No es casualidad que el cántico más sonado de la celebración de la permanencia este miércoles en el estadio fuera “¡Francisco, quédate!”. Los aficionados, como el equipo y el club, saben que el entrenador almeriense ha sido el principal artífice de la consecución del objetivo. Y todos ellos -también el propio técnico- quieren que el preparador sea la piedra angular sobre la que se base el futuro del Elche.
El propio club ya le ha ofrecido la continuidad por dos años más, así como mejoras económicas y manga ancha para terminar de formar su equipo de trabajo. A partir de este eje se basarían después las renovaciones y nuevos fichajes, algo en lo que el club tiene que ponerse a trabajar cuanto antes.
Todos los agentes involucrados en este proyecto esperan que el acuerdo llegue pronto. El Elche quiere crecer con Francisco. Francisco quiere crecer con el Elche.
Especialmente esclarecedoras han sido las palabras del segundo capitán del equipo -primero ante el Atlético al estar ausente por lesión Gonzalo Verdú: Preguntado por la importancia del míster en el logro del objetivo, Fidel Chaves no dudaba en destacar que «Francisco nos aportó un cambio de mentalidad claro. Con él conseguimos varios resultados favorables y el hecho de estar fuera del peligro nos hizo tener mucha más confianza, lo que nos ha llevado a esta salvación a falta de dos jornadas».
El centrocampista franjiverde es directo a la hora de hablar de la renovación del técnico: «Francisco debe ser uno de los pilares del año que viene. Es un gran entrenador y una persona especial. Su trato en el vestuario es muy cercano, como si fuera uno más. En el día a día es un tipo que se hace querer». Y además, lo más importante, «los resultados le avalan. Ojalá que pueda estar muchos años con nosotros en el Elche».
Líder indiscutible, Francisco tiene unos números muy importantes para un club como el ilicitano. El equipo ha logrado 27 puntos de 63 en LaLiga Santander desde su llegada en diciembre del año pasado. Casi la mitad de los posibles. Trasladando estas cifras a una temporada completa, hipotéticamente el Elche podría haber logrado una cifra histórica, más de 50 puntos. Además, con el almeriense, el Elche nunca ha estado en puestos de descenso, consiguiendo una renta máxima de ocho puntos sobre ellos.
El técnico de Almería llegaba a un Elche herido de gravedad. Un 0-3 ante el Betis el 21 de noviembre lo situaba en la zona roja y la reacción del dueño del club, Christian Bragarnik, fue fulminante, destituyendo a Fran Escribá y buscando rápidamente un sustituto. Lo encontró en Francisco. Era su primera opción, pero el técnico había rechazado la oferta inicial. Las partes limaron asperezas y el entrenador aceptó.
Aterrizó en el Martínez Valero tras un empate a un gol frente a Osasuna (29 de noviembre) y disputó su primer partido como director de la zaga en Copa del Rey (victoria por 0-2 ante el Leioa).
El primer golpe sobre la mesa fue en casa, ante el Cádiz (3-1). Y a partir de entonces, ocho victorias, tres empates y diez derrotas en Liga. Algunos triunfos tan importantes como el 1-2 ante el Espanyol, el 1-0 al Villarreal, el 0-1 en Granada o el mismo resultado ante el Betis en Sevilla. Un empate ante el Real Madrid a domicilio.Y, sobre todo, un cambio de imagen, jugadores “enchufados”, salvo en contadas excepciones, como en la derrota ante el Levante (3-0) en València.
Con humildad y mucho sacrificio, este Elche ha conseguido estar virtualmente salvado desde las victorias ante Mallorca y Betis. Ahora ya matemáticamente, a falta de dos jornadas, algo que seis equipos de Primera División todavía no pueden decir.
Pero al margen de los resultados, el entrenador ha aportado al equipo y al propio club un plus de competitividad, fórmula perfecta para el futuro que pretende construir Bragarnik. El Elche quiere ser un equipo importante, que luche por objetivos superiores a la salvación, que en el próximo curso, cuando se celebra el centenario de la entidad, dé que hablar.
El entrenador ha contado con siete colaboradores y el cuerpo médico
Francisco llegó al Elche con su equipo de trabajo que le acompañó en sus anteriores etapas en los banquillos del Huesca y el Girona. Jaime Ramos es su segundo entrenador y hombre de confianza, con el comparte horas de preparación de los partidos, seguimiento de jugadores, estudio del rival..., así como momentos de asueto. También vinieron con el almeriense el preparador físico Sergio Pardo y el analista y asistente técnico José Manuel Rodríguez Ortega. Como su llegada se produjo bien entrada la temporada, a primeros de diciembre, el entrenador franjiverde también ha contado durante esta temporada con distintos técnicos del club ilicitano que ya estaban con Fran Escribá. Miguel Escalona seguí como entrenador de porteros. Manolo Sempere y Fidel Agulló han hecho las funciones de ayudantes en la preparación física, al igual que Óscar Suárez, que se ha encargado de grabar los entrenamientos y los partidos y analizar a los rivales. Los ocho, junto al cuerpo médico, han formado el cuerpo técnico del Elche durante esta etapa y es probable que Francisco cambie o añada nuevos miembros la próxima campaña.