Mantener la columna vertebral de la pasada campaña es un gran logro -salvo el esperpéntico caso Mojica, claro-. Retener a Lucas Boyé es un éxito. Efectivamente. Así lo destacaba Francisco ayer en rueda de Prensa. Sí, pero a la vez, con la boca pequeña, decía estar «contento» con los últimos fichajes, mientras reconocía que «no los conocía, pero sí la propiedad -Bragarnik- y el director deportivo». «Los que estamos aquí vamos a defender a muerte la camiseta franjiverde», añadía el técnico. De eso no cabe la menor duda. Pero, ¿ha dado el Elche un salto de calidad en su plantilla?
Analizando cada posición, el Elche 2022/2023, el del Centenario, tiene claros y oscuros. Así como algunas dudas. Por ejemplo. ¿Por qué no se ha reforzado la portería?
En esta demarcación no se ha buscado una competencia mayor para Edgar Badia. Áxel Werner es el suplente y trabaja con ellos el meta del filial, Jesús López. La pasada campaña, la rivalidad la marcaba Kiko Casilla. La anterior, Paolo Gazzaniga, ahora en el Girona. El propio técnico dijo que se buscaba guardameta, pero Werner debe haberlo convencido.
La línea defensiva ha perdido a su principal referente, Johan Mojica. Su calidad le llevó a ser nombrado mejor lateral izquierdo de Europa y su presente está en el europeo Villarreal. Su sustituto, Carlos Clerc, llega desde el descendido Levante. Y anoche, a última hora, el club anunciaba el fichaje de Fernández Mercau, joven sin experiencia en Europa, un jugador de futuro que aún tiene mucho por hacer. De hecho, ambos tienen que demostrar sus capacidades, pero de momento, la mayor pérdida de poderío futbolístico se da en este puesto.
Tras la marcha de Antonio Barragán llegó Pol Lirola, cedido del Olympique de Marsella. Él y Helibelton Palacios ocupan el lateral derecho. El crecimiento parece evidente, aunque Lirola llega falto de competición y ahora mismo está lesionado.
En el centro de la defensa, el club ha renovado a Diego González y mantiene a Enzo Roco, Pedro Bigas y Gonzalo Verdú -que se recupera de una intervención quirúrgica-. Además, Francisco cuenta con el jugador del filial John tras su lesión de tobillo. El inicio de la campaña, con algunos errores en esta demarcación, avivó la necesidad -reconocida por el míster- de fichar a un nuevo central. El último día del mercado, el club fichaba a Fede Fernández, un jugador con nombre, pero veterano y que ha pasado un año sin jugar, como asumía ayer Francisco.
Una de las mejores noticias del verano fue la renovación de Omar Mascarell. Piedra angular del equipo de Francisco, el canario es un pilar fundamental en el centro del campo junto a Gerard Gumbau y Raúl Guti -fuera quedaron Marcone y Piatti-. A ellos se ha sumado Domingos Quina, que llegó también falto de ritmo tras su paso por el fútbol inglés y del que se espera una notable mejoría. La situación de Javier Pastore es una incógnita. Casi no ha entrenado en pretemporada, ha jugado muy pocos minutos en el partido ante el Almería… El pura sangre argentino tiene mucho que trabajar para entrar en el equipo.
En los laterales, Francisco utiliza a Pere Milla, aunque el Elche lo tiene en sus esquemas como delantero. Su ampliación de contrato también era una de las noticias esperadas. Entre los habituales están Fidel y Tete Morente. Josan, también renovado poco antes de acabar LaLiga, juega menos, pero siempre está ahí para revolucionar su banda. En la misma se mueve el que hasta ahora ha sido, por méritos propios, el mejor de los recién llegados. Álex Collado fue el autor del único tanto franjiverde de la temporada y ha demostrado que es un futbolista desequilibrante.
Arriba, salida de Carrillo, renovación de Eze Ponce, contratación de Roger, que aún no ha demostrado demasiado, y lo más relevante de todo: El Elche mantiene en su plantilla a Lucas Boyé, en estos momentos, su jugador más «top». Que el club haya podido retener al argentino es el mayor triunfo del mercado e fichajes. Pero también es cierto que su estado de salud ha generado numerosas dudas esta pretemporada.
En definitiva, las claves pueden estar en esa columna vertebral que se conserva, en la continuidad de Francisco en el banquillo, en que Boyé es franjiverde y en que los refuerzos den la talla. Los nuevos tendrán que adaptarse rápido a LaLiga y al grupo. Llegan para ver, no para jugar, en la cuarta jornada. Y las necesidades ya acucian al Elche, que tiene por delante tres rivales de órdago (Villarreal, Athletic y FC Barcelona).
Lo que parece evidente es que Bragarnik, que la tarde del cierre del mercado voló hacia Argentina, ha tenido que recurrir de nuevo a sus compatriotas para salvar la situación sobre la campana.
Ahora mismo, el Elche todavía podría fichar a algún jugador que esté libre. Podría inscribir a Mercau en el filial, algo que el club se plantea. Otro problema puede llegar con la resolución de su nacionalidad española. El Elche, de momento, cuenta con tres jugadores extracomunitarios (Palacios, Roco y el propio Nicolás Fernández Mercau), el máximo permitido. En enero, el conflicto estaría asegurado, ya que llega Lautaro Blanco, que ocupa plaza de extranjero.
El paso al frente que la afición esperaba, más aún en el Año del Centenario franjiverde, no parece haberse producido. Sobre todo en el último día del mercado de fichajes. El Elche es un equipo humilde, de los que sabe lo que es sufrir. Francisco también sabe desde el principio el club al que pertenece. Por delante tienen un duro camino hacia el objetivo. Aunque sea un topicazo, todo dependerá de que sepan formar un equipo. Hay que darles tiempo. El trabajo ya sabemos que lo ponen ellos. ¡Adelante franjiverdes!
