10), explicada básicamente por la reducción de la temporalidad (cuadro 20). No obstante, durante 2021 se revirtió esa tendencia en el contexto de normalización del mercado del trabajo, de tal forma que se volvió a niveles de precariedad similares a los previos a la crisis. En su conjunto la evidencia obtenida sugiere, pues, que la pandemia no ha tenido un efecto sostenido y significativo sobre la precariedad asalariada multidimensional, al menos en lo que respecta a los aspectos no monetarios de los empleos.

GRÁFICO 11 | Composición por categorías laborales de la fuerza laboral extendida (población activa + desánimo)

3.2. La precariedad laboral global en la provincia de Alicante

La segunda forma de cuantificar la precariedad laboral es ampliar el foco para analizar no únicamente el fenómeno de los asalariados en situación de precariedad sino el conjunto de categorías laborales que podría considerarse que están asociadas a una situación problemática en el mercado de trabajo: la precariedad asalariada multidimensional analizada en el punto anterior, así como el desempleo y el desánimo. Complementariamente, las categorías de la fuerza laboral extendida (formada por la población activa -ocupados más desempleados- más la población desanimada) que no se consideran precarias en este análisis serían los autoempleados (con y sin trabajadores a su cargo) así como los asalariados no precarios de acuerdo con el enfoque multidimensional (gráfico 11).

CUADRO 21 | Peso relativo en la fuerza laboral extendida

El gráfico 12 y el cuadro 21 contienen la distribución por categorías laborales de la fuerza laboral extendida de la provincia de Alicante (con fines comparativos este último muestra también la información para España en su conjunto), en función de la información de la Encuesta de Población Activa anual para 2019 (4). Se constata así que la incidencia de la precariedad laboral global en el mercado de trabajo de la provincia de Alicante es muy elevada, ya que el 49,9% de los integrantes de la fuerza laboral extendida está en alguna de las tres categorías que conforman la precariedad global, con un 34,3% de asalariados multidimensionalmente precarios, un 14,7% de desempleados (de los que el 6,6% son desempleados de larga duración, con una duración de esa situación de al menos 12 meses) y un 0,9% de desanimados. Resulta particularmente preocupante que los integrantes de estas dos últimas categorías, desempleo de larga duración y desánimo, las cuales corresponden a las situaciones laborales más problemáticas, aglutinen al 7,5% (uno de cada trece) de los integrantes de la fuerza laboral extendida provincial.

En términos comparativos, tanto la incidencia de la precariedad laboral global como su composición en la provincia de Alicante son muy similares a los que se dan en el conjunto de España, con incidencias respectivas de 49,9% y 49,5% y una composición muy similar en cuanto al peso del desánimo, el desempleo de corta y larga duración y la precariedad asalariada multidimensional. En términos más generales, tanto la composición de la precariedad global como la distribución del conjunto de la fuerza laboral extendida en ambos casos es muy parecida, lo que indica que el mercado de trabajo alicantino es a grandes rasgos muy similar en su composición al mercado de trabajo español.

En otro orden de cosas, se observa también en este caso una importante heterogeneidad en la provincia de Alicante en cuanto a la incidencia y la composición de la precariedad laboral global cuando se distingue entre distintos colectivos (gráfico 12 y cuadro 21). Así, se constata que la precariedad laboral global es notablemente mayor entre las mujeres (afectando al 57,2% del total) que para los hombres (42,7%). Además, cabe destacar que las categorías donde mayor es la presencia relativa de mujeres son las dos más problemáticas, el desánimo y el desempleo de larga duración, dado que en ellas se encuentran el 9,5% de las mujeres frente al 6% de los hombres. En el mismo sentido, en la provincia de Alicante resultan particularmente castigados por la precariedad laboral global los jóvenes, ya que esta situación afecta al 79,8% de los que forman parte de la fuerza laboral extendida (repartidos entre un 50,6% de jóvenes en situación de precariedad asalariada multidimensional, un 21,2% integrados en el desempleo de corta duración, un 6% en el desempleo de larga duración y un 1% en el desánimo). Esta situación se reproduce en el caso de los inmigrantes (con una incidencia de la precariedad laboral global del 61,5% frente a la del 47,5% de los nativos) y de las personas con estudios primarios (donde la precariedad laboral global afecta al 64% del total, lo que contrasta con el 53% de quienes tienen estudios primarios y, especialmente, el 42,9% de los individuos con estudios superiores).

CUADRO 22 | Peso relativo de la fuerza laboral extendida (tantos por uno) EPA 2019-2021 Alicante.

Para concluir, el cuadro 22 y el gráfico 13 muestran la evolución para el periodo 2019-2021 de la composición de la fuerza laboral extendida de la provincia de Alicante, calculada con la Encuesta de Población Activa trimestral (usando para ello los segundos trimestres de cada año) (5). En ellos se observa que en 2020 la pandemia provocó una reducción significativa de la precariedad laboral global en la provincia que pasó de afectar al 38,2% de los integrantes de la fuerza laboral extendida en 2019 al 35,8% en 2020. Esto se produjo en un contexto en el que las importantes medidas de restricción de la movilidad y la plausible destrucción de empleo de mala calidad en el contexto de la fuerte recesión dieron lugar a una importante caída del empleo asalariado precario multidimensional (cuantificado aquí considerando únicamente las posibles carencias no monetarias), que pasó del 22,6% al 15,7% de la fuerza laboral extendida, a costa de un aumento del desempleo (el cual aumentó del 14,7% al 18,2%) y del desánimo (el cual se duplicó, pasando del 0,9% al 1,9%), y, con todo ello, a un empeoramiento de la severidad de la precariedad (con un peso creciente de las categorías laborales asociadas a peores situaciones laborales). Durante 2021, sin embargo, aparentemente se revirtió ese proceso, dándose un fuerte aumento de la precariedad laboral global. Este aumento se circunscribió a las categorías del desempleo de larga duración (que se duplicó, pasando a suponer el 12,3% frente al 6% previo) y la precariedad asalariada multidimensional (20,7% frente a 15,7%), dado que cayó a la mitad tanto el peso del desánimo (del 1,9% al 1%) como del desempleo de corta duración (del 12,2% al 5,7%). La fuerte intensidad de este aumento es el motivo de que, cuando se compara la evidencia para 2019 y 2021 con el fin de apreciar la evolución de la precariedad laboral global durante la pandemia, se observen en 2021 tanto niveles de precariedad comparativamente mayores (39,7% por 38,2%) como un mucho mayor peso del desempleo de larga duración (12,3% por 6,6%).

4. Conclusiones

Este capítulo sobre el mercado de trabajo de la provincia de Alicante tiene un doble objetivo. El primero es realizar una evaluación del impacto laboral de la pandemia asociada al covid-19 y describir el paisaje actual del mercado de trabajo provincial. El segundo es cuantificar de forma novedosa la precariedad laboral en la provincia desde dos puntos de vista, analizando detalladamente tanto la que sufren específicamente los asalariados como, por otro lado, la que afecta al conjunto de la fuerza de trabajo extendida, que incluye a ocupados y desempleados, pero también a los desanimados.

En relación con el primer objetivo, se constata que el impacto laboral de la pandemia ha sido muy limitado cuando se considera la magnitud de la recesión experimentada en 2020, ya que, a pesar de la brusca caída observada en los niveles de actividad económica, el aumento de los niveles de desempleo fue relativamente moderado en comparación con lo ocurrido en el contexto de la crisis anterior. Esta circunstancia se explica en buena medida por el uso generalizado de los expedientes de regulación temporal del empleo, que llegaron a afectar a 140.000 trabajadores en la provincia y permitieron amortiguar, en términos generales, buena parte de la destrucción del empleo que se habría producido en su ausencia. Por su parte, en el contexto expansivo de 2021 el mercado de trabajo provincial experimentó una recuperación que, a diferencia de lo observado para el conjunto de España, dista de ser completa, dado que no se han recuperado aún los niveles de empleo previos a la crisis y la tasa de desempleo provincial se sitúa por encima de la registrada antes de la misma.

En otro orden de cosas, se constata también que la pandemia parece haber inducido un impacto negativo en ciertos aspectos de la calidad del empleo provincial, como un empeoramiento de la estructura ocupacional del empleo o una intensificación del empleo de bajos salarios. Esta circunstancia agrava una situación de partida que ya era problemática dado que el empleo de la provincia se caracteriza por niveles muy elevados de temporalidad, un peso elevado del empleo a jornada parcial y de los contratos temporales de muy corta duración, unos salarios reales poco dinámicos y unos niveles altos tanto de desigualdad de las rentas salariales como de incidencia del empleo de bajos salarios.

Como se ha señalado, el segundo objetivo del capítulo pasa por examinar empíricamente a partir de los microdatos de la Encuesta de Población Activa la precariedad laboral en la provincia de Alicante con un doble enfoque de carácter novedoso, atendiendo tanto a la precariedad que sufren específicamente los asalariados como a la que afecta al conjunto de la fuerza de trabajo extendida. Dentro del primero de estos enfoques, la precariedad asalariada se analiza a partir de la construcción del Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional. Para ello, se evalúan, empleo a empleo, siete indicadores asociados a carencias laborales, agrupados en tres dimensiones (empleo de bajos salarios, inestabilidad y otras carencias del empleo), y se identifican los empleos precarios como aquellos en los que se supera un cierto umbral de carencias laborales ponderadas.

La evidencia obtenida muestra que las carencias en los indicadores laborales individuales son relativamente frecuentes en los empleos asalariados en la provincia de Alicante. Esto ocurre tanto en el caso de los indicadores monetarios que forman parte de la dimensión asociada al empleo de bajos salarios (donde el 26% de los asalariados tiene un salario mensual reducido) como en los no monetarios, asociados tanto a la inestabilidad (el 27,1% de los asalariados sufre un contrato temporal) como a otras carencias del empleo (un 35% de los asalariados tiene una jornada laboral atípica y el 28,4% está sobrecualificado). En la gran mayoría de los indicadores la incidencia observada es significativamente mayor para las mujeres, lo que refleja que en general la calidad relativa del empleo femenino en la provincia de Alicante es peor en todas las dimensiones salvo en algunas características de la jornada laboral.

Al considerar de forma conjunta todos los indicadores se constata que la incidencia de la precariedad asalariada multidimensional es muy elevada en el caso de la provincia de Alicante, ya que afecta al 49,4% de los asalariados, con niveles de incidencia que son relativamente similares a los del conjunto de España (48%). Los datos muestran que también es muy elevada su intensidad, ya que los asalariados alicantinos que son precarios multidimensionales sufren en promedio el 38,9% de las posibles carencias ponderadas en sus empleos (37,4% en el conjunto de España). En consecuencia, los valores del Índice de Precariedad Asalariada Multidimensional, que combina ambos aspectos (incidencia e intensidad), reflejan, al igual que en el conjunto de España, un alcance severo de la precariedad para el conjunto de los asalariados en la provincia de Alicante.

Los resultados obtenidos muestran también que la intensidad de la precariedad multidimensional en la provincia es muy heterogénea entre individuos, de modo que el 10% de los asalariados llega incluso a sufrir una precariedad individual extrema mientras que, en sentido contrario, únicamente el 27,1% de los asalariados alicantinos está exento de cualquier tipo de carencia laboral. En el mismo sentido, la precariedad asalariada multidimensional afecta en mucha mayor medida a ciertos colectivos. Aquí resulta particularmente preocupante el caso de grupos sociales que sufren una precariedad agregada extrema, como los jóvenes (un 76% de los cuales experimenta precariedad asalariada multidimensional), los inmigrantes (con una incidencia del fenómeno del 77%), o quienes trabajan a jornada parcial (92%) y en el sector primario (73%).

Desde una perspectiva temporal se constata que, si bien en el pasado reciente se pueden distinguir etapas temporales claramente diferenciadas (con ciertos momentos en los que la precariedad asalariada multidimensional ha llegado a afectar al 60% de los asalariados alicantinos), la precariedad asalariada se ha venido manteniendo persistentemente en cotas muy elevadas en los últimos años, por lo que se dibuja como un fenómeno con un fuerte carácter estructural. La evidencia temporal sugiere también que la evolución en el pasado reciente de la precariedad laboral en la provincia de Alicante podría ser al menos en parte explicada por el efecto de los distintos cambios que se han producido en la regulación del mercado de trabajo, tales como la reforma laboral de 2012 o la aprobación en 2019 del registro horario obligatorio por parte de las empresas y un fuerte incremento del Salario Mínimo Interprofesional.

También desde una perspectiva temporal, los indicadores adelantados calculados con la Encuesta de Población Activa (basados en este caso en datos trimestrales que solo permiten capturar los aspectos no monetarios de los empleos) sugieren que la pandemia no ha tenido un efecto sostenido y significativo sobre la precariedad asalariada multidimensional.

La segunda parte del análisis de la precariedad laboral en el conjunto del mercado de trabajo se desarrolla con una perspectiva más amplia, a partir de una cuantificación del peso que en el conjunto de la fuerza laboral extendida tienen las categorías laborales que se pueden considerar precarias (precariedad asalariada multidimensional, desempleo y desánimo). Este análisis muestra que la precariedad laboral global tiene una gran incidencia en la provincia de Alicante, pues el 49,9% de los integrantes de la fuerza laboral extendida son o bien asalariados precarios multidimensionales (34,3%), o bien desempleados (14,7%) o bien desanimados (0,9%). Comparativamente, esta incidencia de la precariedad laboral global es muy similar a la que se da en el conjunto de España (donde afecta al 49,5 de la fuerza laboral extendida), una circunstancia que se repite también en el caso del peso relativo de las categorías precarias dentro de la bolsa agregada de precariedad. Conforme a esta evidencia, el mercado de trabajo provincial se comporta de forma muy similar al mercado de trabajo español en su conjunto, siendo ambos relativamente vulnerables.

Desde una perspectiva desagregada, por su parte, se observa que también en este caso la precariedad laboral global golpea con mayor intensidad a ciertos colectivos (entre los que destacan las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes y los individuos con estudios primarios), los cuales sufren una mucho mayor incidencia del fenómeno. Finalmente, desde una perspectiva temporal, a partir de la comparación de la evidencia para 2019 y 2021, se constata que la pandemia ha producido efectos laborales bastante negativos en la provincia de Alicante, ya que actualmente se dan tanto niveles de precariedad laboral comparativamente mayores como un mucho mayor peso del desempleo de larga duración.

Bibliografía

Alkire, S., & Foster, J. (2011): «Counting and Multidimensional Poverty Measurement», Journal of Public Economics, 95(7-8), 476-487.

Casado y Simón (2019): «El mercado de trabajo de la provincia de Alicante durante la expansión económica (2014-2018)», dossier del diario INFORMACIÓN.

Fernández Cerezo, A. (2021): «La evolución de la actividad en las provincias españolas a lo largo de 2020 y sus determinantes». Boletín económico del Banco de España, artículo n. 1, 2021.

OCDE (2018). Good Jobs for All in a Changing World of Work. The OECD Jobs Strategy. OECD Publishing, Paris.

PNUD (2020). Human Development Report 2020.

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