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«Costará muchos años encontrar un vestuario tan comprometido y leal como éste»

Pacheta cierra filas con su plantilla tras las dos derrotas consecutivas ante Tenerife y Zaragoza y ve crucial para la permanencia y otras metas más altas ganar mañana (16.00) en casa al Numancia

El técnico Pacheta, ayer en la sala de prensa del Martínez Valero. SERGIO FERRÁNDEZ

En el segundo aniversario de su venturosa llegada al banquillo del Elche, el entrenador José Rojo, Pacheta, cerró ayer filas con sus jugadores tras las dos derrotas consecutivas ante el Tenerife (1-0) y Zaragoza (1-2) y destacó que quien dude de este vestuario «se lo tiene que hacer mirar» porque «costará muchos años» dar con un grupo tan «comprometido y leal». El técnico burgalés se declaró «pleno y satisfecho» por sus dos años como entrenador franjiverde y quiso poner todo el foco en el partido de mañana (16.00) en casa ante el Numancia para dar un «salto muy importante» en la lucha por la permanencia y en miras más altas como puede ser la lucha por la promoción. Los franjiverdes, que no podrán contar con el centrocampista Mfulu por lesión, arrancan esta trigésima jornada de LaLiga Smartbank en la sexta posición y plaza de «play-off» con 40 puntos, dos más que el conjunto soriano.

«Cuando llegué la situación era complicada y ahora ha cambiado la posición del equipo y de la entidad, que es más sana y saludable», indicó ayer Pacheta con un punto de emoción al analizar su segundo aniversario como franjiverde. «Me siento pleno, satisfecho, privilegiado y honrado» por esta etapa ilicitana en su carrera profesional que, según aseguró, le ha mejorado como entrenador.

Pacheta se hizo cargo del banquillo del Elche a finales de febrero de 2018 como el tercer entrenador de aquella temporada en Segunda B y ahora lo tiene sexto de LaLiga Smartbank, en puesto de promoción de ascenso a Primera División y con un alto grado de comunión e identificación con la hinchada franjiverde.

«Todo ha ido en orden conforme a lo previsto en estos dos años, pero hay que rematarlo», puntualizó el técnico, que no se concede ni un sueño ligero en los laureles y recalca que el presente y el futuro del equipo pasan por ganar mañana al Numancia y poner fin a la racha negativa de los dos últimos partidos.

El preparador burgalés volvió ayer a cerrar filas de modo incondicional con sus jugadores y descartó que los traspiés consecutivos ante el Tenerife y el Zaragoza hayan generado un entorno de pesimismo o negatividad en torno al equipo. «Son dos derrotas en las que el equipo dio siempre la cara, no bajó nunca los brazos e hizo muchas cosas bien», analizó. «Si alguien tiene dudas, se lo debe hacer mirar porque costará muchos años encontrar un grupo de jugadores como éste, que dé menos problemas, estén más comprometidos y ofrezcan mejores resultados que estos».

En la misma línea recalcó su «admiración y respeto» por este grupo de futbolistas. «Les he visto comer en las escaleras de un aeropuerto y no se quejan por nada. Este grupo no se merece la más mínima duda sobre su compromiso y su lealtad», agregó.

Sobre el partido de mañana, el técnico considera crucial una victoria que rompa la mala dinámica de resultados y permita dar un salto «muy importante» hacia la permanencia y otras metas más ambiciosas. El cuadro franjiverde suma 40 puntos y con 10 más se aseguraría virtualmente otro curso más en el fútbol profesional. Los sorianos -«un equipo muy peligroso y un referente de la Segunda División», según Pacheta- llegan al Martínez Valero con una racha aún peor de cinco partidos seguidos sin ganar.

Para este duelo directo por el «play-off» de ascenso, Pacheta confirmó la baja por molestias musculares del centrocampista Nuke Mfulu, que se une a los sancionados Gonzalo Verdú y Ramón Folch, al tiempo que confió en recuperar a los tocados Juan Cruz, Óscar Gil y Víctor Rodríguez.

Pacheta insistió en su mensaje de humildad y en la conveniencia de que el Elche mantenga las señas de identidad que le han llevado a competir con los mejores de la categoría. «Debemos olvidarnos de la clasificación y centrarnos en lo que somos: trabajadores, ordenados, humildes, duelos, competitivos, posesión de balón... Cuando nos creemos otra cosa, estamos perdidos».

En este punto, el burgalés admitió que también tiene «miedo» a que las cosas le puedan ir mal al Elche, «pero el miedo es un gran consejero y compañero de viaje, al igual que la ambición y la ira, pero todo bajo control, porque si se descontrola, estás muerto porque te llevan a lados oscuros».

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