El fútbol no espera a nadie y mucho menos la Primera División. El estreno liguero del Elche en la máxima categoría ante la Real Sociedad (0-3) puso en evidencia el sábado todas las carencias de la plantilla franjiverde tras una planificación tardía e insuficiente, que ha dejado lagunas en todas las líneas. A la espera de que se cierren otra media docena de fichajes antes del 5 de octubre, se buscan laterales en las dos bandas, el centro del campo se ve superado por la exigencia de LaLiga Santander y en ataque falta mucha mordiente.

Es innegable el esfuerzo y el compromiso de este grupo de 17 profesionales dirigidos desde la grada por el técnico Jorge Almirón, pero la entrega y el sacrificio no son suficientes para competir en la élite por sí solos. Hacen falta calidad individual y trabajo grupal para conjuntar al vestuario. Atropellado por el tiempo y los acontecimientos, el club franjiverde confía ahora en cerrar cuanto antes la plantilla y en un calendario menos exigente frente a rivales directos como Eibar, Huesca y Alavés. Pero la competición no da tregua y obliga a Almirón a conjuntar y rodar al equipo con LaLiga ya lanzada; no hay margen para ensayos. Acuciado por las urgencias a las primeras de cambio, el Elche visita este miércoles (21.30) Ipurua en la primera prueba de fuego a domicilio frente a uno de los equipos con más hueso de la categoría.

En construcción

Debut en Primera División con un equipo de Segunda

Un mes y tres días después de la gesta del ascenso en Girona, el Elche volvió a Primera con un equipo de Segunda. Sobre el remozado césped del Martínez Valero se vieron el sábado casi las mismas caras de la temporada pasada. Sólo había tres fichajes en el once inicial -Cifu, Tete Morente y Raúl Guti- y los tres procedían de la categoría de plata: los dos primeros del Málaga y el tercero del Zaragoza. Para colmo de males, Cifuentes se lesionó y dejó su sitio al capitán Nino, otro de los héroes del ascenso. Ocho de los 11 titulares eran debutantes en Primera y el equipo acusó esa falta de experiencia en la élite en todas sus líneas. El portero Edgar Badia estuvo más que correcto, como de costumbre, y poco o nada pudo hacer en los tres goles encajados. De hecho, realizó varias paradas de mérito ante Isak y Merino. Pero Almirón tuvo que improvisar de nuevo en los laterales al colocar a Fidel como carrilero por la izquierda y a Josan por la derecha tras el contratiempo de Cifu. Son dos extremos reconvertidos en laterales para el esquema de 5-4-1, que no tienen el hábito de defender. Ambos lo pasaron mal el sábado con la presión alta de la Real. Mientras el argentino Sánchez Miño soluciona los problemas con su pasaporte, el club busca otros dos laterales y el maliense del Lyon Koné puede llegar cedido. En el centro del campo el Elche sigue acusando la falta de un organizador contrastado. Mfulu está más para la destrucción que para crear y a Raúl Guti le vino grande el partido cuando tuvo que vérselas con futbolistas del nivel de Merino, Oyarzabal o David Silva en su radio de acción. El debut de Luismi, que provocó el penalti del 0-2, tampoco despejó las dudas en una posición clave. Y en ataque los franjiverdes remataron poco y mal. Tuvieron dos ocasiones muy claras en sendos errores defensivos donostiarras, pero Josan y, sobre todo, Pere Milla no acertaron a batir a Remiro. El extremo colombiano Lucumí está lesionado y el «9» argentino Lucas Boyé acaba de aterrizar.

Adaptación exprés

Una pretemporada en octubre con la competición ya lanzada

El Elche mira de reojo el calendario con la vista puesta en el 5 de octubre, día en el que se cierra el mercado de fichajes y se interrumpe LaLiga durante casi dos semanas por el parón de las selecciones. Para esa fecha el cuadro franjiverde habrá disputado otros dos encuentros -en Eibar y el sábado próximo (18.30) en casa ante el Huesca- y ya tendrá la plantilla cerrada con otra media docena de fichajes (dos por línea). El club confía en «salvar los muebles» en estos dos próximos compromisos ante rivales directos por la permanencia para ganar tiempo durante las dos semanas del parón y conjuntar a un equipo plagado de nuevos jugadores, que se ven abocados a la fuerza a una especie de pretemporada en octubre con la competición ya a toda marcha.

La «otra liga»

Los rivales directos y el estilo

Además de ganar tiempo para armar el equipo, la dirección técnica del Elche otea el calendario para intentar sumar ante adversarios de menos nivel que la Real, un conjunto llamado a luchar por los puestos europeos. Eibar, Huesca y Alavés son los tres próximos rivales de los franjiverdes antes de recibir al Valencia el 25 de octubre en la jornada 7ª. Y el técnico Almirón tendrá que ajustar su estilo de juego, basado en el toque, la posesión y la salida del balón jugado desde atrás porque el equipo sufrió mucho ante la presión alta de la Real con pérdidas en zonas de mucho peligro cerca de su área.