Mallorca-Elche, con la polémica de la primera vuelta en el recuerdo

El encuentro entre franjiverdes y bermellones acabó con empate a uno, dos penaltis en contra y la expulsión de Lucas Boyé-Fue otro de los numerosos partidos del curso marcados por la actuación arbitral

Los jugadores del Elche protestan la expulsión de Lucas Boyé

Los jugadores del Elche protestan la expulsión de Lucas Boyé / ANTONIO AMOROS

J. A. Galvañ

J. A. Galvañ

El Elche CF visita este sábado (18.30 horas) al Mallorca con todavía los ecos de la polémica arbitral del encuentro de la pasada jornada frente al Betis. Y lo hará con el recuerdo del partido de la primera vuelta ante los baleares que, también, estuvo salpicado por la discutida actuación del colegiado madrileño Pizarro Gómez. En esta campaña están siendo muchos los partidos en los que los árbitros han tenido el papel de protagonistas y en los que los franjiverdes se han sentido perjudicados. 

El pasado 10 de octubre, un lunes por la noche, el Elche recibía al Mallorca, en el estadio Martínez Valero. Francisco había sido destituido la jornada anterior tras perder (2-1), en Vallecas, frente al Rayo. El entonces entrenador del filial, Alberto Gallego, y su segundo, Nino, se hacían cargo, de forma provisional, del primer equipo. Poco antes del comienzo del encuentro, una enorme tromba de agua descargó sobre el coliseo ilicitano y el choque se tuvo que retrasar media hora. 

Una enorme tromba de agua cayó antes del partido

Una enorme tromba de agua cayó antes del partido / MATIAS SEGARRA

El partido no comenzó con buen pie para los franjiverdes y Pizarro Gómez enervó los ánimos de la parroquia franjiverde a los siete minutos. Señaló un penalti por una caída de Antonio Sánchez ante Pedro Bigas. El VAR, al igual que frente al Betis, castigó al Elche y confirmó la pena máxima. Edgar Badia se puso la corona de santo y detuvo el lanzamiento del kosovar Muriqi

La lluvia remitió y en el minuto 15, Ezequiel Ponce adelantó al Elche. Parecía que la tormenta en el cielo y en las gradas remitía. Al descanso, el conjunto ilicitano vencía 1-0.

Sin embargo, en el segundo tiempo, el árbitro y el VAR volvieron a desatar una tormenta, sin agua, pero con mucha rabia e indignación entre los futbolistas y aficionados del Elche. 

En el minuto 61, Lucas Boyé, que reaparecía tras su lesión y había sustituido al goleador Ponce, vio cómo el colegiado madrileño le mostraba la tarjeta amarilla. Sin embargo, otra vez el VAR fue protagonista y Pizarro Gómez cambió su decisión inicial y expulsó con roja directa al delantero argentino, cuando apenas llevaba dos minutos en el terreno de juego

La rabia se apoderó de los más de 15.000 espectadores que acudieron al Martínez Valero a pesar de la lluvia. El encuentro se ponía cuesta arriba y se empezaba a temer que la primera victoria de la temporada no llegase, como así fue.

Solo ocho minutos después se produjo otra polémica arbitral con el Elche como perjudicado. Pizarro Gómez no tuvo bastante con la expulsión de Boyé y señaló el segundo penalti en contra de los franjiverdes, en una jugada en la que Edgar Badia salió a despejar de puños y se llevó por delante al capitán del Mallorca Raíllo. Una decisión muy discutida, porque el guardameta tenía clara ventaja y no podía detenerse. 

Los jugadores del Elche protestan al árbitro

Los jugadores del Elche protestan al árbitro / ANTONIO AMOROS

En la segunda oportunidad, Muriqi no falló y, aunque el meta del Elche le adivinó la intención, en esa ocasión, no pudo parar el penalti.

El árbitro intentó compensar en los instantes finales con la expulsión de Muriqi. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, porque los franjiverdes habían visto cómo le señalaban dos penas máximas y una tarjeta roja. 

Después del encuentro del pasado viernes frente al Betis, con tres penaltis y tres expulsiones, el choque de la primera vuelta contra el Mallorca fue el que más ha perjudicado al conjunto ilicitano en la presente temporada. Y seguro que el sábado en Son Moix, cuando los futbolistas de uno y otro equipo se vuelvan a ver las caras, lo recordarán y los del Elche tendrán razones de peso para argumentar la fatalidad que están sufriendo este curso con las actuaciones arbitrales.