Una tradición muy viva

Más allá de las luces, la decoración, los árboles o los tradicionales mercadillos que se reparten por distintos puntos de la provincia, hay otra tradición inherente a esta época del año: los belenes.

Según narra la creencia popular, en 1223 San Francisco de Asís decidió montar, unos días antes de que llegara la Navidad, el que sería el primer belén de la historia en Geccio, un pequeño pueblo italiano. Seguramente, Asís no pensó en la repercusión que este gesto tendría para el cristianismo en todo el mundo, expandiéndose la tradición a todos y cada uno de los países y pueblos católicos. Y por supuesto, El Campello no iba a ser una excepción: un municipio que mantiene muy vivo el espíritu navideño y cuya Asociación Belenista celebra este año su 25 aniversario.

El grupo se formó en 1997 gracias al interés de cinco personas atraídas por un concurso de belenes que presentó Alicante en aquellos tiempos. Su ilusión era concursar como Asociación de Belenistas de El Campello y, por ello, decidieron ponerse manos a la obra y crear un belén municipal.

Poco a poco, fueron uniéndose más personas, llegando a ser hoy en día catorce los integrantes de la asociación. «Dentro de nuestro grupo hay gente que tiene sus trabajos, personas jubiladas y también amas de casa, pero cuando algo te apasiona sacas tiempo de donde sea para desarrollar el trabajo de belenista, y al final, la satisfacción de haber cumplido con tu trabajo, te compensa», afirma Francisco Climent, vicepresidente de la Asociación Belenista de El Campello.

Un trabajo de 365 días

Y es que, el cometido del belenista va mucho más allá de la época navideña: trabajan durante todo el año para que, en estas fechas, todos podamos disfrutar de tan conmovedora representación. Así lo explica Francisco Climent: «Cuando terminan las fiestas navideñas nos juntamos para deshacer el belén y guardar lo que nos pueda volver servir, a continuación proyectamos lo que queremos desarrollar el próximo año, se realizan unos dibujos en distintas reuniones y cuando estamos todos de acuerdo, se aprueba y se empieza a trabajar. Sobre el mes de febrero comenzamos a quedar un día a la semana para ir confeccionando el proyecto aprobado, y cuando terminan las fiestas patronales de nuestro pueblo, a mediados de octubre, empezamos a montar el belén en la biblioteca municipal». Tal y como relata Francisco, este es el momento de mayor intensidad, pues los dos últimos meses trabajan en el belén, sin descanso, desde las cinco de la tarde hasta las ocho o nueve de la noche.

La asociación se encarga de crear toda la decoración y la iluminación del belén, y las figuras «las compramos según el desarrollo del proyecto, las más pequeñas para la lejanía y las grandes para primeros planos», afirma el vicepresidente de los Belenistas de El Campello. «Nos repartimos el trabajo, por ejemplo, las chicas suelen encargarse de los pequeños detalles que agrandan nuestro belén, como palmeras, frutas, tarros de perfumes... o de transformar las casas que pueden servirnos de un año para el siguiente, mientras que los chicos revisamos las figuras móviles y nos encargamos de crear las montañas, puentes ríos, acueductos, lagos...».

El belén de este año

Según cuenta Francisco Climent, a la hora de confeccionar el belén siempre se centran en un motivo principal. «El de este año ha sido el acueducto de Ronda. Nos atrevimos a poner a Santa Teresa de Jesús, titular de nuestra parroquia, en el centro de dicho acueducto y alrededor desarrollamos las escenas bíblicas, como la posada, el anuncio del ángel a los pastores, el pesebre...».

Además, la representación bíblica nunca es igual a la del año anterior, va evolucionando y cambiando, y se ha ido agrandando con el paso del tiempo: «Antes lo solíamos hacer circular, para que la visita se pudiera realizar alrededor de él, pero últimamente lo hacemos frontal, ya que hemos añadido una estructura con luces para poder diferenciar el día de la noche. También en años anteriores hemos representado algunos de los lugares más emblemáticos de nuestro pueblo, como el casco antiguo y el barrio de pescadores, cuando se construían los barcos en la playa», afirma Climent.

Ante la pregunta de cómo ve el futuro de los belenistas, Francisco lo tiene claro: «con mucha continuidad». «Uno de nuestros principales cometidos es fomentar el belén entre la gente joven y creemos que lo estamos consiguiendo, ya que cada vez se incorporan más personas a la asociación con ganas de trabajar, y nosotros seguiremos hasta que el cuerpo aguante», concluye.

El belén de El Campello se puede visitar en la biblioteca municipal de lunes a viernes de 10h a 14h y de 17h a 21h, y sábados, domingos y festivos de 10:30h a 13:30h.