A perro flaco todo son pulgas. Ese refrán tan castizo se puede aplicar perfectamente al Elche CF. La preocupante derrota frente al Getafe ha traído acompañado una larga lista de lesiones en la plantilla franjiverde que han llenado la enfermería.

Lucas Boyé sufrió una torcedura en el tobillo nada más empezar el partido que le obligó a retirarse. Por su parte, Fidel Chaves y Diego González sufriendo sendos "pinchazos" en la parte posterior del muslo, en la zona de los isquiotibiales de la que ya estaban renqueantes, y tuvieron que ser sustituidos.

A estos tres futbolistas hay que unir a Guido Carrillo, que no pudo entrar en la convocatoria para el partido ante el Getafe al sufrir en el entrenamiento del domingo una sobrecarga, también en la zona de los isquiotibiales. Por su parte, Tete Morente ya era baja debido otra rotura muscular en la misma zona que sufrió en el encuentro anterior en San Mamés frente al Athletic Club de Bilbao.

Jorge Almirón ha concedido este lunes jornada de descanso a sus futbolistas y mañana en el regreso a los entrenamientos serán evaluados todos los lesionados para ver si alguno puede llegar a tiempo para el próximo partido de Liga que se disputará el próximo martes 19 de enero (19 horas), en Zorrilla, frente al Valladolid. En el choque ante los pucelanos también será baja Iván Marcone, por su expulsión el choque ante el Getafe.

Antes, el Elche disputa este sábado (12 horas) su encuentro de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey en Vallecas contra el Rayo. Ninguno de los cinco lesionados estarán disponibles, aunque Marcone, al no poder estar frente al Valladolid, sí que podría jugar. De todas formas, la Copa es, en estos momentos, una competición secundaria para el club ilicitano, y Almirón en la anteriores eliminatorias frente al Buñol y La Nucía ha echado mano de los jugadores menos habituales y de canteranos. Ahora también dispone de menos alternativas.